La lluvia en Guadalajara, también es una maravilla

“También en Guadalajara, no solo en Sevilla... la lluvia es una maravilla”. Con esta breve descripción, Guillermo Mangada plasma una instantánea de la calle Mayor de Guadalajara. Un aspecto melancólico, triste, a la vez romántico, que evoca multitud de finales de película. Quién no recuerda Los Puentes de Madison o Siete bodas y un funeral. Todo lo tenemos en nuestra capital y podemos presumir, tanto si llueve, como si no.

Gentes de la tierra caminando con su paraguas. El paisaje urbano, incomparable. Contrastan a la perfección los edificios de la pequeña gran urbe, la alegría de las luces de Navidad, con la poca gente que hay en la calle insignia capitalina al amparo de la lluvia (si, bien decimos, amparo, porque, como reza el refrán, “Agua corriente no mata a la gente”).

Espectacular sutileza. Una foto, para que sea buena, no tiene por qué ser de dramas, accidentes, glaciares, montañas, etc. Puede ser algo sencillo, cotidiano, humano, recoger sensaciones, experiencias, instantes irrepetibles.... “Una imagen vale más que mil palabras”.

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