Eva Ryjlen se desata en Onírica transitando todos los estados de ánimo hasta la euforia: "Todos dependemos de emociones"

13/04/2021 - 10:37 Europa Press

Eva Ryjlen (Guadalajara, 1979) se encuentra en plena presentación de su segundo álbum en solitario, 'Onírica' (Sideral Music), un disco al que, si bien evita colgarle la etiqueta de conceptual, sí que admite como soporte de un hilo argumental que le lleva a transitar por todos los estados de ánimo, desde la liberación hasta la "sensación perfecta" pasando por el descubrimiento personal y la euforia como compañeros de viaje.

Con el disco recién publicado, Ryjlen explica en entrevista con Europa Press que todo el proceso compositivo ha estado amparado en el tránsito de la pandemia, desde el más estricto confinamiento hasta la desescalada, y se planteó las etapas como "una especie de viaje por los estados de ánimo" que ella misma como persona había afrontado, "hablando de sensaciones" a lo largo del dolor por la incertidumbre desde que el coronavirus empezó a marcar la agenda.

"Quería pasar por muchos sitios y sí que tiene un hilo argumental cuando lo escuchas del tirón. Quería representar ese viaje de cómo somos. No siempre somos la misma persona y vamos cambiando dependiendo de nuestro punto emocional. Pasamos por todos los estados, y como música, me parece interesante transformar esas emociones en canciones", ha argumentado.

Por todo ello, admite que nada a lo largo de todo el disco es fruto de la casualidad. "Cuando me planteaba cada canción quería un universo distinto al resto, como en realidad somos las personas. Tenemos momentos de todo tipo, y aunque intentemos llevar esa máscara continua cuando nos enfrentamos al mundo, siempre pasamos por todas las emociones".

Fruto de este viaje se ha terminado de dar forma a 'Onírica', un álbum que "pretende, sobre todo, acompañar a todos los que se han sentido perdidos y eufóricos y han pasado por sensaciones distintas", viviendo cada uno a su manera los últimos 13 meses.

 

DOCE TEMAS COMO DOCE PRUEBAS DE ASTÉRIX

Con 'Caminar' arranca el viaje, en forma casi de grito de desesperación para enfrentarse a los abismos. Esta canción, explica Ryjlen, "no se hizo sola" y sirve como punto de partida del disco aunque no fue la primera en ser compuesta.

"Fue como vomitar todo lo que estaba pasando por mi cabeza de forma honesta y real, y no es una cosa que me pase habitualmente", afirma la guadalajareña, añadiendo que si bien normalmente trabaja las letras sobre la melodía, en este caso fue al revés, y empezó a juntar letras antes. "Necesitaba escribir, sacarme fuera muchas cosas".

En 'Criatura Salvaje', aunque con algo más de optimismo, se presenta ante un clavo ardiendo; preludio de 'Bailas', tema que cambia desde el fondo hasta la forma vislumbrando más esperanza. "Aquí digo todo lo que tengo que decir. En el confinamiento hubo momentos de oscuridad, de luz, de brillantez y de necesitar salir, y aquí me daba igual todo, sólo necesitaba bailar y volverme loca".

Avanza el disco con 'Shangri-La', en segunda persona, con más guitarra y por primera vez evocando a otro individuo. Explica Ryjlen que "cuando haces algo acompañado, siempre tienes más fuerza", y quería transmitir la idea de esa fortaleza y la premisa de que "cuando alguien te saca del pozo y te acompaña en el camino, la canción tiene más fuerza".

El salto a 'Quiero' vuelve a revelar una vuelta de tuerca más al sonido y, arrancando sólo con su voz arropada por el piano, el tema va de menos a más. La idea era, según la artista, "empezar bajito, cantando al oído, y acabar transformando la canción en una explosión de canto de libertad, en una necesidad de apertura inferior".

El optimismo y la esperanza llegan para quedarse bajo el paraguas de un clavicordio en 'Arquitecturas extrañas', tema que defiende que "a pesar de lo que venga, siempre hay una salida", aunque sea "una salida mental e interior"; paso previo a 'Kamikaze', pieza más oscura pero una gran carga simbólica.

"Es una canción que me tuvo con el cerebro roto hasta el día de la grabación. Me encantaba la letra, salió del tirón y tiene mucho significado cada una de sus frases, pero no terminaba de encontrarle el acompañamiento musical", asegura Ryjlen, agregando que, tras "más de 857.000 versiones diferentes", fue en el estudio, justo antes de grabar, cuando encontró la tecla. "Y se ha convertido en una de las canciones que más voy a disfrutar".

El disco enfila su recta final desde 'Pequeño infierno florido', un tema más personalista en el que destila la fortaleza propia tras el camino andado. En 'Tormenta de arena', parafraseando a la periodista Virginia Díaz en el perfil que dibujó sobre el disco, toda la canción suena a Julieta Venegas. "Es un halago y no sé si estoy a la altura".

'Luna llena', 'Santuario' y 'La fiera' terminan de redondear el viaje por las emociones que Ryjlen hace experimentar desde la primera escucha. En este tramo final, pasa desde encontrar sensaciones perfectas y derribar barreras mentales hasta presentarse como dueña de todo y "romper por fin la baraja".

 

PREPARANDO LOS DIRECTOS

Tras la presentación en sociedad del álbum, ahora Eva Ryjlen está "como loca" por poder llevarlo al escenario y ya está dando forma a las versiones del directo.

"Tengo ganas de preparar el show, de enfangarnos y currarnos la propuesta escénica, y empezamos ya esta semana a hacer algo que esté a la altura", ha apuntado, confiada en que va a gustar y mucho". "No es que esté obsesionada, es que estoy emperrada en preparar un directo bonito, potente y elegante", ha abundado.

En el corto plazo, ya está previsto que Ryjlen presente 'Onírica' en Guadalajara el 16 de mayo, además de un paso en la mítica Sala Sol madrileña el día 21 de mayo en dos pases y con aforo limitado. "Con las ganas que tenemos, la sala va a estar igual de caliente que con mucho aforo", ha augurado la artista.