Diego Bris condujo al Club de Novela Histórica a la construcción del Metro de Madrid
El club de lectura coordinado por Cheles López recibió la visita del autor cabanillero, con quien hablaron sobre su primera novela, publicada hace diez años
La Biblioteca León Gil acogió este jueves 9 de marzo un nuevo coloquio literario con presencia de un autor local. En esta ocasión se trataba del novelista guadalajareño y vecino de Cabanillas Diego Bris Cabrerizo (Guadalajara, 1973), quien atendió una llamada del Club de Novela Histórica de la Biblioteca, un club lector nacido hace unos meses, al inicio del presente curso 2022-2023, y que coordina la voluntaria Cheles López.
Los miembros del club leyeron previamente la novela de Bris en la que se iba a centrar el encuentro: «Metropolitano», un libro publicado en el año 2013, y primero de este autor cabanillero, que luego ha sacado al mercado otros títulos como «Sólo los hombres entierran» (2015); «La vaca» (2019) y «Lejos no es un lugar» (2020). Ya está ultimando su quinto trabajo literario.
«Metropolitano» es precisamente una novela histórica ambientada en 1917, y que traza su trama argumental con el escenario de fondo de las obras de construcción del Metro de Madrid, en la que fue su primera línea entre Puerta del Sol y Cuatro Caminos. En la novela Bris plantea un texto que camina entre el costumbrismo y la novela negra, y que recibió en su día el I Premio Hispania de novela histórica. Las minas de plata de Hiendelaencina también forman parte del escenario de esta novela. Hay que tener en cuenta que Bris es ingeniero de caminos de profesión, algo trascendental a la hora de entender su interés por estas temáticas.
El encuentro fue muy fructífero, porque los miembros del club, además de leer previamente la novela, la habían trabajado a fondo, incluso visitando escenarios de la misma, lo que permitió una charla muy rica abordando distintos matices del libro; desde los personajes a la trama, pasando por las técnicas de escritora del autor. El coloquio fue muy intenso y participativo, y culminó con la tradicional firma de ejemplares.