José Antonio Ochaita, el dramaturgo


Antonio Burgos recuerda que Ochaita fue conferenciante, ensayista, autor teatral, folklorista, recitador y  ganador de muchos premios poéticos.

(Jadraque 8 de agosto de 1905; Pastrana 18 de julio de2003), figura en las principales antologías poéticas como uno de los más destacados poetas del siglo XX.

De el escribe  Antonio Burgos en su libro Rapsodia Española, Antología de la poesía popular, que “Tocayita era cultísimo, sabía latín en el sentido estricto de la palabra. Tenía una gran formación humanística clásica. Conferenciante, ensayista, autor teatral, folklorista, recitador brillante.Ganador de muchos premios poéticos, correspondiente de muchas academias. Los que le oyeron declamar sus propias poesías cuentan que era un prodigio de comunicación similar al de García Lorca”

Había escrito más de seiscientas canciones, la mayoría con Xandro Valerio (1896-1966) y Juan Solano (1921-1992) como cinco farolas o el Porompompero y otras con Rafael de León (1908-1982) y Antonio Quintero(1899-1988),La Lirio y Eugenia de Montijo entre ellas,descubridor de artistas famosos como Rocío Jurado (1946-2006),Manolo Escobar (1931-2013), Antoñita Moreno(1930), Marisol Reyes (1932-1999), Dolores Vargas (1936-2016), Gracia Montes(1936)… Fue autor de libros de poemas como Turris Fortissima, Desorden, Poetización en Jaén. En el año 1998 la Diputación y el Ayuntamiento de Guadalajara publicaron su Antología Poética. Estrenó 28 espectáculos musicales y dramáticos como Antonia la cantaora, El puñal y la rosa, La niña de la paloma, Ronda ya tiene torero o Sortija de oro. Escribió más de veinte obras de teatro, muchas de ellas en verso, siendo en este sentido uno de los últimos escritores que al estilo de los clásicos a los que tanto admiraba utilizó esta forma literaria. De esa veintena de obras de teatro voy hacer mención de aquellas que fueron más destacadas, con un elemento común, el amor, el desamor, el engaño, la traición, siguiendo la línea marcada por Federico García Lorca.

Así entre las obras en verso destacan Cancela, escrita junto a Rafael de León y estrenada en el Teatro Calderón de Madrid el día 28 de noviembre de 1941, siendo sus principales interpretes María Fernanda Ladrón de Guevara (1897-1974) y su hija Amparo Rivelles (1925-2013), y en el que en ese juego realidad fantasía, que tanto le gustaba a Ochaita, una Cancela, la puerta de hierro que cierra la casa pero deja ver el interior es protagonista de la obra. En la casa viven dos hermanas Mariana, soltera y Consuelo, viuda  y sus hijas Reyes e Inés, aunque después se averigua que Reyes era hija de Mariana y se había ocultado para evitar el escándalo, terminando la obra cuando las dos jóvenes se casan y Mariana ingresa en un convento.

En Doña Polisón, obra en verso, estrenada en el teatro Reina Victoria de Madrid el 13 de abril de 1941, a Doña Carlota se la conoce con el nombre de doña Polisón  por llevar habitualmente  ese armazón que en el siglo XIX se ponían  las damas para abultar el vestido o la falda por detrás. Estaba interpretada por la compañía de Gaudencia Salcedo y José Miguel Rupert y al estreno acudió el premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente (1866-1954), gran amigo de Ochaita. Es esta una comedia en que se pone de manifiesto, más que en ninguna, la mezcla de realidad y fantasía, siendo difícil percibir cuando se produce la una o la otra, obra con un elenco de catorce actores.

Mi prima la Ursulina,también en verso, escrita junto con Rafael Duyós (1906-1983) se estrenó en el Teatro Principal de Zaragoza el 28 de noviembre de 1941,interpretada también por María Fernanda Ladrón de Guevara, en la que Silvia , la ursulina sale del convento para irse a vivir con su tío el marques de Villahuri. Después de una trama en la que no faltan la traición, el engaño y el enredo, Silvia acaba casándose con  su primo Leonardo, hijo del marques.

    Esta obra de teatro que  tiene por escenario  un palacio tiene parecido argumento en la novela de José Antonio Ochaita La dama de media Almendra que se desarrolla en una casona de la ciudad medieval de Aguenza, (siempre recordando a su tierra, ya que todo parece llevarnos hacia la ciudad episcopal de Sigüenza),escenario en el que también se desarrolla la acción de otra obra de teatro en prosa La caracola.

En ella dos hermanos, Alejandro y Antonio, sin saberlo, están enamorados de la misma mujer Helena Crawford. Antonio llega a la casa de su padre a presentarle a Helena  con la que va a casarse, pero esta al ver a Alejandro, que no sabía era hermano de Antonio, huye con él. Al final todo concluye felizmente, reconciliándose los dos hermanos, casándose Alejandro con Helena y Antonio con Marta de la que siempre estuvo enamorado.

La Honrada es otra comedia en verso y en tres actos. La escena transcurre en Sevilla en 1880, obra también de corte lorquiano, en la que una mujer, Caridad, se olvida del amor de un marino Álvaro, y aprovechando su ausencia se casa con Javier. El marino regresa, la ve casada con otro hombre y los dos se pelean por el amor de la mujer. Álvaro muere como consecuencia de las heridas que sufre y Javier huye de la ciudad.

En 1947 Ochaita escribió La mala boda.La acción tiene como escenario Granada, en la comedia Manuel, el padrastro, se enamora de Nardo la hijastra, de la que también está enamorado un joven, Federo. Nardo y Federo planean matar a Manuel, pero es Manuel quien de un disparo de escopeta deja malherido al joven, que en la trama se descubre es también hijo de Elvira,  la madre de Nardo. Para que Manuel se olvide de Nardo se prepara la mala boda entre Nardo y Federo que son hermanos, boda  que no llega a realizarse, terminando el drama con Elvira muriendo en brazos de Manuel.

También fue una obra importante de teatro de José Antonio Ochaita “Mariah del Amor”, comedia en verso, costumbrista, estrenada en el teatro Infanta Beatriz de Madrid e interpretada por dos de los actores más famosos de aquella época, Lina Yegros (1913-1978) y Félix Dafauce(1896-1990).

En La Dama Palida, comedia en prosa en tres actos escrita por Ochaita y José Ojeda, obra de intriga, en  la que uno de sus personajes el príncipe Alberto muere en una sesión de espiritismo, no se sabe quién lo ha matado de los que estuvieron en ella pero todos huyen, mirándose  y recelando. Al final uno de ellos Vladimiro Alovsky confiesa que ha sido él. Al final hay un enredo amoroso y la comedia termina cuando el ilusionista Luis Clay consigue el amor de Alma, soprano que había sido amante del príncipe Alberto.