Días de mucha actividad

Se dice que Guadalajara no genera información suficiente como para tener un periódico de tirada diaria, aunque en épocas los hubo, eso sí siempre complementados con noticias de carácter nacional e incluso internacional. Sin embargo en estos días, desde la tarde del pregón oficial, los actos, y muchos de ellos de relevancia e interés, se suceden con celeridad haciendo incluso necesario ese diario, al menos de ferias, que deje constancia escrita para la hemeroteca de lo que nuestra ciudad es capaz de programar y ejecutar. Tiempo atrás cuando empezábamos en esta bonita tarea de  ser los notarios de la actualidad, los escribientes de la historia para el momento puntual pero también para la posteridad, en la plaza de toros, habitual lugar de reparto, se distribuían hasta tres cabeceras distintas.  Hoy, la amplia programación de actos, hace posible que publiquemos periódicos de treinta y dos y cuarenta páginas cada día. 

  Es de justicia reconocer la multitud de oferta y para todos los públicos que  brinda el Ayuntamiento.  Será mejorable, posiblemente, nos gustará más o menos el ferial, donde se celebran los conciertos o como se ubican las peñas, pero no se puede negar el bullicio, el ambiente, la alegría que se respira estos días en la ciudad. Tal vez el Ferial quede un tanto apagado a partir de determinada hora de la madrugada o no venga tanta gente de fuera de Guadalajara como cuando se degustaba, aunque fuese con polvo, el pincho en el viejo recinto de Adoratrices, pero también es cierto que ahora los vermús llenan muchos espacios durante el día y que hay actividades para las distintas edades. En todo caso no debería ser momento de añorar o de criticar, sino hora de disfrutar y participar. No todas las semanas pasa la Vuelta Ciclista por la puerta de nuestra casa, ni vemos desde la ventana una manada de toros, podemos escuchar en directo a Melendi o subirnos a una noria. Las ferias y fiestas nos permiten salir de la monotonía, vivir otras situaciones, abstraernos por unas horas de nuestra rutina- en nuestro caso para trabajar más aún porque hay mucho más que contar-  y debemos aprovechar para ser un poco más felices y sentir, como dijo nuestro alcalde durante el pregón, orgullo de ser de Guadalajara, de toda la vida o por elección, como el pregonero. Que cada cual opte por lo que más le guste o se contagie de la magia de la calle para vivir las mejores de las fiestas en estos días de mucha actividad.