Devoción en la Romería de la Virgen de los Enebrales
Este sábado se ha celebrado en la localidad de Tamajón la Romería de la Virgen de los Enebrales, una ancestral tradición que se recuperó en 2017 y que prosigue con toda su fuerza tras superar la pandemia.
Tamajón, y por extensión la Sierra Norte de Guadalajara, han celebrado este fin de semana su recuperada Romería en honor a la Virgen de los Enebrales, después de la constitución de la Hermandad de 'La Serrana', como es popularmente conocida la patrona del pueblo, en 2017.
Desde aquel año, es costumbre que se celebre cada año el último sábado de mayo. Sin embargo, en este 2023, se ha adelantado para no hacerla coincidir con el fin de semana de las elecciones municipales. Eran las doce de la mañana cuando la música de los Gaiteros Mirasierra, que acompaña todas las celebraciones de Tamajón, anunciaba el inicio de la fiesta.
Los miembros de la Hermandad, que preside Elvira Gamo, habían engalanado la imagen de la Virgen con flores, y vestido con un precioso manto rojo, uno de los más bonitos de la amplia colección que tiene La Serrana. Concretamente, una familia madrileña, propietaria de una tienda de ropa, donó muchos de ellos. Otra señora, de Humanes, igualmente devota de 'La Serrana', le bordó uno a mano hace unos años, además de los que se han ido adquiriendo estos años gracias a dádivas populares. Así, los tiene de todos los colores y tejidos.
La imagen de la patrona de Tamajón es una talla pequeña. La original se perdió en la Guerra Civil. Los fieles la visten con unas enaguas, el manto que corresponda, el delantal, un corpiño, el mantito del niño y la corona. “Los cambiamos en la Romería y en la fiesta, para que luzca de una manera diferente, aún más guapa”, contaba ayer Elvira Gamo.
La de ayer sábado fue una mañana fresca y ventosa, de cielo algodonado de nubes. Y, a pesar de la falta de agua, el verde de la Sierra del Ocejón y el olor del campo en primavera embriagaron a todos los presentes. Encabezados en esta ocasión por el gran Antonio Garrido, los dulzaineros arrancaron la fiesta en el soportal de la Ermita de la Virgen de los Enebrales con un pasodoble.
También los músicos le profesan gran devoción a 'La Serrana'. No en vano, la Hermandad hizo a los Gaiteros miembros de honor de la entidad, un título que llevan a gala, como explicaba el propio Garrido. “Conocemos a los vecinos de Tamajón y a su alcalde desde hace muchos años. Ya nuestros padres eran amigos. Yo había oído hablar mucho de la Virgen de los Enebrales, pese a que a los de Cantalojas no nos pertenece esta sierra. Ahora, para mí, es otra patrona más”, señalaba el músico. Tamajón echó en falta a su compañero, Valentín Pérez. Convaleciente de algún pequeño achaque, pronto volverá a acompañar las celebraciones de Tamajón.
La Romería, de manera original, la iniciaron los vecinos de Almiruete, actual pedanía de Tamajón, en agradecimiento a que 'La Serrana' les hubiera salvado de una epidemia, como recordaba ayer la presidenta de la Hermandad. A la celebración se unieron los agalloneros, y también muchos otros vecinos de la comarca. Con el paso de los años, se perdió la romería, que en el último tramo del pasado siglo aún se celebraba, si bien de manera intermitente. Ahora la intención de la Hermandad es darle continuidad, así como seguir recuperando costumbres.
Después de la ceremonia religiosa, que ofició el párroco local, Skylad Eucher Adounkpe, La Serrana salía en procesión por los alrededores de la Ermita a hombros de los fieles. A la espalda de la Ermita, Garrido hizo parar la procesión, y, como tiene por costumbre, le bailó una jota a La Serrana, en el que fue uno de los momentos más emotivos de la mañana.
La devoción que se le profesa a la Virgen de los Enebrales es muy grande. “Hay quien no es creyente, pero le pide cosas a La Serrana. Todos los días tiene velas encendidas. A la Ermita vienen fieles de toda España, a ofrecerle y a pedirle. Las puertas siempre están abiertas. Como dice el dicho: la Virgen de los Enebrales, patrona de Tamajón, tiene siempre sus puertas abiertas como si fuera un mesón”, resumía ayer la presidenta de la Hermandad.
Después de dar una vuelta por el entorno de la Ermita, siempre precedida por cruz, estandartes de las hermandades agalloneras, gaiteros, autoridades y fieles, la imagen de la Virgen llegaba de nuevo al soportal de la Ermita, donde el subastero de Tamajón, en esta ocasión Jesús Merino, almonedeó los cuatro brazos de las andas para devolver a la Virgen al altar de la Ermita. La procesión terminó con el canto del himno en su honor.
Para terminar la fiesta, y por cortesía de la Hermandad de la Virgen de los Enebrales, los presentes compartieron bollos y vino dulce. El alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, y el de Valverde de los Arroyos, José Luis Bermejo, estuvieron presentes en la celebración, como dos fieles más, devotos de La Serrana