El borrador que limita el trasvase lo dice, "hay que modificar la norma": Pesadilla para los levantinos y sueño de los ribereños
En medio del 'ruido' que Gobierno murciano y regantes están haciendo en contra de la modificación de las normas del trasvase Tajo-Segura, que establecerá la modificación del RD 773/2014, todo está dispuesto, con el respaldo del Gobierno, y a falta de un último repaso de las alegaciones recibidas, para que se haga realidad el sueño de los ribereños y la pesadilla de los levantinos: el inicio del fin del trasvase.
Un documento que pone de relieve, basándose en razones técnicas, el hecho de que las derivaciones siguieran mientras que la norma no cambiaba, pese a que disminuyeran las aportaciones a la cabecera del Tajo, lo que viene generando una “alta inestabilidad” en toda la cuenca. El borrador de la modificación del Real Decreto 773/2014, al que ha tenido acceso este periódico, está sujeto a la reelaboración para someterlo a una segunda vuelta, informan fuentes del ministerio de Transición Ecológica. El documento argumenta, para concluir que es necesario reducir de 38 a 27 hm3 el caudal a derivar cuando los embalses estén al 50% de media, y elevar el umbral de aportaciones acumuladas que define el límite entre los niveles 1 y 2 de 1200 a 1400 hm3, que “desde la entrada en vigor de este real decreto la explotación del trasvase Tajo-Segura (...) desvirtúa el propio concepto de excepcionalidad, tiene como consecuencia una alta inestabilidad y una gran irregularidad en los volúmenes trasvasados”.
La razón por la que se ha llegado a alcanzar esta situación es doble. “En primer lugar, la regla vigente no tomó en consideración las conclusiones de los informes técnicos en los que se proponía modificar el volumen de trasvase en nivel 2 y reducirlo a 30 hm3/mes, y se decidió mantener la cifra original de 38 hm3”. Esta situación supuso que la nueva norma comenzara su funcionamiento en 2014 “con una alta probabilidad de partida de incurrir en situaciones hidrológicas excepcionales, desviándose desde el inicio de los valores de diseño considerados admisibles”.
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Descenso notable de reservas
En segundo lugar, desde que la nueva regla entró en vigor las aportaciones a los embalses de Entrepeñas y Buendía han experimentado un notable descenso, llegando a registrarse durante estos años el peor año hidrológico desde la entrada en servicio del trasvase.
La combinación de ambos factores –inadecuada cifra de partida y desfavorable evolución hidrológica de los últimos años- ha dado lugar a esta elevada ocurrencia de situaciones excepcionales en la explotación del trasvase.
Menos situaciones críticas
“Este funcionamiento de la regla vigente pone de manifiesto la conveniencia de actualizar y ajustar sus parámetros, de forma que la situación excepcional se presente con menor frecuencia y se restablezcan las probabilidades de presentación con las que inicialmente fue diseñada la regla”, reza el esbozo. Con estas dos modificaciones, tanto la probabilidad de incurrir en situaciones hidrológicas excepcionales como la de no disponer de recursos trasvasables “se reducen a valores admisibles, con lo que se consigue una mayor regularidad en los envíos, al tiempo que se mantiene un trasvase medio anual similar a la media de los volúmenes totales trasvasados para abastecimiento y regadío durante el periodo completo de funcionamiento del trasvase”.
De esta forma, la actualización parcial de la regla que se realiza mediante este “real decreto permite alcanzar un compromiso razonable entre los volúmenes trasvasados y la estabilidad de los suministros”, indica el borrador de la modificación del Real Decreto activo.