Juan Pedro Domecq Morenés: "Es un orgullo que Morante siga confiando en mis toros"
La corrida de Brihuega es "bonita, armónica, varieda de pelo y abierta de sementales", afirma el prestigioso ganadero.
El criador de reses bravas Juan Pedro Domecq Morenés repite como ganadero en Brihuega. En sus hombros recae el eslabón de la cuarta generación de ganaderos con el mismo nombre, desde que su bisabuelo adquiriera los Veraguas en 1930 para convertir el hierrro en uno de los encastes modernos que hoy marcan de manera importante la cabaña de bravo.
¿Cómo vivió desde su faceta de ganadero la corrida de la reaparición de Morante en Jerez el pasado sábado?
Es un orgullo que un genio de la talla de Morante siga confiando en mis toros. En Jerez no tuvo su lote y fue Padilla quien se llevó los mejores toros en su despedida de Jerez. ¡Ojalá en Brihuega le toque a Morante en suerte un toro que embista y veamos un triunfo de un torero de época!.
Nunca ha ocultado su debilidad por Morante.
Es uno de los toreros por los que siento admiración y sueño con que en Sevilla pueda cuajar una faena histórica con alguno de mis toros. Tiene algo especial que le hace diferente y me siento identificado con él.
No tiene que ser fácil digerir desde el punto de vista ganadero la responsabilidad ante un evento de esta envergadura. Desafortunadamente, los toros no hablan para que los ganaderos nos podernos defender y las corridas muchas veces son vistas como medios vasos. Parte de la crítica tienden a ver siempre el vaso medio vacío, aún cuando siempre hay cosas positivas que destacar. De la corrida de Jerez se puede destacar el éxito de Padilla, aunque en las manos de Morante no cayó el mejor lote, pero si llega a matar al segundo le corta una oreja. A mi me entristece que siempre vean mis corridas con el medio vaso cuando hay cosas muy importantes que se han hecho con mis toros.
En sus palabras se intuye cierto resquemor hacia la crítica taurina.
No hacia toda. Hay críticos que saben ver los toros, pero hay muchos que se amparan en aforismos sin sentido. Creo que es un flaco favor para la tauromaquia y lo que hay que hacer es una lectura positiva de las cosas. Para torear bien, el toro tiene que embestir de una determinada forma y yo creo que es imposible torear bien si el toro no tiene ritmo. Y si no, que se lo pregunten a los toreros.
Se deduce entonces que el ritmo de la embestida es su máximo criterio de selección ganadera.
Por supuesto que el toro tiene que tener una potencia y una forma física, porque sin eso no puede desarrollar ni el ritmo ni nada. Es por lo que estoy trabajando y poco a poco van saliendo toros que tienen esa potencia, tal como ocurrió el otro día en Jerez con el toro que le tocó a Padilla en su despedida. Es el toro que busco y estoy seguro que cada día saltarán a las plazas más ejemplares en esa línea.
Uno de los principales problemas de la camada de Juan Pedro de este año parece ser la falta de fuerza. ¿A qué puede ser debido?
Creo que el manejo no ha sido el correcto, pero estoy seguro de que las corridas y el conjunto de la ganadería van a ir mostrando mayor poder. Los tentaderos son la prueba de fuego, pero luego hay que acertar con el manejo, que no siempre se consigue.
En un hierro de tan largo fondo como el suyo, con varias dinastías dedicadas a la crianza del toro, ¿qué momento profesional vive? Aunque suene a tópico, creo que la ganadería está en un buen momento. Buscamos un toro con más fuerza y vigor, pero con el estilo de los grandes toros que ha echado nuestra ganadería. Ya están saliendo muchos ejemplares y en todas las corridas salen buenos toros. Si analizamos nuestra temporada 2018, en Castellón hubo dos toreros a hombros, en Valencia también salieron dos toreros a hombros con una de las mejores faenas de Ponce en su historia, en Sevilla faltó poder, pero hubo un gran toro que le tocó a Manzanares y en Jerez, Padilla salió a hombros, Manzanares cortó una oreja y Morante podría haber cortado otra. Hay pocas ganaderías que muestren esta regularidad y estoy convencido de que al final de la temporada será una de las ganaderías de mayor regularidad.
Llama la atención que las críticas y fichas técnicas de las reseñas de algunas de estas corridas describen sus corridas como flojas, inválidas y descastadas.
Como ya he dicho, parte de la crítica adolece de criterio real y cuenta cosas diferentes a lo que ocurre en el ruedo. Cada uno, que argumente sus razones cuando el resultado es otro. Gracias a Dios, a mí los resultados me avalan.
¿Podemos, por tanto, concluir que se encuentra satisfecho con la temporada?
Yo siempre aspiro a más, pero para torear bien los toros tienen que embestir de una determinada forma. Yo me fijo en que el espectáculo sea bueno y el público se divierta. Determinado sector de la crítica lo ha visto de una forma, pero los públicos lo han visto de otra. Eso es lo ilógico.
Regresa como ganadero a Brihuega con un cartel de auténtico relumbrón.
Al cartel no se le puede poner ni ‘un pero’. Son tres figuras del toreo y deseo que los toros pongan de su parte para que los tres toreros salgan en hombros. Por eso trabajo todos los días.
¿Qué referencias nos puede adelantar acerca de la corrida que viene a Brihuega?
Es una corrida muy bonita y armónica. Luego, el toro siempre es un misterio. La corrida es muy similar a la del año pasado, aunque con matices. Es una corrida con toros negros y colorados, abierta de sementales.
Podríamos decir que la Corrida de Primavera de 2017 supuso, de alguna manera, su debut como ganadero en Brihuega.
Como ganadero sin estar vivo mi padre, me anuncié en Brihuega en 20l2, pero la suspensión previa hizo que no se lidiara la corrida. Personalmente, puedo decir que debuté el año pasado y espero que este año sea mi consolidación.
¿Qué impresión se llevó del ambiente con que Brihuega acoge esta corrida?
Es un pueblo maravilloso y un enclave paradisíaco. Se cuidan mucho los detalles, hay gran afición y para cualquier ganadero es un lujo lidiar en Brihuega Me siento honrado por ello.
Manifestaba el empresario José Luis Viejo que tenía la deuda de repetir su corrida por lo bien que le había tratado.
Yo intento ayudar cuando la ocasión se presta y acomodarme a los tiempos y a la respuesta del público. Intento poner mi grano de arena para que el espectáculo sea el mejor. Con José Luis siempre me he entendido porque es transparente y directo.
Tres días antes de Brihuega, le aguarda la cita de San Isidro (jueves 17 de Mayo), en la que lidiará una corrida de su hierro.
Madrid es una plaza tremendamente exigente con un toro de volumen fuera de lo común. Quizá excesivo. Pero es la ‘Champions’ del toreo, el gran puerto de montaña y hay que pasar por ello. La corrida de este año es fuerte y no se parece en nada a la del año pasado en cuanto a sementales. Vienen cinco de Juan Pedro y tres de Parladé y al final se decidirá qué seis toros son los que saltan al ruedo.
Unificación de hierros En los últimos años, la corrida de Parladé -segundo hierro de la casa Juan Pedro- se había convertido en habitual en la Feria de San Isidro. Sin embargo, este año no será así. “Me siento honrado porque en los pocos años que he trabajado con Parladé, he conseguido un azulejo en Las Ventas, pero a partir de ahora sólo lidiaré toros de Juan Pedro. Tener hoy en día dos ganaderías cuando la tauromaquia es la mitad no tiene sentido por capacidad ni tampoco el mercado lo admite. He ido reduciendo poco a poco y solo voy a herrar con Juan Pedro porque creo que tiene mayor sentido que me centre en lo que soy”, apunta el prestigioso ganadero. ¿Cómo define el toro que persigue? “Un toro con poder y movilidad, pero que embista con ritmo. Yo aspiro a que mis toros los toreen los mejores toreros de cada momento y ellos lo que buscan es un toro con temple y clase. También el público, que es libre, marca la tendencia con las corridas que demanda”, responde Juan Pedro. La camada de Juan Pedro se compone de 16 corridas en 2018 y después de Brihuega, lidiará en Nîmes, Córdoba, Istres, Málaga, Murcia, Albacete y Sevilla en San Miguel, entre otras plazas.