La estación de la Navidad

20/12/2019 - 13:42 Redacción

La Navidad es en sí misma una estación que altera la normalidad de casi todo llegando además al fondo del corazón del individuo.

La Navidad marca un ritmo de vida distinto a personas, administraciones y empresas cuyas actividades se ven condicionadas por las particularidades de estas fechas. Es momento para muchos de disfrutar de unos días de vacaciones pero para otros de encontrar un empleo estacional que les permita estar activos durante unas semanas, es ocasión para que muchas mercantiles se tomen un respiro mientras cierran las cuentas anuales pero para otras de intensificar su trabajo para impulsar la cuenta de explotación por ofrecer servicios o bienes cuya demanda se incrementa por un aumento del consumo que beneficia a muchos sectores y a la economía en su conjunto. Hay cierre de centros educativos para que los estudiantes disfruten del descanso pero también apertura de servicios para permitir la conciliación familiar, procurando ocio a niños y jóvenes con iniciativas, por ejemplo, como Naviguad que llega a 44 municipios en esta edición. Muchos colectivos hacen un parón en su curso cultural o deportivo, pero ayuntamientos y asociaciones ofertan más actividades que habitualmente para disfrute de pequeños y adultos. Los problemas no cesan, el mundo continúa, los políticos buscan ese entendimiento para conseguir la investidura, pero los ciudadanos están pensando en sus desplazamientos, los encuentros con familiares y amigos, en salir a un espectáculo o al cine, en las compras, en el sorteo para el que han compartido los décimos de la ilusión, buscan, en definitiva, la desconexión de la rutina de su día a día. La Navidad es en sí misma una estación que altera la normalidad de casi todo llegando además al fondo del corazón del individuo que sufre más la soledad, la ausencia de los seres queridos, que siente el dolor de los más desfavorecidos, valora más su propio entorno afectivo y expresa deseos de paz, solidaridad, generosidad, prosperidad. Son unas fechas que lo cambian todo para que no cambie nada a su término, pero que están llenas de encanto, sentimiento, tradiciones, símbolos y de fervor para la cristiandad porque en definitiva se celebra el nacimiento del personaje histórico de mayor calado en la humanidad, aquel con el que se marcó un antes y un después de Cristo. En la provincia son ricas en costumbrismo con certámenes, actuaciones y programaciones amplias y variadas, con mucho para disfrutar. Desde Nueva Alcarria nuestros deseos de felicidad para todos.