La cabalgata estática consiguió llevar la ilusión de los Reyes Magos a los pequeños

06/01/2021 - 11:32 M. M.

Durante cuatro días, los vecinos de Guadalajara han podido ver el mundo mágico que ha sustituido a la tradicional Cabalgata de Reyes; los niños han disfrutado, se han sorprendido y han tenido la oportunidad de hablar con ellos. A los pequeños les ha gustado y los padres consideran que ha sido una buena alternativa. También valoran la iluminación navideña y, sobre todo, la de los jardines del Infantado.

A pesar de las restricciones y las limitaciones de movilidad, los Reyes Magos, han podido llegar a los hogares de Guadalajara. Contaban para ello con el salvoconducto oficial entregado por el Ayuntamiento de la capital. Este año no lo han hecho con la habitual cabalgata que recorría el centro de la ciudad para saludar a todos los niños y niñas y recibir las últimas cartas. Pero la alternativa preparada por el Consistorio ha conseguido llevar, igualmente, la ilusión a todo los pequeños que han querido acercarse a verlos en la carpa instalada en la calle Toledo. Los niños lo han vivido con los mismos nervios y se han dejado sorprender por este mundo de fantasía montado en una carpa de 70 metros de largo. Su sonrisa a la salida lo decía todo.

Desde el pasado día 2 y hasta ayer, día 5, la cabalgata estática ha sido un continuo fluir de visitantes, siempre guardando las medidas de seguridad y las limitaciones de aforo. Han sido seis pases diarios, tres por la mañana y tres por la tarde.

A la entrada se guardaba el turno por grupos familiares. Recordamos que cada ticket servía para cuatro personas. Cruces pintadas en el suelo marcaban dónde colocarse para poder respetar cierta distancia de seguridad y los monitores daban indicaciones cada pocos pasos sobre la necesidad de mantenerse separado de los grupos anterior y posterior.

Antes de entrar, a las puertas de la carpa, un ‘patrullaso’ (payaso de patrulla, según se encargaba de explicar a los niños) hacía las veces de maestro de ceremonias saludando a los visitantes, y junto a él el obligatorio gel hidroalcohólico, aunque con guantes incluidos para hacer frente a la temperaturas de estos días se hacía prescindible.

Una vez en la carpa y con los niños y niñas muertos de impaciencia por ver a Sus Majestades de Oriente, continuaban las medidas de seguridad frente al covid. Una pantalla levantada sobre un típico paisaje navideño con árboles decorados y animales se encargaba de recordarlas en el que era el primero de los siete escenarios que componían el espectáculo. A partir de aquí comenzaba realmente el mágico mundo de los Reyes, pequeñas representaciones de apenas unos minutos, sobre temáticas variadas: un circo, con piruetas y magia; una peculiar orquesta navideña con artistas vestidas de vivos colores que animaban al público a bailar y cantar con ellas; una muestra de artefactos que parecían desafiar las normas físicas o ¿era solo una ilusión?; la oficina de correos para recibir las cartas reales, y donde se podían depositar las últimas misivas para Sus Majestades; una espectacular máquina a modo de fábrica de regalos y, por fin, los Reyes Magos, acompañados de sus pajes. Cada escenario estaba separado y frente a él unos rectángulos marcados en el suelo indicaban dónde debía colocarse cada grupo, un máximo de seis por pase.

Evidentemente, no es lo mismo que otros años, pero ‘El mágico mundo de los Reyes Magos’ ha conseguido cumplir con la cita. Los niños han disfrutado y han podido ver a Gaspar, Melchor y Baltasar, e incluso se han podido acercar a hablar con ellos, cinta de seguridad de por medio, aunque no hayan podido sentarse en su regazo. Los pequeños salían contentos y sonrientes. Ellos han comprendido perfectamente las limitaciones de este año.

Así lo ha vivido el público infantil

A la salida nos lo confirmaban algunos de ellos. Lucía señalaba que ha sido “una oportunidad para que los niños vean a los Reyes y se lo pasen bien como todos los años en la cabalgata y que no se suspendiera”. En el mismo sentido Martina reconocía que “como no se podía hacer como otros años, así al menos la hemos hecho de otro modo”.

A ambas les ha resultado “muy chula” esta insólita cabalgata, al igual que a María, a la que le ha sorprendido todo el montaje, porque “me esperaba solo los Reyes, darles la carta y ya está, no con tantas actuaciones”; la que más le ha gustado es la fábrica de regalos.

A Manuel, más pequeño, le ha gustado todo, sobre todo las piruetas que hacían los acróbatas del circo, aunque cuando ha llegado el momento de la verdad, ha pasado, esta vez sí, como todos los años, no se ha atrevido a acercarse a los Reyes.

Los cuatro han visitado también los jardines del Infantado. La iluminación y decoración les han resultado muy bonita y sorprendente, al igual que la de la Plaza Mayor y la de toda la ciudad.

Los adultos opinan

Los adultos no se han quedado atrás y también han disfrutado, sobre todo viendo como lo hacían sus hijo. Y aunque hay opiniones para todos los gustos sobre la ubicación, en la calle Toledo, lo cierto es que la proximidad a la ciudad y el no tener que cruzar la A2, visto el tráfico que ha habido estos días para acercarse al centro comercial, ha sido un acierto.

María Jesús considera que la cabalgata estática ha sido una opción muy buena ante la ausencia de la tradicional y la ubicación le parece correcta; “ha sido una oportunidad para los niños para ver a los Reyes y llevarles la ilusión”. De “impresionante” ha calificado la iluminación general de la ciudad, “toda Guadalajara está preciosa, incluso barrios que antes no se iluminaban y apetece un montón pasear”, y opina que las luces del Infantado deberían estar todo el año.

Para Lúa ha sido “muy entretenido, algo que les hacía falta a los niños, muy dinámico para que no se aburran y muy bien”. En cuanto a la ubicación señala que “para aparcar no es la mejor zona pero al final hay que buscar un sitio y donde lo hayan puesto bien está”. De la decoración navideña lo que más le ha gustado la iluminación de los jardines del Infantado y de la plaza del Ayuntamiento.

Juani afirma que “ha estado bien para los niños, hacían falta en Guadalajara cosas como estas porque otras navidades son muy sositas… La ubicación me parece bien porque se puede entrar a la ciudad por dos sitios. La iluminación muy bonita”.