En el corazón de Guadalajara late ya el nuevo Mercado de abastos

21/06/2019 - 11:41 Redacción

Se ha convertido  en un espacio polivalente con tiendas, restauración y otras actividades culturales. 

Las obras del Mercado Municipal de Abastos de Guadalajara, un proyecto cofinanciado al 80% con Fondos Europeos de Desarrollo Regional, han llegado a su fin y ya se dibujan los nuevos contornos y la renovada energía que se va colando en el histórico edificio. 

El resultado final es un mercado moderno con entradas más accesibles y espacios más adaptados, una mayor luminosidad, alumbrado exterior y la recuperación de las ventanas del nivel dos. Pero además, se amplían las posibilidades de uso, con la creación de un moderno espacio polivalente, cuya forma en “U” permitirá llevar a cabo conferencias, exposiciones o conciertos. 

Un espacio polivalente al gusto del siglo XXI: creatividad, tradición y modernidad… en definitiva, unas instalaciones adaptadas a las demandas de los ciudadanos. 

Tras la restauración llega el momento de la verdad: insuflarle la vida que necesita para seguir latiendo en el centro del casco histórico que lo vio nacer hace casi un siglo y medio. La profesionalidad de los comerciantes que mantienen el flujo de habitantes, el trasiego de las calles, en un marco incomparable, y la posibilidad de cofinanciar la obra al 80 por ciento con los europeos Fondos FEDER han hecho posible la regeneración del Mercado de Abastos Municipal  para adaptarlo a las exigencias de los ciudadanos de hoy. Una buena baza a favor del casco histórico de Guadalajara.

 

 

La historia del mercado se remonta  a la década de los ochenta del siglo XIX

Para cuando el entonces arquitecto municipal de la ciudad, Mariano Medarde de la Fuente, presentaba el Acta de Replanteo del llamado solar de la plaza Antigua, para obtener la aprobación del Pleno Municipal, sin la cual no se podía poner una piedra. 

Era la tercera intentona que se hacía en ese mismo siglo, ya que 40 años antes de que Mariano Medarde presentase el Acta de Replanteo, hubo dos más. En una de ellas, el Concejo municipal apostaba por edificar en un gran solar situado en las inmediaciones del Ayuntamiento de entonces, próximo a la iglesia de Santo Tomé, emplazamiento que se desestimó, decidiendo que  el proyecto carecía de viabilidad. Y en la otra, la primera, sólo tres años antes, se proponía alzar el mercado junto a las dependencias de San Antonio y de La Concepción, pertenecientes al Estado tras la desamortización de Godoy.

Y así, entre dimes y diretes… dos obras y tres sainetes,  a la tercera, cuando dicen que va la vencida, vino al mundo nuestro mercado, incluido dentro del “plan de mejoras de las infraestructuras y el equipamiento urbano”, del que formaban parte el matadero de Guadalajara, la ampliación del cementerio municipal, la construcción de lavaderos públicos y la alineación de algunos paseos y calles.

 

Hoy, es el resultado de una decena de remodelaciones que vieron la luz en los siglos XIX y XX

Aquel proyecto costó al erario público el monto de 108.631,50 pesetas. Hoy se invierten en su remodelación 690.576.04 euros… cofinanciada al 80 por ciento con Fondos FEDER, como ya se ha publicado en los medios desde que la concesionaria sacase a la luz el proyecto. El dato, viene a ser más una curiosidad que una comparación, dado que el paso de los tiempos y el progreso hace que las comparaciones sean obsoletas.

El recinto del Mercado quedaba oficialmente inaugurado la tarde del sábado del 17 de septiembre de 1887, sólo un año después de aprobarse definitivamente el proyecto en Pleno, en enero de 1886. 

 

Las obras de rehabilitación, ejecutadas por Rehacsa 

La nueva reapertura, la del siglo XXI, se encuentra en consonancia con los nuevos pa-rámetros de la modernidad y la creatividad exigida:

• Adaptada para personas con movilidad reducida. 

• Con un nuevo sistema de climatización eficiente. 

• Rehabilitación de ladrillos y mampostería dañados con el paso de los años y el peso de los siglos.

• Una distribución del espacio mucho más polivalente. 

• Un nuevo alumbrado. 

Entre otras muchas mejoras, el mercado se aferra al casco histórico de Guadalajara, confiando en aportar: 

• Nuevas oportunidades a sus ciudadanos.  

• Nuevas visiones de negocio a los empresarios. 

• Nuevas opciones de diversión a los jóvenes, desde 20 a 50. 

Porque hoy los de 50 siguen siendo jóvenes, y eso es también cosa del progreso.