“La Casa del Pueblo es una espinita que tenemos los ‘ugetistas’ de Guadalajara”
El nuevo secretario general de UGT, Juan Antonio Pendás, apunta a “múltiples factores” en las altas tasas de siniestralidad.
Vinculado al sindicato desde los años 90 y con la experiencia de haber sido alcalde de Pioz durante un mandato, Juan Antonio Pendás es desde marzo el secretario general de UGT en Guadalajara. Son muchos los retos que se ha marcado en su agenda y entre ellos está recuperar la Casa del Pueblo de Guadalajara.
El pasado 24 de febrero fue usted elegido secretario provincial en un congreso en el que también optaba a seguir al frente del sindicato Alejandro Poracho. ¿Cómo vivió esa victoria y, sobre todo, qué le llevó a dar ese paso?
En principio, yo no tenía intención de presentarme a secretario general, aunque mi relación con el sindicato se remonta al año 1994. Contactaron conmigo algunas personas que me conocían quizá también por la labor en el Ayuntamiento de Pioz. Querían un cambio de rumbo en el sindicato y me propusieron liderar una candidatura alternativa. Y vi que era un proyecto de personas muy competentes y muy comprometidas y eso es lo que me llevó a dar un paso adelante.
¿Hay unión ahora mismo dentro del sindicato aquí en Guadalajara o hay que limar alguna aspereza?
En principio hay bastante unión; siempre hay alguna aspereza que limar, pero ahora mismo hay bastante unión y el ambiente de trabajo es muy positivo.
¿Cuál es su relación con el anterior secretario general?
No conocía a Alejandro, pero posteriormente hemos coincidido en varias ocasiones. La puerta está abierta para lo que necesite de mí. Sin ningún problema.
Como ha comentado antes, usted viene de la política local, pues ha sido alcalde de Pioz por Podemos y sigue en el Ayuntamiento como concejal en la oposición. ¿Qué le aporta esta experiencia a la hora de liderar el sindicato?
Principalmente me aporta en la labor de gestión, en este caso, de un organismo público, de ideología afín, por supuesto. Mi labor sindical es anterior a la política, pero hay intereses comunes de defensa de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras. Y también me ha enseñado a liderar un grupo de personas con un objetivo común.
Guadalajara está a la cabeza de la tasa de de accidentalidad laboral a nivel nacional. ¿Qué cree que está fallando?
Es algo multifactorial, por supuesto, y estando por encima del resto de provincias de España, está claro que fallan muchas cosas, no solo una. Por parte de la administración, hace falta personal, más inspección y más técnicos. Y es necesario que ese personal que se cubra tenga una estabilidad, porque muchas veces se trasladan rápidamente a otra provincia, concretamente a Madrid. Eso hace que haya atasco de expedientes y falta de continuidad. Y, por otra parte, hace falta más cultura de la prevención. Casi la mitad de los accidentes en el trabajo se producen en empresas de menos de 50 trabajadores. Y la mayoría de las muertes tienen lugar en pymes. Allí donde no hay una representación sindical, parece que falta esa cultura de la prevención. Es cierto que en los datos del año 2024 se registra una leve mejoría en cuanto a accidentes leves, pero por el contrario los graves y muy graves se duplicaron. Por tanto, se ensombrece esa mejoría que teníamos en los leves.
La pasada semana se aprobó en Consejo de Ministros la tan esperada reducción de la jornada laboral con el respaldo del Ministerio de Trabajo y los sindicatos y el rechazo de la patronal. ¿Triste de no haber podido llegar a un entendimiento?
Habría sido muy positivo e importante que la patronal no se hubiera bajado de las negociaciones. De hecho, por parte del Gobierno se ofrecían ayudas sobre todo a pymes, que eran las empresas que podían pasarlo peor en sectores como la hostelería. Y la patronal, al bajarse de las negociaciones, rechazó este tipo de ayudas. Yo creo que la reducción de la jornada laboral, contrario a lo que cabe pensar, va a ser un motivo de activación o reactivación de la economía. Porque está claro que, al tener más tiempo libre, hay más ocio y más consumo. Al haber más consumo se genera mayor riqueza. Y esa reducción va a aliviar mucho ese estrés laboral que hay hoy en día. Y qué decir de la conciliación de la vida familiar. Incluso puede contribuir a reducir esa siniestralidad.
¿Y cuál es el siguiente paso? ¿Cómo se van a adaptar los convenios y las empresas?
Ahora mismo, en muchos convenios y negociaciones se estaba esperando a la reducción de la jornada. Y después habrá que trasladar esa mejora a esos acuerdos. Es cierto que hay sectores que ya tienen esa jornada e incluso están por debajo. Pero qué duda cabe que esa reducción va a arrastrar a una mejora en cuanto a la reducción de jornada en todos los sectores.
¿Qué convenios están pendientes en la provincia de Guadalajara para este 2025 o para 2026?
En 2026 tenemos que negociar el de la logística, que es un convenio importante. Ahora mismo está pendiente el de panaderías; el de madera está a punto de finalizarse; y la construcción también.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre contabilizó 16.200 parados en la provincia de Guadalajara. ¿Son cifras soportables?
Guadalajara no se encuentra mal en ese sentido si la comparamos con muchas otras provincias españolas. La oscilación es muy leve respecto al resto de provincias de la región. Y en la comparativa con el último trimestre de 2024 hay un ligero descenso en el desempleo. Creo recordar que hay un aumento en la industria y en la agricultura, un descenso importante en la construcción y también en los servicios. Y quizás, lo que yo valoraría como más negativo, es que, a pesar de que el paro desciende, aumenta en el colectivo de mujeres.
Hablemos de paz social, un asunto que funciona en Guadalajara gracias al buen acuerdo entre patronal y sindicatos. ¿Qué conflictos laborales hay actualmente en la provincia?
La huelga en Bormioli Rocco no ha llegado a resolución todavía, así que tenemos esas concentraciones. Aunque lo más sangrante es el tema del transporte sanitario. Tienen el convenio sin renovar desde 2023, además de que los sueldos venían de 2012. Y la jornada laboral es de 1.800 horas y están haciendo 2.184. La administración tiene que tomar cartas en el asunto y resolver este conflicto. No están pidiendo más que el respeto del acuerdo de una subida de un 10 por ciento en tres años, que es lo que se está firmando en el resto de sectores y de convenios. Así que todo mi apoyo y solidaridad con los trabajadores y trabajadoras del transporte sanitario. No hace mucho eran los héroes que salvaban vidas en plena pandemia y ahora los tenemos un poco abandonados.
¿Qué sucede con los permisos retribuidos, responsables de gran parte de los asuntos tratados por el Jurado Arbitral Laboral en nuestra provincia?
El artículo 37-3b del Estatuto de los Trabajadores reconoce ese permiso de cinco días por hospitalización o enfermedad de familiar. Y es curioso que cuando eran dos días no había esta conflictividad. Pero siempre que hay una mejora sustancial en los derechos de los trabajadores y trabajadoras, hay otra parte que reacciona y llama al conflicto. Recientemente, en UGT hemos ganado un par de sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la sala Social en Castilla-La Mancha, y son muy claras: la empresa tiene derecho a exigir el hecho causante y el grado de parentesco, no más. Pero ahora se están exigiendo justificantes diarios por parte de algunas empresas, justificar que otra persona no puede hacerse cargo, etc. En fin, el tribunal es claro en ese sentido, con lo cual entiendo que la conflictividad debería cesar ya. Sin embargo, desafortunadamente la semana pasada tuve que estar en un jurado arbitral por esta misma causa.
¿Y qué pasó con esos permisos retribuidos de ocho semanas para padres que hasta el momento no son retribuidos y la Unión Europea dice que han de serlo?
Yo creo que se nos llena la boca al hablar de Europa, de sus avances y de que somos europeos, pero luego estamos reacios a aplicar la normativa con la sensibilidad europea. Lo mismo sucede con el despido. El despido improcedente en España es muy fácil y muy barato. Y la Carta Social de Derechos Europeos nos viene diciendo desde hace mucho tiempo que hay que regularlo. Al hilo de este tema, recuerdo que, cuando nació mi hijo menor hace 25 años, yo sólo tuve dos días de permiso. Por tanto, era difícil la corresponsabilidad. Pero ahora nadie puede oponerse a estas mejoras, pues son de sentido común y de humanidad.
En cuanto al sindicato UGT aquí en Guadalajara. ¿En qué número de afiliados se encuentra?
Estamos en unos 6.700. El progreso estos últimos años de la afiliación ha sido muy positivo, así como el número de delegados y delegadas; la verdad es que las federaciones han hecho un trabajo elogiable.
En alguna de sus últimas intervenciones ha hecho referencia a su intención de recuperar la Casa del Pueblo aquí en Guadalajara. ¿Cómo se encuentra este asunto?
Es una espinita que tenemos clavada todos los y las ugetistas de Guadalajara. Y no solo nosotros, ya que muchos vecinos así me lo han hecho saber, pues aún guardan ese recuerdo histórico de la Casa del Pueblo ahí en la Plaza de Santo Domingo. Personalmente creo que hubo un cúmulo de errores, a lo mejor bienintencionados, pero no se debería haber derribado la Casa del Pueblo. Era un emblema de la ciudad que además se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que identificaba a la población de Guadalajara. He estado leyendo el expediente y vamos a crear una pequeña comisión en la que estarán presentes antiguos secretarios generales de UGT que se han prestado a colaborar. Iremos al sindicato en Castilla-La Mancha y después al confederal para intentar desenmañarar esa madeja de la Casa del Pueblo.