Dos bomberos, un guardia civil y un jubilado saldrán de Guadalajara con ayuda humanitaria y regresarán con un bus cargado de refugiados

17/03/2022 - 17:49 FCV

Luis Revuelta, bombero de la Diputación, junto a un compañero, una persona jubilada y un guardia civil, saldrán este sábado a las nueve de la mañana de Guadalajara, rumbo a Varsovia, para llevar ayuda humanitaria, y, a la vuelta, regresar con 50 ucranianos. Les separan 2.800 kilómetros de ida, otros tantos de vuelta y un total de 70 horas de viaje.
 

Luis Revuelta tiene 47 años y es bombero del Consorcio para el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios, Protección Civil y Salvamento de la Provincia de Guadalajara (CEIS). Él, junto a otro miembro del cuerpo, una persona jubilada y un guardia civil, ha cogido el petate, se lo ha echado al hombro y se va a Varsovia este sábado en un autobús de la compañía ALSA. Empleará, junto con sus compañeros, su tiempo libre en alcanzar el corazón de Europa para ayudar a parte de las familias que ya se encuentran, o que llegarán a un centro de acogida que se ha instalado en la capital polaca. Su iniciativa la agradecerán las 50 personas entre mujeres y niños que llegarán a España. Por desgracia –señala- no habrá hombres; todos ellos están en la guerra.


    
Luis estaba un buen día “trasteando” por las redes sociales y localizó una coordinadora que, bajo la denominación de Bienvenidos Ucranios a España (BUE), estaba de forma muy activa desarrollando una intensa labor humanitaria en forma de medicinas, alimentos no perecederos, leche materna y material higiénico con el objetivo de apoyar, gracias a un enlace en Varsovia, una mujer polaca que habla ucraniano, a los ucranios que allí se encuentran refugiados. Irán con el autobús y una furgoneta cargados con esos bienes de consumo y supervivencia y regresarán con las familias que estén esperando en el centro de Refugiados.
    Este bombero se encontraba con que ya contaba con el apoyo de otro compañero suyo y otras dos personas más, que inicialmente pensaban llevar dos furgonetas. “Sin embargo me dijeron que en Guadalajara había un empresario, José Luis Valdeolivas, que estaba cooperando activamente con esta causa solidaria”, añade. “Fue entonces cuando contacté con él y me propuso que yo me encargara de buscar el autobús y los enlaces en Varsovia y que él se hacía cargo del asunto económico”. Dicho y hecho. Ahora cuentan con un autobús y una furgoneta de apoyo para asistir a los refugiados. Van hasta los topes con sillas de retención infantil para que los coches puedan seguir su trayecto por Europa, medicinas, comida no perecedera, productos de higiene y leche materna.


    Cogerán a las familias que estén dispuestas a venir a España según vayan aterrizando y que previamente se hayan registrado en el centro de refugiados. A ellas se sumarán dos casos especiales: el de una mujer embarazada con su hijo que huyen de la guerra, y el de otra familia a la que la contienda ha pegado de lleno en su estructura, que ya están previamente acordados. “Les hemos dicho que si pueden estar el sábado, mejor que el domingo,  de tal manera que salgamos de forma puntual de Varsovia y podamos estar a las siete de la mañana del lunes en Guadalajara”. Durante el transcurso del viaje de vuelta proporcionarán sus datos a la embajada española, de tal manera que aquellos que quieran ir a Cruz Roja lo hagan, mientras que otros irán a convivir con familias que les están esperando –hay algunos que son hijos adoptivos de padres y/o madres que les acogieron por el desastre de Chernóbil- o bien realizarán las gestiones oportunas para regularizar su situación, encontrar una vivienda o lo que estimen más oportuno a la llegada, como por ejemplo, solicitar el apoyo de organizaciones humanitarias de refugiados, el de la plataforma con la que colaboro u otras organizaciones, como es el caso de Accem.


    Harán una primera parada de vuelta en Barcelona, ya que en Cataluña hay muchos ciudadanos de Ucrania residiendo, posteriormente, tras hacer un alto en Guadalajara para todos aquellos que se quieran quedar en la provincia, el periplo se finalizará en Madrid, en las instalaciones de la Cruz Roja. Todo se hará de tal forma –informa Revuelta- “de que tengan el mayor abanico de opciones humanitarias y de transporte posibles para que cuando aterricen puedan escoger”. 

    “Me gusta poner mi granito de arena sobre las situaciones que requieren ayuda humanitaria, ya lo hago con Siria colaborando con diversas ONG, y ahora directamente, en persona, porque, a diferencia de la situación en el país de Oriente Próximo, el hecho de que la Unión Europea haya puesto el soporte burocrático para cruzar las fronteras y contar con una red solidaria es lo que me ha animado a marchar en persona”, asegura Revuelta. “De todas formas –lo quiere recalcar- tan triste me parece una situación, como la otra”. 
    Luis llegará a Varsovia. “Ya no tiene sentido ir a la frontera, `porque sabemos de un número cada vez más elevado de gente que confía en que la guerra acabe pronto para regresar a sus casas, por lo que aquellos que quieran ir a otro lugar, se les canaliza hacia Varsovia o Cracovia”.


    En estos momentos tiene en la cabeza cómo atender a una demanda de insulina que le ha llegado, “para ello necesito encontrar una farmacia que esté abierta de madrugada para poderla llevar en la furgoneta”. Y no sólo esto, recientemente se le ha podido ver en Instagram ayudando a cargar en Sigüenza mercancía en un vehículo del CEIS que ha ido a Alcalá de Henares donde se coordinan otros envíos. 
    Luis tiene la conciencia tranquila. Ya la tenía antes, cuando no podía ayudar directamente debido a razones lógicas de seguridad personal y colectiva.

 

Ahora ha dado un paso fundamental en su vida. Luis no lo da mayor importancia: quienes realmente lo agradecerán y valorarán son todas las familias que, gracias a su apoyo, lograrán comida y medicinas y aquellos que tendrán la oportunidad de hallar un hogar en un país en paz. Todo un hombre de conciencia universal cuya iniciativa trasciende fronteras.