Espinosa estudia implantar un centro de extracción de semen porcino con tecnología de vanguardia

28/09/2022 - 17:58 PACO CAMPOS

Se emplazaría en un paraje lejano al casco, por lo que los no afectarían a la población. El residuo que genera, los purines, son de tan poca cuantía “que solo sirven como fertilizantes para un suelo de 30 hectáreas, sobre las más de 2.000 que tiene el término”, afirman fuentes consistoriales.

El Ayuntamiento de Espinosa de Henares ha dado a conocer a través de su perfil oficial de Facebook el proyecto liderado por la multinacional Semen Cardona, firma que se dedica a la producción de dosis de semen para inseminación en el sector porcino. De llevarse a cabo, supondría una inversión en de 4 millones de euros y la creación de 12 puestos de trabajo directos, dando prioridad siempre que sea posible, a vecinos de Espinosa. En caso de salir adelante se contratará a hombres y mujeres, “que no solo dispondrán de las mismas oportunidades que a población masculina, sino que son muy valoradas por la cualidades que reúnen para determinadas tareas”, aspecto éste muy importante para una zona con alto desempleo femenino. En el caso de Espinosa, en 65% de los desempleados son mujeres. 

Se trata, en términos técnicos, de un Centro de Transferencia Genética dedicado a la producción de dosis de semen para inseminación en el sector porcino. “Su construcción generará una gran oportunidad de negocio para empresas locales y de la zona”. Su implantación requerirá movimientos de tierra, pavimentación, construcción propiamente dicha, electricidad o fontanería. A lo que hay que sumar servicios que podrán ser suministrados por firmas del entorno una vez puesto en marcha el centro. “Serán necesarios piensos, servicios de mantenimiento de las instalaciones, y se espera cierta actividad también de comercio, distribución de combustible y hostelería”, ilustran.

Esta iniciativa, se entiende en el Consistorio, podría constituir un poderoso imán a la hora de atraer nuevas empresas que pudieran tomar como referencia a Cardona a la hora de establecerse y adoptar sus propias inversiones.

 “Este proyecto lleva meses fraguándose y, si los procedimientos administrativos en marcha y la coyuntura económica lo permiten, podría comenzar a materializarse en algún momento del próximo año”, indican fuentes municipales. “Es pronto para echar las campanas al vuelo, pero resulta alentador saber que nuestro pueblo vuelve a ser un polo de atracción para grandes inversiones generadoras de empleo y que además utilizan la tecnología más puntera en su sector” prosiguen.

La principal razón que ha motivado su ubicación, señalan desde el Consistorio, “es el estudio que han realizado, buscando garantizar una óptima seguridad sanitaria, en base a la distancia que existe respecto a explotaciones porcinas”. Asimismo, Espinosa ha sido elegida por su “excelente” ubicación: Buenas comunicaciones por carretera y tren, así como distancia a autovías y autopistas. En este sentido se encuentra muy bien conectada con la A-2, N-320 y R-2, entre otras, que facilitan un óptimo enlace para su exportación y distribución por nuestro país. La distancia a Madrid, acceso de agua de alta calidad y electricidad, mucha superficie disponible y acompañamiento por parte de las administraciones públicas, han sido otro motivos fundamentales para su implantación.

Se instalaría en la zona conocida como “Sotojo”, lejos del núcleo urbano, “en un área en la que se garantiza que los olores que pudiera emitir en ningún caso llegaran al pueblo”. A pocos metros de allí, estuvo instalado el viejo vertedero municipal, “cuyo olor nunca fue percibido por los vecinos”, indican desde el Ayuntamiento, “tanto por los vientos predominantes, como por los montes que nos protegen y separan de aquella zona”.

Su producto final es transportado en pequeñas furgonetas y los berracos, que llegan en tráilers, lo hacen apenas dos veces al año, estudiándose en la actualidad el acceso por la carretera de Copernal, “por lo que no se prevé un impacto negativo sustancial generado por el transporte. Tampoco existen riesgos de contaminación de aguas subterráneas, se incide.

El Consistorio local se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Tarazona, donde se emplaza un centro idéntico. “Nos han asegurado que están encantados con la inversión que allí han realizado, sin apreciar ningún problema derivado del mismo”.

Las instalaciones

Las instalaciones se ubicarán en una serie de naves donde se alojarían los berracos y un laboratorio. Más allá, lindando con el término de Alarilla, se habilitar una nave adicional para ´las cuarentenas de los animales importados de Canadá, Estados Unidos y terceros países, donde residirían por un periodo de tiempo previo a ser trasladados al centro de transferencia genética.

Semen Cardona es una de  las empresas líderes en su sector, implantadas en el ámbito internacional y cuenta con una dilatada experiencia en el sector. Dispone de centros tanto dentro, como fuera de España, y da trabajo  casi 200 personas. “Su actividad, dentro del sector porcino, no tiene nada que ver con la producción de carne, sino de dosis para la inseminación”, aclaran desde el Ayuntamiento. “No es una granja porcina al uso, sino un laboratorio genético en el que cuentan con la tecnología más avanzada para el análisis y procesado del semen”, se informa. “Su intención es producir el de más alta calidad, tanto para el mercado nacional, como para la exportación”, ilustran.

En este sentido, producen más de tres millones entre todos sus centros, tanto para el mercado español, como para exportarlo para todo el mundo. “Lo más importante es, junto a la calidad del producto, la seguridad sanitaria”, remarcan.

Este tipo de centros cuentan con 300 sementales, la mayoría  importados desde Estados Unidos y Canadá. “Todos ellos se crían en las mejores condiciones y controles exhaustivos sobre su salud y todo cuanto es rodea”, precisan, “desde la calidad del aire que respiran, hasta la alimentación”. Todas las personas que trabajan en las instalaciones deben tomar todas las precauciones necesarias para evitar que puedan introducir algún patógeno en las instalaciones.