La primera mujer arqueóloga de España halló en Naharros 16 tumbas, espadas y cráneos

14/10/2024 - 18:03 FCV

La necrópolis celtibérica de El Altillo de Cerropozo (localizada entre Atienza y Naharros) se descubrió a principios del siglo XX cuando se acometían las obras de la carretera que une el municipio atencino y Hiendelaencina con Guadalajara. De ahí afloraron varios cráneos, así como 28 objetos, entre espadas, bocados de caballo, lanzas, escudos, cuchillos, remaches, pasadores, broches de cinturón o vainas, entre las 16 tumbas que la primera mujer arqueóloga de España, Encarnación Cabré, encontró junto a su padre, Juan Cabré. Luego se enterró todo de nuevo, a varios metros bajo tierra, bajo un sembrado. Se pararon las obras y Juan Cabré solicitó, junto a su mecenas, el Marqués de Cerralbo, permiso para excavar y de esta forma rescatar todo lo que se pudo de forma meticulosa. Ahora todo este legado se encuentra catalogado en el Museo Arqueológico Nacional. Catálogo aquí

FOTO: Juan Cabré (1882-1947)

"Cuando no había mujeres que se pusieran el mono, ella se fue a excavar al Altillo de Cerropozo, a Cogotas, a Osera o a tomar dibujos de la Cueva de La Casares. Aunó ese trabajó de campo, dirigiendo las cuadrillas de excavación, con el de gabinete, porque fotografiaba, investigaba y sacaba conclusiones, convirtiéndose en la compañera de trabajo de su padre", señala la directora del Museo Cerralbo, Carmen Jiménez.

Todo el pueblo de Naharros y alrededores rindió homenaje el pasado sábado a esta mujer, Encarnación Cabré, sus logros y los de su progenitor. Pese a que las previsiones no ayudaron, esta iniciativa de la Asociación Socio-Cultural ‘Gerardo Diego’, escritor de la Generación del 27 que residió allí durante unos meses, y Mujeres de Naharros, con la colaboración del Ayuntamiento y el Centro de la Mujer de Sigüenza, así como la subvención del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, salió adelante con éxito.

Gracias a unas carpas que se instalaron en la plaza principal, se pudo celebrar la cita, a la que acudieron numerosísimos vecinos, entre ellos 27 familiares de la propia arqueóloga homenajeada. “La jornada buscó también resaltar el vínculo de Cabré con la región, quien dejó su huella al participar en las excavaciones de la necrópolis”, destaca la representante del colectivo, Lidia Barrena. “Con este acto queremos contribuir a dar vida a los pueblos de la comarca, bajo el lema de ‘Naharros vivo’”, añade.

De izq a dcha: Lidia Barrena presentando a los ponentes: Carmen Jiménez (directora del museo Cerralbo) y Ernesto García-Soto (investigador arqueológico experto en el Altillo de Cerropozo).

La directora del Museo Cerralbo, Carmen Jiménez, y el reputado arqueólogo Ernesto García-Soto participaron en el homenaje a Encarnación Cabré, ofreciendo interesantes ponencias sobre su trayectoria, así como los distintos hallazgos en el sitio arqueológico.
Durante el turno de preguntas, los vecinos se mostraron muy interesados en los detalles de este pasado, que dignifica y da vida a este pequeño núcleo serrano. Una vez solventadas las dudas, todos se desplazaron para asistir al acto de inauguración de la nueva biblioteca que lleva el nombre de Encarnación Cabré. El alcalde de Naharros, Ricardo Antón, descubrió una placa en compañía de la familia, incluyendo a un emocionado Juan Morán Cabré, hijo de Encarnación.

Una vez inaugurada la biblioteca y el nuevo mural en honor a las mujeres rurales de Naharros y la Sierra Norte, realizado por la artista Zaida Escobar, se presentó una exposición de 16 fotos en torno a Encarnación Cabré y la necrópolis sobre la que realizó sus excavaciones. Un total de 11 han sido cedidas por Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura; otras directamente por la familia, “entre las que destaca una muy bonita de padre e hija, ella con su padre, que era el director de la excavación y quien le metió el ‘gusanillo’ de la arqueología”.

En la muestra se pudieron apreciar instantáneas de los obreros, que eran de Naharros y de Atienza, lo que pone de manifiesto que “nuestro pueblo también contribuyó a salvar ese patrimonio que hoy está en el Museo Arqueológico”, señala Barrena. Además, hay una emotiva foto de la familia, cedida por el Museo Cerralbo, “que ha colaborado intensamente en el acto”. 

Más tarde, se desarrollaron varias actividades infantiles de dibujo en torno al hallazgo arqueológico y una obra de títeres.

Actuación musical de Las Kacharreras.


No faltó la música tradicional de folklore femenino de la Sierra Norte de Las Kacharreras, que puso la banda sonora a una jornada llena de cultura, arqueología y diversión. Tampoco faltó la degustación de paella con fines benéficos.

Todo, “sin olvidar que fue un evento muy centrado en la igualdad, subvencionado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, con la colaboración del Instituto de la Mujer de Sigüenza y el Ayuntamiento, a quienes agradecemos encarecidamente su cooperación”, asegura Lidia Barrena.

FOTO: Juan Cabré (1882-1947)

La lucha medioambiental y en defensa del legado cultural de Naharros está muy presente entre los vecinos de la localidad, los miembros de la Asociación Cultural Gerardo Diego y del colectivo Asociación Salvemos Naharros y su Serranía, de la que Barrena es asimismo vocal. “Tenemos una necrópolis y hay que decirlo bien alto, porque se había quedado en el olvido tras su enterramiento hace un siglo, y con ello la memoria y el legado que dejó”. Este hecho pone a Naharros en el mapa, “porque muchas veces los pueblos tan pequeñitos se van olvidando, sufren el expolio de aquellos que se aprovechan de la España vaciada”, concluye.