José Miguel Ángulo: “Intento fotografiar a los animales lo más cerca posible, pero he vivido momentos delicados”

08/01/2024 - 13:21 Javier Ezquerra

Ingeniero aeronáutico de profesión, José Miguel Angulo Manso sufrió un flechazo hace 25 años, cuando le prestaron una cámara y se enamoró de la fotografía. Desde entonces no ha parado de ‘disparar’ fotos. En los últimos años ha realizado dos viajes a Kenia, donde ha podido ver y fotografiar a los animales en libertad. Jirafas, leones, hienas o elefantes son algunos de los protagonistas de su primer libro, ‘The Giants Whisper’.


    ¿Cómo empezó en el mundo de la fotografía?
    Pues fue algo muy casual porque yo estaba de vacaciones en Santander y coincidí con un compañero de la universidad que tenía una cámara y se la pedí prestada un par de días. Entonces me enamoré de la fotografía. Fue un flechazo, y ese mismo verano estuve trabajando para ahorrar un poquito de dinero y comprarme mi primera cámara, así empezó todo.


    Empezó haciendo fotografías de paisajes y viajes.
    Así es, empecé haciendo mucha fotografía de paisaje, pero en los últimos siete u ocho años he empezado a hacer fotografía de retrato con modelos allí en Alemania y es algo que también me gusta muchísimo.


    ¿Cuál prefiere?
    Es diferente. Me gustan las dos. La fotografía de viajes me gusta mucho por el tema de visitar esos lugares tan bonitos, así como visitar nuevos países y nuevas zonas.  En cuanto a la fotografía de retrato, he tenido la suerte de trabajar con gente muy profesional y es un reto porque quizás es un poquito más difícil para mí. La luz, captar la esencia de esa persona...pero las dos me parecen fascinantes, me gustan mucho.


    ¿Qué tiene la fotografía que engancha tanto?
    A mí me parece que es muy adictivo porque es un espacio de libertad donde te puedes desarrollar sin ningún tipo de límites. Es una forma de expresarte, de entrar en contacto con tu medio y de crear contenido, de interpretar la realidad que ves a tu alrededor. Pero sobre todo, es un espacio de libertad donde no hay límites, y en una sociedad donde todo son normas, todo son restricciones y obligaciones, es un sentimiento muy, muy agradable. No es fácil, más si quieres hacer fotografía de calidad, pero cuando los resultados van llegando es muy gratificante. Para mí, la fotografía es la libertad y la capacidad de entrar en contacto con tu medio, tu entorno, tus paisajes o personas, e incluso la fauna salvaje de una forma diferente.


    Cómo saca tiempo para dedicarse a la fotografía.
    Es muy difícil porque mi trabajo de ingeniero es muy, muy exigente , pero lo consigo quitándome horas de sueño y vacaciones, fines de semana y con mucho, mucho sacrificio, pero al final es lo que me gusta, es mi pasión y estoy muy contento de poder hacerlo.


    Define su fotografía como “fotografía de calidad”. ¿Podría desarrollar este concepto?
    Digamos que la fotografía hoy en día es algo muy universal, está al alcance de todo el mundo y está, digamos, muy sobresaturado. Hay mucha gente, en mi opinión, que buscan más la popularidad, la fama o algo así. Yo busco la calidad y fotografías que realmente sean de valor. Me fijo en fotógrafos que para mí son muy buenos e intento dar esa calidad a mi fotografía, algo que requiere muchísimo trabajo. No es tan sencillo como darle un clic a la cámara. Hay muchas horas de estudio detrás, muchas horas de trabajo, muchos fallos, mucho sueño y mucho cansancio, pero intento buscar ese camino de la calidad, que las fotografías tengan alma, que tengan sentimientos, que expresen emociones, que técnicamente estén hechas lo mejor posible. Pero no es fácil, para eso hay que tener muchísima dedicación.


    Esa dedicación la ha puesto en su primer libro, ‘The Giants Whisper’, que cuenta con cerca de un centenar de fotografías de sus viajes a África y textos que cuentan sus vivencias.
    En el libro cuento cómo surgió la idea de viajar a África, a Kenia, y todos los pasos que tuve que dar para hacer el libro, aunque en principio no tenía idea de hacerlo, iba solo a fotografiar, pero después de mi primer viaje decidí viajar de nuevo a Kenia, tras ese segundo viaje vi que tenía suficiente material como para hacer algo más y así surgió la idea, de manera natural. En el último año he estado trabajando en el libro y estoy muy contento la verdad. Hasta ahora, todos los comentarios recibidos de gente que ha comprado el libro han sido  muy positivos y estoy muy contento.


    Cómo es la experiencia de fotografiar y estar tan cerca de los animales en libertad.
    Intento fotografiar a los animales lo más cerca posible, pero hay que tener en cuenta el tema de la seguridad, y para eso cuento con mis guías, que trabajan con alguno de los mejores fotógrafos del mundo, y es un trabajo en equipo para realizar las fotografías de los animales lo más cerca posible. A mi me gusta fotografiar desde el suelo, y por ejemplo, en el caso de los elefantes, se acercan a ti porque son curiosos o quieren comprobar que no eres una amenaza, pero también he tenido experiencias poco agradables. Por ejemplo, el año pasado con Craig, que es uno de los mayores elefantes del mundo, empezó a caminar hacia mi y no me podía mover, lo tuve justo delante mío, a escasos centímetros, y la verdad es que fueron momentos delicados, bonitos, pero muy delicados.


    ¿Es difícil mantener la calma en esos momentos?
    Hay que mantenerla porque si te mueves, pues puede ser trágico. Aún así, mi experiencia con los animales, con muchos de ellos, es que ellos no atacan si tú no les provocas, les agredes o no perciben una amenaza. 

 

  Craig es un elefante casi único, poder fotografiarle será un lujo.
    Es uno de los pocos Big Task, es decir, cuyos colmillos tocan el suelo. Quedarán unos 20 en todo el mundo, y era un reto. Tuve la suerte de que, con la ayuda de mi guía y los Masái, lo localizamos, y compartirmos algunos momentos muy intensos y muy bonitos con él. 


    Con este libro también quiere ayudar a cuidar el ecosistema de África. 
    Si, para mí viajar a África y ver a los animales en libertad ha sido una de las experiencias más bonitas que he tenido, pero es un ecosistema que está en peligro y que todos debemos proteger. Con el libro intento crear conciencia y mostrar al público esa belleza y riqueza. Quiero intentar que la gente comprenda que debemos protegerlo y también quiero ayudar a la población local de los Masái, porque me han ayudado mucho a realizar gran parte de las fotografías que hay en el libro y es gente con un gran corazón. El año pasado lo pasaron mal debido a la extrema sequía que hubo en África, y es necesario ayudarles. Además, me sorprende lo felices que son con tan poco, siempre sonríen a pesar de tener muy poco, y eso es toda una lección de vida.