La Red de Calor con Biomasa de Guadalajara comienza a abastecer de energía a sus usuarios
La Red de Calor con Biomasa de Guadalajara ha iniciado ya el servicio de abastecimiento de energía térmica a las instalaciones que han decidido conectarse, una vez que la central que da origen a la infraestructura ha movilizado y probado con éxito todos los equipos de última generación que incorpora la planta promovida por el operador de redes Recursos de la Biomasa (REBI).
Los vecinos ya pueden observar el ligero vapor de agua que emana de la central térmica del polígono de El Balconcillo, en la calle Méjico número 45 donde también se ubica la oficina de información. La Red de Calor con Biomasa de Guadalajara ya es uno de los mejores ejemplos en España de cómo se puede y se debe democratizar el uso de las energías renovables, explicando sus ventajas medioambientales de una forma didáctica, asumiendo la realidad del ahorro económico y de los beneficios técnicos y de confort que produce su incorporación a la vida diaria.
La Red se compone de 28 MW de potencia, dos calderas de 7 MW cada una y otra tercera caldera de 14 MW -a lo que hay que sumar una más de 7MW que funcionará solamente de apoyo- que darán calor para el servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a través de energía térmica de biomasa a los vecinos además de edificios públicos y no residenciales. La empresa promotora del proyecto, REBI, también ha puesto en marcha ya una nueva plataforma web de gestión energética que facilita al Administrador de Fincas la tarea de control de los consumos en tiempo real, gracias a la fibra óptica que incorpora la Red. Facilita una transparencia en el funcionamiento que ninguna otra energía fósil, ya sea gas o gasóleo, puede suministrar. Esta herramienta permite controlar mejor y reducir el gasto energético. No solamente el ahorro económico es la principal motivación de los guadalajareños para conectarse a la Red, sino que existe una gran conciencia sobre el medio ambiente, su cuidado y su sostenibilidad.
Y es que uno de los secretos de la rápida expansión de las redes de calor con biomasa es que la conexión no supone ningún sobrecoste ni derrama para los vecinos porque la pequeña obra en la sala de calderas corre a cargo de la empresa, mientras que el consumidor solo paga la energía térmica de biomasa que consume. REBI da un paso más en su proyecto y también llega a los edificios de viviendas de nueva construcción. De esta manera, quien compre una vivienda en un bloque nuevo en la zona de actuación de la Red, verá reflejado en su contrato que incorporará Red de Calor con Biomasa sin ninguna otra fuente de alimentación para su calefacción y agua caliente; la sala de calderas cuenta con
una estación de intercambio de placas que hace el trasvase de la energía de los tubos de la calle al circuito del edificio, con un equipo de producción de calefacción y otro de agua caliente; la subestación de intercambio abastece de energía térmica al edificio y ésta se distribuye en el interior del mismo aportando calefacción y ACS a cada una de las viviendas. El consumo se mide de manera individualizada con un contador de kilovatios colocado en el rellano del portal y no es necesario que el habitáculo disponga de ningún otro equipo ni caldera.
El consumo previsto de la Red de Guadalajara es de 100.000.000 kWh anuales y 25.000 toneladas de astilla al año. Guadalajara reducirá sus emisiones de CO2 a la atmósfera en 15.000 toneladas anuales. El mantenimiento y suministro de la infraestructura ha supuesto la creación de más de 60 empleos directos e indirectos y entre 25 y 30 millones de euros de proyecto consolidado.
La filosofía del REBI es expandir su modelo de negocio comprometido con el medio ambiente “porque creemos que una sociedad avanzada y moderna debe comprometerse a la reactivación económica a partir de un modelo de economía inteligente, sostenible e integradora, es decir, de una economía eficiente en el uso de los recursos naturales y de la energía, que base su competitividad en la innovación y la sostenibilidad”, puntualiza el director Comercial de la Red de Guadalajara, Eliseo Garcés.
Añade que “aunque la situación actual es complicada, nosotros facilitamos al máximo la proporción de información, de reunión y de toma de decisiones en el seno de las comunidades de propietarios porque, pese a la pandemia, el trabajo de la implantación de las energías renovables en este país y su uso no debe detenerse, el cambio de conciencia no puede paralizarse un minuto”. Garcés recuerda que el decreto 49/2020 en su artículo 4 apartado b autoriza la celebración de congresos, encuentros y reuniones de negocios, con la condición del que el número de asistentes no supere el 75% del aforo permitido y sin superar las 50 personas, de esta manera La Red sigue informando y explicando cómo funciona, en qué consiste, y qué ventajas económicas, sociales, técnicas y medioambientales tiene conectarse con un estudio individual.
El agua caliente que circula a 90ºC por los tubos preaislados enterrados bajo las calles de Guadalajara desde la central térmica llega a las salas de calderas comunitarias de cada una de las instalaciones. A través de un intercambiador de placas que REBI coloca gratuitamente en la sala se produce la trasferencia de calor de la Red al circuito del edificio. Un contador de kilovatios registra el consumo y, de esta manera, las calderas de gas o gasóleo quedan apagadas pero funcionales, dejando de utilizar el combustible tradicional pero con la alternativa de poder ponerlas en macha como un doble sistema de seguridad.
Mientras el panorama internacional decide lo que debemos pagar por el gas y el gasóleo que consumimos en función de sus intereses, los vecinos de Guadalajara tienen la oportunidad este invierno de conectarse a la Red de Calor con Biomasa, dando la espalda a la especulación apostando por las energías renovables que se asientan sobre la estabilidad económica.
Los equipos de combustión queman astilla local y la central cuenta con más de 100 kilovatios eléctricos de energía solar fotovoltaica para autoabastecimiento. El apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha a la Red de Calor de Guadalajara ha sido total y absoluto desde el primer momento en el que REBI comenzó el desarrollo en el polígono de El Balconcillo. La Junta de Castilla-La Mancha comparte el compromiso de devolver a los montes la rentabilidad que tuvieron hace decenas de años a través de la Estrategia de Biomasa de Castilla-La Mancha que tiene como uno de sus puntos de anclaje la valorización energética de la biomasa, fundamentalmente para la generación de calor y agua caliente. Con el valor añadido de que los recursos naturales suponen una oportunidad en esencia para hacer frente a un problema que comparte gran parte del territorio de Castilla-La Mancha como es la despoblación. Las Redes de Calor generan actividad económica y empleo como una herramienta para estabilizar la población.
Hotel Iris Guadalajara
La Red de Calor de Guadalajara cuenta entre la lista de usuarios con el Hotel Iris de Guadalajara ubicado en la calle Trafalgar 74 del Polígono de El Balconcillo. La energía térmica de biomasa sustituye a la electricidad y al propano que utiliza para el servicio de calefacción y agua caliente con una potencia de sala de calderas de 200 kW. La utilización de una energía renovable es uno los aspectos cada vez más valorados por los clientes de un hotel a la hora de hacer una elección para sus estancias.
El hotel continúa con su estrategia de eficiencia energética y comienza a utilizar una energía verde, renovable y sostenible como es la biomasa, que en este caso concreto procede de los montes de la provincia. La incorporación de una energía renovable para abastecer la instalación hotelera de agua caliente sanitaria y calefacción significa su compromiso con el cuidado del medio ambiente, la apuesta por el uso de energías renovables, su contribución a la reducción del cambio climático, dejar de emitir gases de efecto invernadero que producían sus calderas de gas, así como confiar en un proyecto piloto que nació en Soria y que se está replicando en otras ciudades del país, además de desvincularse de la especulación de los precios que ofrecen los combustibles fósiles que se escapan al control de los usuarios.
De esta manera, el equipo del hotel Iris Guadalajara ha mejorado sustancialmente el rendimiento de su sala de calderas y entre las ventajas técnicas adicionales que ya se pueden notar en la instalación, además de detener el desgaste de sus equipos, es que se evita la quema de un combustible inflamable, y los ruidos y posibles vibraciones. Tiene una gran importancia el hecho de evitar la emisión de CO2, lo que contribuye a la limpieza y calidad del aire de los vecinos de Guadalajara.
Es más, entre los puntos fuertes para el hotel, la incorporación de la biomasa a su instalación supone mejorar su calificación energética sin necesidad de ninguna inversión extra, calificación que pasa directamente de la letra B a la letra A que es la máxima. Una buena calificación energética resulta más valorada por los clientes que hacen sus reservas en los complejos hoteleros y por las diferentes plataformas de contratación hotelera como agencias de viajes y turoperadores.
La ‘Red Torres 1 a 8’ se incorpora a la Red de Calor con Biomasa de Guadalajara
Entre otras alternativas que ofrece la Red de Calor con Biomasa de Guadalajara es por la que han optado los 172 vecinos de la comunidad de propietarios del número 9 A-D-F-H en la avenida de El Ejército y los portales correspondientes a los números 34-36-38-44-50 de la calle Cifuentes. Esta comunidad decidió establecer una red de calor de calefacción distribuida en los años 70, hace 50 años, para las viviendas que componen los portales de los edificios denominados Torres 1 a 8.
Su sala de calderas funciona como una central de producción que da origen a la red cuya potencia supera los 4.600 kilovatios. Los vecinos han apostado ahora por adherir su infraestructura a la Red de Calor de Guadalajara, lo que supondrá engancharse al nuevo proyecto energético verde que se desarrolla en la capital y sustituir su combustible fósil como es el gas por una energía verde, la térmica de biomasa, para recibir calefacción y agua caliente sanitaria en sus hogares.
De esta manera, Rebi renovará toda su canalización interior dejando modernizada la instalación y colocará una subestación de intercambio de placas en la sala de calderas para hacer el trasvase de energía de una red a otra y continuar la distribución del servicio tal y como se llevaba a cabo con anterioridad.
Ésta es otra de las posibilidades que ofrece la Red de Calor de Guadalajara, lo que supone un ahorro en la factura de calefacción y ACS de los vecinos, así como un ahorro en el mantenimiento y amortización de la instalación con claras ventajas técnicas.
El diseño de La Red
Las obras de canalización se sitúan a día de hoy en la avenida de El Ejército en confluencia con la calle Alcalá de Henares. La red discurre desde la central por la calle Méjico, calle Antonio Buero Vallejo para salir a la Avda. del Ejército. El primer anillo alberga la calle General Vives Camino, calle Dr. Layna Serrano, Avda. Castilla, Molina de Aragón, Paseo Dr. Fernández Iparraguirre, calle Brihuega, y calle Alcalá de Henares.
El segundo anillo transcurre por la calle Dr. Layna Serrano, calle de la Virgen de la Soledad, calle de Alonso Núñez de Reinoso, calle Virgen del Amparo y Paseo Dr. Fernández Iparraguirre. Existen dos ramales: uno continuando Dr. Layna Serrano, y otro continuando por la Avda. del Ejército hacia la Escuela de Magisterio y Palacio del Infantado. A partir de esos puntos, la red continuará diseñándose según la demanda de los vecinos.