Guadalajara celebra sus 40 años de democracia con un acto de reconocimiento a ediles, diputados y senadores

03/04/2019 - 22:51 J. Pastrana

El 3 de abril de 1979 España celebró las primeras elecciones municipales de su recién ganada democracia. Hoy, 40 años después, el Ayuntamiento de Guadalajara celebraba esta importante efeméride con la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad a los senadores y diputados de la provincia que conformaron el primer Gobierno democrático de la nación y a todos los alcaldes que han estado al frente del consistorio municipal durante estos años.  

El primero en recibir su reconocimiento fue Javier Irizar, quien estrenó el cargo de alcalde democrático de Guadalajara y lo ocupó durante 12 años. “Probablemente no haya nada más bonito en la vida de un ciudadano que ser alcalde de su ciudad”, señaló en un breve discurso en el que destacó el valor de “sentirse reconocido” por los ciudadanos tantos años después. Además de recordar a algunos compañeros ya fallecidos, quiso poner en valor el empeño que pusieron los representantes de todos los grupos políticos para hacer funcionar la joven democracia. “Aquella primera corporación tuvo una diferencia respecto a las demás, tuvo que hacer la transición de la dictadura a la democracia, pero fue fácil, porque fue labor de todos”.

La siguiente en recibir su reconocimiento fue Blanca Calvo, que ocupó el cargo de alcaldesa durante 1 año, un mes y un día. Calvo recordó su elección en Pleno el 15 de julio de 1991 y desde entonces vivió “396 días muy intensos”. 

José María Bris, por su parte, destacó que el de alcalde “es el puesto de más responsabilidad que he ejercido”, intentando siempre desempeñarlo con “con dedicación, trabajo y buscando el interés general”, además de ayudando a quienes más lo necesitaban. En su caso, fueron 11 años los que pasó como dirigente de la corporación municipal a los que hay que sumar otros 9 de concejal. Por ello, quiso “hacer una reivindicación de la clase política” y su ejercicio, uno de los más nobles siempre que se haga “pensando en servir y no en ser servido”. 

El cuarto alcalde democrático fue Jesús Alique, quien quiso destacar la importancia de mantener un “diálogo permanente y fluido” tanto entre las administraciones como con la sociedad.  En su breve discurso, Alique recordó dos importante logros alcanzados durante su mandato. El primero, el inicio de la construcción de lo que hoy  es el Palacio Multiusos de Aguas Vivas, una importante infraestructura que acoge desde eventos deportivos internacionales hasta ferias de distinto tipo. El segundo, la recuperación de los terrenos del Fuerte de San Francisco, en los que se ha creado “uno de los barrios más modernos de la ciudad”. 

Después llegó el momento de dar sus reconocimientos a los diputados. Luis de Grandes, que apura sus últimos meses como eurodiputado antes de abandonar este cargo, recordó todo el tiempo pasado desde que hace 40 años iniciara “una carrera política que pensé que sería corta”. En vez de eso tuvo una larga trayectoria, sobre todo como eurodiputado, en la que “jamás he renunciado a mi condición de alcarreño, porque nunca puede uno perder sus raíces”. Como Irizar, De Grandes destacó que  “los constituyentes tuvimos el privilegio de vivir un momento histórico y de hacerlo con entendimiento, viendo a los adversarios políticos como políticos, pero no como enemigos”. Por eso ahora le “preocupa que haya gente que diga que quiere acabar con el régimen del 78” y confía en que, llegado el caso de modificar la Constitución, se haga “con la misma armonía con la que la construimos”. Los siguientes reconocimientos fueron para Leandro Cros y el fallecido Carlos de Luxan. En el caso de este último fue su hijo quien la recogió, recordando cómo su padre “nos habló a mi hermana y a mí de aquella primeras elecciones, de la ilusión que se palpaba en cada pueblo y ciudad” y de cómo la constitución cambio la vida de las personas. 

En cuanto a los senadores, las medallas fueron para Félix Calvo y el también ausente Antonio Fernández-Galiano. Su hijo, Emilio Fernández-Galiano, aceptó el reconocimiento en su nombre, recalcando que la herencia más importante que dejan los padres nunca es material, sino los valores, en su caso, la tolerancia y el empeño de construir una España mejor para todos.  Por eso invitó a los políticos de hoy en día recuperar “esa conciliación y tolerancia”. Y también fueron homenajeados Feliciano Román, quien quiso “dar gracias a Dios por haber estado en la aprobación de la Constitución,  porque algo pude hacer por Guadalajara y por España”, y Rafael de Mora, fallecido, cuyo hijo, Pedro Juan de Mora, apuntó  “la suerte que tenemos de ser españoles y de la calidad de vida que nos ha dado esa constitución”.

Durante el acto también se proyectó un vídeo conmemorativo en el que se repasaron los 40 años de historia democrática de la ciudad a través de los recuerdos de sus alcaldes. Así, Irizar recalcó cómo llegó a una ciudad en la que aún había calles sin asfaltar y que estrenaba  Hospital y encierro, una tradición que en aquel entonces vivía su primer año de vida y que a punto estuvo de no celebrarse. “Recibimos la autorización minutos antes de empezar”. También un encierro, en este caso nocturno, es uno de los recuerdos que se le ha quedado grabado a Blanca Calvo, aunque en su caso porque un embotellamiento a la entrada de la plaza a punto estuvo de terminar en tragedia. Mucho más agradable le parece otro recuerdo: el inicio del Maratón de Cuentos en 1992, una “locura” que ya es seña de identidad de la ciudad. Durante la etapa de José María Bris al frente del Consistorio, Guadalajara vivió una impresionante movilización con motivo del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA. Además, la ciudad estrenó el Auditorio Buero Vallejo, la cárcel provincial pasó a primera plana nacional con la llegada de Vera y Barrionuevo y Marchamalo inició su camino en solitario, ya desanexionada de Guadalajara. Y durante el mandato de Alique, además de la inauguración de la R2 y la apertura de la Biblioteca de Dávalos, Guadalajara viviría uno de los hechos más traumáticos de su historia reciente: el atentado del 11M, que llevó a toda la ciudadanía manifestarse en silencio, bajo la lluvia.

El último en tomar la palabra fue el actual alcalde, Antonio Román, quien entre sus recuerdos más felices destacó el desfile de las Fuerzas Armadas, con la visita de Felipe VI. Román quiso destacar que el celebrado hoy es un acto que ha unido a personas con “diferentes ideologías”, pero que han sido distinguidas por su importante contribución a la historia democrática de España. “No intentaron reescribir la historia, sino aprender de ella”. Tras repasar aquellas primeras elecciones en las que UCD triunfó en el 90 por ciento de los ayuntamiento de la provincia, pero no en Guadalajara, donde no llegó a presentar candidatura, quiso destacar el valor de todas las personas que ocuparon puestos representativos en aquellos años. También el de los alcaldes, ya que “todos hemos entregado una parte significativa de nuestra vida a Guadalajara”.

Román destacó que “la transición es el periodo más relevante de nuestra historia reciente”, ya que marco el inicio del derrumbe de “los muros que separaban a los españoles”, propiciando una extensa etapa “de concordia y paz”. Tampoco olvidó el papel desempeñado por los dos monarcas democráticos, Juan Carlos I y Felipe VI, destacando sus intervenciones en el 23F y el 1O en Cataluña. 

Por último, el acto terminó con la entrega también de un detalle a los concejales que han pasado por el Ayuntamiento desde 1979.