La prensa provincial hace un siglo: de la era del papel a la digital


. A principios del siglo XX convivieron hasta una decena de cabeceras de prensa escrita. En la imagen, la primera portada de Flores y Abejas, de 2 de septiembre de 1884.

Por Jesús Orea/Periodista y escritor 

Corren malos, muy malos, tiempos para la prensa en papel porque la gente cada vez compra menos periódicos impresos por varias causas, pero la primera de ellas es la facilidad y gratuidad casi total con la que se puede acceder, no solo a uno, sino a decenas de diarios digitales a través de internet y, además, con las noticias aún en caliente. No es objeto de este “Guardilón” enfrentar las ventajas e inconvenientes que para el lector tiene el fenómeno de la digitalización de la prensa, ni analizar las motivaciones y las consecuencias de este hecho que en la provincia de Guadalajara queda constatado por un expresivo dato: en la actualidad, únicamente se editan dos periódicos generalistas en papel, Nueva Alcarria – fundado en 1939, bisemanal- y La Tribuna de Guadalajara -fundado en su segunda época en 2016, semanal-, mientras que hay cerca de una decena de medios digitales nativos. Resulta significativo el hecho de que cuando nuestra provincia está alcanzando cada año, de manera progresiva, su máximo histórico de población, superando en la actualidad los 260.000 habitantes, únicamente haya dos periódicos de venta en kiosco editados en papel, mientras que, a principios del siglo XX, solo en la capital y cuando ésta apenas superaba los 10.000 habitantes, llegaron a coincidir hasta una decena de cabeceras periódicas. Bien es cierto que no todos aquellos medios eran generalistas pues en esa época era muy recurrente el hecho de que los partidos políticos y las sociedades tuvieran sus propios noticieros, más bien boletines, pero que se editaban con periodicidad, gran parte de ellos se vendían en los kioscos o por suscripción y tenían su presencia e influencia. 

Aunque más adelante nos detendremos en dar noticias de las numerosas cabeceras periódicas que se editaban en la Guadalajara de finales del siglo XIX y principios del XX, antes de hacerlo considero necesario enmarcar la situación del periodismo de aquella época en el conjunto de España y establecer algunas comparaciones entre las circunstancias locales y las nacionales. Si analizamos asuntos referidos a la prensa histórica, lo primero que debemos hacer es echar un vistazo a los índices de analfabetismo del tiempo en estudio: A principios del XX, un 64 por ciento de la población española era analfabeta. 20 años después, ese índice se había reducido al 52 por ciento, un buen dato relativo, pero que nos deja otro dramático en términos de conocimiento y culturales: hace un siglo, uno de cada dos españoles no sabía leer. En aquellos años, la ciudad de Guadalajara ocupaba el decimosexto lugar de las capitales de España con menor índice de analfabetismo, siendo el de la ciudad alcarreña ligeramente superior al 30 por ciento de la población, pero notoriamente inferior a la media nacional. En términos cualitativos y con perspectiva de género, cabe destacar que en Guadalajara era el doble el número de mujeres que no sabían leer ni escribir respecto al de hombres, algo habitual en el conjunto de España.

Siguiendo con la contextualización previamente iniciada, e estos terribles datos de analfabetismo que presentaba la España de principios del siglo XX, cabe unir las circunstancias de que la nación aún estaba resacosa y un tanto deprimida por la perdida en 1898 de las últimas colonias de ultramar, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, al tiempo que metida en cruentas y arruinadoras guerras con Marruecos -primero la de Melilla (1909), luego la del Rif (1911-1927)-. No obstante, el proteccionismo económico posibilitó que en las tres primeras décadas del siglo pasado, y pese a las grandes desigualdades sociales entonces existentes, se fuera produciendo un cierto progreso que comportaba crecimiento, lento pero sostenido, y que fue provocando sucesivos cambios de la estructura socio-económica del país.Volviendo al asunto de la prensa, en 1913, en España, se editaban 156 periódicos de información general por 586 de carácter político, mientras que 15 años después se imprimían 327 periódicos generalistas por 210 políticos. Estamos ya a finales de los años 20, en plena dictadura de Primo de Rivera, de ahí que el “generalismo” ganara a la política… permítaseme la ironía. Recordemos que Primo de Rivera aprobó en 1923 el “Decreto real para la suspensión de las garantías constitucionales y censura previa”, algo que soliviantó sobremanera a la prensa española. Desde 1883 estaba en vigor la “Ley de Policía de Imprenta” -la llamada “Ley Gullón”- que definía así lo que era un periódico: “Se entiende por periódico toda serie de impresos que salgan a la luz con título constante una o más veces al día, o por intervalos de tiempo regulares o irregulares que no excedan de 30”. Pues bien, aquella ley decimonónica era más tolerante con la prensa que la de 1923. Por cierto, en 1902, Antonio Maura quitó las ayudas a la prensa para evitar la corrupción, un fenómeno que, al menos en nuestro país, ni se crea, ni se destruye, solo se transforma, como la materia y la energía.

Formalmente,los periódicos decimonónicos solían tener 4 páginas impresas en un único pliego doblado generalmente de formato tabloide. A principios del XX, aumentaron a 8 y después a 12, siempre de cuatro en cuatro pues si lo hicieran de dos en dos sería a través de las incómodas volanderas, los pliegos de solo dos páginas. La media nacional de edición de periódicos de entonces era de uno por cada 10.000 habitantes, algo que en Guadalajara se superaba con creces, como veremos ahora, cuando relacionemos y demos algunos detalles de las cabeceras que se editaban entre finales del XIX y principios del XX en la capital de la provincia;también se editaron algunas en otros pueblos, pero hoy no vamos a referiremos a ellas:

- La Crónica (fundado en 1885, de ideología liberal y claro corte romanonista).

 

- Flores y Abejas (fundado en 1894, de inspiración política moderada en sus orígenes y que nació siendo una “Revista festiva, literaria y de Noticias”. Esta ha sido la cabecera más longeva de la historia del periodismo provincial pues su primera época se prolongó hasta1936, la segunda se inició en 1958 con el mismo nombre, y la tercera y última se inició en 1990, cuando pasó a denominarse El Decano de Guadalajara, hasta su desaparición en 2011. (Fue mi verdadera escuela de periodismo). 

 

- La Alcarria Obrera (fundado en 1906 y en cuya cabecera se autocalificaba como “periódico quincenal defensor de los intereses obreros”. Tras cerrar en 1911, su testigo lo tomó otro periódico con el nombre de La Juventud Obrera, también vinculado a la Federación de Sociedades Obreras).

 

-La Unión (fundado en 1907 y de simpatías conservadoras).

 

-La Palanca (fundado en 1910 y de tendencia conservadora maurista).

 

-El Liberal arriacense (fundado en 1914 y cuya orientación política ya queda explícita en su cabecera).

 

-El atalaya de Guadalajara (de corta vida, fundado por el médico Ángel Campos).

 

-Avante (órgano de información del PSOE, fundado en 1920 y que se editó hasta 1934. La aparición de este periódico fue el preludio del surgimiento,ya en tiempos de la República (1931-1939), de un amplio número de cabeceras locales de izquierdas y obreristas, entre ellas Vanguardia, Abril, Frente, U.H.P., Hoz y Martillo, y Ruta (comunistas), Zancadilla (Sociedad Deportiva Obrera), Comuna Libre (CNT) y el 21 de Jjulio (Juventudes Socialistas).

 

-Renovación (autocalificado como “semanario popular ilustrado” se editó entre 1926 y 1929. Esta publicación se distinguió por la proliferación de fotografías, y además de calidad, que se reproducían en sus páginas).

 

Otras cabeceras periódicas anteriores a las ya referidas, pero que compartieron mercado con ellas durante algunos años, fueron las siguientes, tres de ellas de línea editorial conservadora: La Colmena (fundada en 1902), La Región (que se editó entre 1901 y 1912) y El Eco de la Alcarria (fundada en 1903, pro-católico), y otra de amplio ideal republicano que,precisamente, tenía una cabecera con un nombre bien explícito: El Republicano (editada entre 1902 y 1905). Sin tendencia política evidente y dedicada, fundamentalmente, a la divulgación de la ciencia, la literatura, las artes, la agricultura y la industria, comenzó a editarse en 1890 la Revista Popular, dándose la circunstancia de que fue en ella donde se publicaron las fotografías más antiguas de la prensa local. Otro periódico que se editó en esa época en Guadalajara fue La Orientación.