El encierro chico, el más grande de todas las Ferias
Miles de niños, convertidos en corredores, pastores y espectadores, junto a los becerritos añojos, llenan de vida y alegría la calle Mayor en este domingo de fin de fiesta.
La calle Mayor ha vivido esta mañana una auténtica explosión de alegría y color con la celebración del encierro chico, organizado por la Federación Taurina de Guadalajara. La masiva afluencia de público infantil ha abarrotado literalmente el recorrido, desde Plaza Mayor a Santo Domingo, en una cita que se consolida como uno de los momentos más entrañables de las Ferias.
Los niños y niñas, de todas las edades, acompañados de sus padres, han sido los auténticos protagonistas: han corrido junto a las reses adaptadas, cuatro becerrillos añojos, y han ejercido de pastores guiando la pequeña bueyada junto a los pastores adultos, y también han llenado las talanqueras y las gradas como espectadores, disfrutando y animando en cada tramo.

Tras la subida y la bajada del encierro chico, la Plaza Mayor, con las gradas repletas, ha sido el epicentro de la emoción y la tradición cuando, ya sin carreras, todos los pequeños han podido contemplar de cerca a estos becerritos, e incluso alguno tenía preparado su pequeño capote.
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha acompañado a las familias durante el acto, mostrando su apoyo a la cantera taurina local y ha destacado que “la tradición taurina de Guadalajara tiene relevo y futuro asegurados”.
Al finalizar, el concejal de Asuntos Taurinos, Santiago López Pomeda, ha realizado su balance, como si de un encierro grande se tratara y ha destacado que “el encierro chico ha resultado ser el más grande. Podemos asegurar que los encierros de Guadalajara tienen mucho futuro; nunca se había visto la calle Mayor tan llena de vida y de alegría”.
El encierro chico se ha desarrollado sin incidencias reseñables, más allá de algún tropezón y algún extravío momentáneo entre la multitud, resueltos rápidamente por la organización y el dispositivo de seguridad.

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