Huertapelayo sin fiestas

02/08/2020 - 13:48 Pedro Villaverde Martínez

Hoy, día grande de la fiesta de Huertapelayo, que no se celebrará, hablamos de los últimos libros sobre el pueblo.

Termina el mes de julio y agosto celebra su primer domingo. Nuestro Huertapelayo debería estar en plena fiesta y sin embargo, su asociación de Hijos y Simpatizantes decidió su suspensión, como todas, por este virus. Serán, Dios lo quiera, en honor a su patrona, Santa María Magdalena, el próximo año. Sin embargo no queríamos dejar pasar la que hubiese sido su fecha para escribir sobre el lugar que nos vio nacer y hacerlo con una referencia a las últimas publicaciones que sobre él hemos tenido conocimiento. 

Si hace unos años hablábamos del libro de Marta Embid Ruiz, Historias y leyendas de Huertapelayo, muy interesante para quienes lo hemos leído y a la que dimos la enhorabuena por haber tenido la idea de recoger en una publicación la historia milenaria de un pueblo que presenta características muy especiales tanto por sus formas de vida como por las gentes que lo han ido conformando, hoy nos referimos al publicado por nuestro primo Salvador Herraiz Embid, hace escasos meses, Huertapelayo, entre el cielo y las piedras un repaso por episodios y personajes de la historia del pueblo, de las familias, con datos,  curiosidades y fotografías de gran valor documental que ayuda a conocer lo que fuimos, con épocas de gran esplendor junto a otras de emigración y despoblación para renacer en los últimos años como lugar de segunda residencia o veraneo. Es un libro que merece ser leído por la profusión de información que aporta y la gran cantidad de tiempo que a su elaboración ha dedicado el autor. Ambas obras nos ayudar a conocer un poco mejor este, por nosotros, tan querido pueblo. 

     Huertapelayo, como ya hemos escrito y también lo han hecho otros escritores provinciales, dejando muchos artículos en este periódico mi suegro, e Hijo Predilecto de la villa, Salvador Embid, está situado en un enclave privilegiado del Alto Tajo y no nos resistimos a citar el muy bello retablo que preside y adorna su Iglesia, restaurado y con una belleza digna de ser admirado, siendo un motivo más de visita, así como su entorno, de gran belleza natural. 

   A todos nuestros paisanos felicitarlos por el cariño que siempre demuestran por Pelayo y desear que aunque la fiesta no se celebre disfruten en sus parajes del mejor de los veranos posible.