La ciudad del Doncel se rinde a su patrón, San Roque, en la recta final de sus fiestas

17/08/2019 - 09:33 Redaccion

Sigüenza celebraba este viernes su fiesta patronal de San Roque, con misa, en el convento de las Ursulinas, y con la procesión en honor al Santo que transcurre por las calles del barrio que lleva su nombre. En unas fiestas que están resultando multitudinarias, y que transcurren sin incidentes, anoche llegaba el turno del concierto de La Fuga. El grupo de rock cántabro congregó en la Plaza Mayor de Sigüenza a más de tres mil personas para escuchar su rock sincero y contundente.

Pedro (voz y guitarra), Nando (guitarra) y Edu (batería), presentaron en directo su disco “Humo y Cristales”, noveno disco de estudio y “Mientras Brilla La Luna”, doble CD y DVD en directo ante miles de fans que llenaron por completo el lugar.

Esta mañana, poco antes de las doce de la mañana, sonaban las campanas de la Iglesia Monasterio de las Ursulinas, llamando a la Misa. En un lateral, y como cada año, los miembros de la Rondalla de Sigüenza ponían la banda sonora de la celebración, adaptando algunos de sus temas clásicos a la solemnidad del momento. Guitarras, bandurrias y voces le dieron a la ceremonia ese sonido tan particular, que siempre tiene.

Como cada año, y pese a que el templo tiene una gran capacidad, se llenaron sus bancos, habiendo incluso gente de pie. En uno de los lados descansaba la imagen del Santo, cuyos colores destacaban aún más con las flores con las que lo habían decorado.  

Ofició la ceremonia el que es párroco de San Pedro, y canónigo fabriquero de la Catedral, Julián García. Acudieron también a la celebración las monjas ursulinas, encabezadas por la madre Asunción, de cuya presencia en Sigüenza se cumplían el año pasado los primeros 200 años.

Pasada la una de la tarde, con calor, incluso en Sigüenza, salía la procesión. De la Rondalla tomaban el relevo los dulzaineros de Sigüenza. Precedidos, en este caso, por el soniquete de la Dulzaina y del tamboril, la procesión recorrió dos de las calles más típicas y más bonitas de la ciudad, como son el Paseo de La Alameda y la que recibe el nombre del Santo.

La cruz procesional, perteneciente al Monasterio de las Ursulinas, volvía a portarla Juan Garcés, alcalde pedáneo de la localidad de Querencia. El Santo procesionó a hombros de los fieles y, en algún momento, también de miembros de la Corporación Municipal, que ha encabezado la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino. 

La devoción por San Roque, que entregó su vida al auxilio de los apestados, y al enterramiento de los muertos anónimos, arranca en la ciudad en el XVI, un siglo devastador para Sigüenza, y en general para la comarca, en cuestión de epidemias, principalmente de peste, tal y como se recuerda también en otras poblaciones cercanas, como Palazuelos.