Hora de sembrar


Hoy la extrema derecha, lanza su semilla en forma de odio al diferente y al débil, sea inmigrante o MENA, persona que hace cola en las filas de un comedor social o simplemente adversario político, homosexual, feminista o de diferente color.

El problema no está en la siembra, mejor dicho, no está en lo que quieras sembrar. Depende de lo que elijas, si el terreno está preparado, cualquier semilla brota, te lo aseguramos.

Pasa lo mismo con los mensajes que algunos partidos políticos emiten. Si el mensaje cae en un ambiente propicio para que germine, el mensaje dará sus frutos, y según el abono y lo trabajada que esté la tierra, los frutos serán más o menos productivos.

¿Y quiénes son los encargados de preparar la tierra y abonarla? ¿Quiénes son los que pueden elegir si esa semilla germina o no? Pues  los  medios de comunicación, tenedlo claro, son muy importantes. Y lo que compartes en tus redes sociales, también.

Vayamos lejos, muy lejos. La semilla del odio de los ataques terroristas de ISIS cae con facilidad en terrenos baldíos. Semillas en forma de mensajes radicales caen en zonas donde la opresión y la miseria campan a sus anchas. Unos vídeos, unas promesas, unos voceros muy inteligentes y poco más sirven para convencer a un chaval de un barrio humilde, harto de ser rechazado por su aspecto, para que se ponga un cinturón de explosivos y se inmole. Misión cumplida, la semilla tóxica ha florecido.

Ahora un poco más cerca. Un chaval de un barrio humilde de las afueras de Barcelona. Segunda generación de inmigrantes de apellido musulmán, nacido en España, educado en el sistema educativo español. Harto de ser rechazado por su apellido y el origen de sus padres. No encuentra trabajo y se ve excluido de la sociedad dentro del guetto donde vive. Y de repente, otro “agricultor” que viene a preparar la tierra. “tú eres el mejor, son ellos que te tienen manía”, “no necesitas su trabajo, toma este dinero”, “otros ya lo han hecho” ...ese chaval desesperado se monta en una furgoneta y atropella a la multitud en el centro de Barcelona.

¿Lo quieres todavía más cerca? Un joven con problemas mentales que tiene dificultades para trazar una línea clara entre lo correcto y lo incorrecto. Un mensaje “los MENAS te quitan el dinero”, “los MENAS vienen a delinquir”, “los MENAS reciben dinero sin hacer nada” repetido a todas horas en todos los canales de televisión y en sus redes sociales....¿Qué dinero? ¿El mío? Porqué a mi no me dan dinero.... Y ya está, la tierra trabajada y abonada. Una mañana de sábado, un chaval racializado de 12 años se cruza en su camino y decide darle una paliza al grito de “puto MENA”...

Hitler, un nazi que ayudó a Franco a ganar la guerra civil, trabajó la tierra en surcos perfectos y su ministro Goebbels la abonó para que floreciese el odio. Los periódicos alemanes de la época ilustraban sus páginas con mentiras sobre judíos, gitanos, discapacitados, homosexuales, comunistas, socialistas. El mensaje caló y todos sabemos cómo acabó aquella siembra.

Hoy la extrema derecha, lanza su semilla en forma de odio al diferente y al débil, sea inmigrante o MENA, persona que hace cola en las filas de un comedor social o simplemente adversario político, homosexual, feminista o de diferente color. Algonos medios colocan en portada esas mentiras “los MENAS cobran 4700 euros al mes”, “a los inmigrantes les dan una paguita”, “los de las colas del hambre son mantenidos y subvencionados”, “la izquierda trae pobreza”, “las feminazis quieren adoctrinar a los niños”, “los homosexuales están enfermos” ... todo ello en vez de condenarlas y criminalizarlas y se termina dando una paliza a un chaval, mandando balas en una carta, amenazando de muerte y quemando una asociación feminista....

Es triste, pero así funciona. Las semillas, aunque sean del mejor trigo o de la peor ortiga, germinan si los suelos están bien arados y abonados y quizá, es responsabilidad de todas y todos estar atentos y cada vez que veamos una semilla de ortiga, dejar que se pudra y que nunca florezca ni de frutos.