Gentes de Guadalajara y Javier Borobia
La escultura de Óscar Alvariño Belinchón, que desde la tarde de ayer se encuentra situada junto a la Iglesia de Santiago, lugar clave en la escenificación, está inspirada, en palabras de su autor, en la humanidad y carga poética de Javier Borobia.
Gentes de Guadalajara, tal y como se denomina la asociación que lo lleva a cabo, son quienes cada año, en torno a las festividades de Todos los Santos y de las Ánimas, representan por los más significativos monumentos de la capital la obra de teatro de don Juan Tenorio, original de José Zorrilla, adaptada a la historia de nuestra ciudad, al mezclar los personajes de este gran texto con los de la familia Mendoza, la más influyente y poderosa de Guadalajara en el momento, siglo XVI, en el que sitúa esta historia. El resultado es el Tenorio Mendocino, Fiesta de Interés Turístico Regional y de Interés Turístico Provincial, idea de un grupo de amigos, amantes de la cultura y de todo lo alcarreño, que conformaban en 1990 la Asociación de Amigos de la Capa, que posteriormente se reconvertiría en Gentes de Guadalajara. En una taberna de la capital realizaron la primera representación con un éxito tal que convirtió la calle, y en especial los lugares más bellos y significativos de la misma, en escenario, cada vez con más espectadores y número de participantes. La cita, en los días del año en que la muerte y todo lo que la rodea toma el protagonismo, se ha convertido en uno de los hitos culturales que identifican a Guadalajara. Uno de los padres de aquel Tenorio Mendocino fue Javier Borobia. La escultura de Óscar Alvariño Belinchón, que desde la tarde de ayer se encuentra situada junto a la Iglesia de Santiago, lugar clave en la escenificación, está inspirada, en palabras de su autor, en la humanidad y carga poética de esta persona tan querida, de brillante trayectoria, convertida en personaje e icono de la cultura local, al que muchos admiramos. El Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, rindió homenaje a su figura en la tarde de este domingo, en un acto sencillo, cargado de emotividad, horas antes de que el Tenorio, este año con muy buen tiempo, volviera a conquistar los corazones de lugareños y visitantes. La distinción y el agradecimiento se extiende a todos los fundadores y a cuantos a lo largo de estas más de dos décadas han actuado o participado en la puesta en escena, con vestuario y ambientación de época, que han convertido en todo un referente esta cita. Las administraciones así lo entienden y apoyan económicamente este evento.