La Ruta del Vino de Valdepeñas: un viaje a la cuna de la tradición vinícola

23/10/2023 - 10:11 SVJ

Valdepeñas: vinos sólidos, equilibrados y con aroma cautivador

La Ruta del Vino de Valdepeñas nace en 2018 con la firme intención de destacar los recursos turísticos de la región de producción de la Denominación de Origen Valdepeñas. Este circuito abarca cinco municipios en la provincia de Ciudad Real, todos con una rica tradición en la producción de vino que se remonta a siglos atrás. En estas tierras, “Valdepeñas” es sinónimo de “vino”, un producto que los identifica tanto en casa como en el extranjero.
La Denominación de Origen Valdepeñas es conocida por su variedad de vinos, desde blancos y rosados hasta tintos y espumosos. La producción se basa en uvas cuidadosamente seleccionadas, con límites de rendimiento establecidos: 6.000 kilos por hectárea para las variedades de uva tinta y 7.500 kilos por hectárea para las blancas. Las variedades blancas autorizadas incluyen airén, macabeo o viura, verdejo, sauvignon blanc, chardonnay y moscatel de grano menudo. Mientras que las tintas permitidas son tempranillo, syrah, merlot, cabernet sauvignon, garnacha y petit verdot.
Los vinos de Valdepeñas destacan por su equilibrio entre el alcohol y la acidez, sus aromas cautivadores, su sólida estructura, su hermoso color, sus taninos suaves y su ausencia de astringencia. Estos vinos son versátiles, adecuados tanto para la crianza como para disfrutarlos en su estado más joven.
La Ruta del Vino de Valdepeñas ofrece a los visitantes una oportunidad única para explorar esta rica tradición vitivinícola. Desde las bodegas donde se elaboran estos vinos hasta los viñedos donde crecen las uvas, la ruta es una invitación a sumergirse en el fascinante mundo del vino. Con paisajes pintorescos y una historia que se despliega en cada rincón, esta experiencia es una oportunidad para descubrir el corazón de Valdepeñas y su pasión por el vino.

DOP Valdepeñas: calidad y carácter en cada copa
El cultivo de las uvas para el Vino de Valdepeñas se caracteriza por ciertas condiciones específicas que influyen en la calidad y el carácter de las uvas y, en última instancia, en el vino producido. Este territorio experimenta un clima mediterráneo continental, lo que significa que las temperaturas pueden ser muy extremas. Esta variación de temperatura entre el día y la noche es beneficiosa para el desarrollo de las uvas, ya que permite una maduración lenta y gradual, lo que aporta complejidad a los sabores y aromas de los vinos y fomenta la acumulación de azúcares. Los suelos contienen una alta concentración de caliza y arcilla, lo que obliga a las raíces de la vid a buscar nutrientes más profundos, lo que contribuye a la concentración de sabores en las uvas. Estas condiciones únicas han influido en la cultura y la historia del vino en Valdepeñas, contribuyendo a la producción de vinos con carácter y personalidad distintivos.

Cinco municipios con encanto
Si alguna vez se han planteado recorrer la Ruta del Vino de Valdepeñas, les invitamos a embarcarse en un viaje inolvidable a través de cinco encantadores municipios que no solo les cautivarán con su historia, sino también con su arquitectura y belleza singular. Moral de Calatrava,un lugar donde la historia se entrelaza con la belleza natural. Rodeada por la Sierra del Moral y la Vega del Jabalón, esta ciudad es testigo de los primeros asentamientos en la región. Su riqueza agrícola se traduce en excelentes cosechas, y su Semana Santa es un evento de Interés Turístico Regional. Además, no pueden perderse el Centro de Interpretación del Aceite, que les sumergirá en la cultura de esta tierra. San Carlos del Valle, un rincón con aires de catedral y teatro europeo. Se encuentra ubicado en el Campo de Montiel y desde cualquier punto, la majestuosa cúpula de su iglesia se alza en el horizonte, recordando la grandiosidad de la catedral de San Pedro del Vaticano. La Plaza Mayor, declarada Bien de Interés Cultural, es un escenario de actividades colectivas que te hará sentir como si estuvieras en el corral de comedias más grande de Europa. Una visita que te transportará en el tiempo. Santa Cruz de Mudela cuenta con vestigios de asentamientos antiguos que hablan de su rica historia medieval, incluyendo la Plaza y Santuario de Las Virtudes. Torrenueva, con una geografía idónea para la agricultura, ofrece productos de calidad como cereales, viñedos y olivares. Alberga, además, un legado histórico con restos arqueológicos que sugieren una antigua ciudad oretana cerca del río Jabalón. La Carta Puebla, otorgada en 1440, marca un punto importante en su historia, celebrada cada año en la Semana Cultural. Y, por último, el municipio que da nombre a la ruta: Valdepeñas, un lugar estratégicamente ubicado entre Madrid y Andalucía. Su historia se entrelaza con la perseverancia de sus habitantes, convirtiéndola en un destino moderno y atractivo. El parque arqueológico del Cerro de las Cabezas, un yacimiento ibérico, marca el origen de la ciudad, mientras que las construcciones modernistas y los museos, como el de Gregorio Prieto, enriquecen su patrimonio cultural. Este lugar representa un asentamiento fortificado de la Edad del Hierro y excepcional y único por la escasez de yacimientos ibéricos en la península que se han mantenido intactos; la mayoría de ellos han sido habitados por estratos culturales posteriores, mientras que esta es una de las pocas ciudades íberas que no ha tenido ocupación posterior al siglo II a.C., conservando así su estado original. Asimismo, Valdepeñas cuenta con un amplio patrimonio religioso en el que sobresale la Iglesia de La Asunción de Nuestra Señora, declarada BIC y originaria de los siglos XII y XIII con una destacada puerta del sol gótico-isabelina del siglo XV; el Convento de los Trinitarios, fundado en 1596, con iglesia barroca construida entre 1615 y 1632; y la Iglesia del Santo Cristo de la Misericordia, del siglo XVII. Y, por si fuera poco, el municipio de Valdepeñas se presenta como un museo al aire libre que se puede explorar a través de diversos recorridos, y en sus calles y parques, los visitantes pueden admirar un total de 29 esculturas. Pero si hay algo con identidad propia en Valdepeñas, son las Fiestas del Vino, que forman parte de las Fiestas Patronales de la Virgen de la Consolación desde 1953, y se desarrollan entre el 1 y el 8 de septiembre, ambos inclusive. Más de diez mil personas asisten a estas celebraciones en las que destaca el Festival Folklórico “Ciudad del Vino”, en cuya inauguración tiene lugar la ‘Pisa del primer Mosto’ de uva tinta y uva blanca, recién vendimiadas, que es ofrecido a la Virgen de Consolación.



Deporte en plena naturaleza: descubre rincones únicos
Alrededor de la Denominación de Origen Valdepeñas se puede disfrutar de paraísos naturales como las Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera y otras localidades de belleza singular como Almagro y Villanueva de los Infantes, entre otras.
Los amantes de la historia sin duda también amarán lugares cercanos como el yacimiento prehistórico de la Motilla del Azuer en Daimiel, o el Palacio de El Viso del Marqués.
En la zona de producción de la Denominación de Origen Valdepeñas se pueden encontrar lugares con encanto para merendar al aire libre como: el paraje natural de El Peral, a sólo 7 kilómetros de Valdepeñas,   un entorno natural sobre el que se levanta la antigua casa de baños, que se ha transformado hoy en un espacio expositivo en el que atesoramos la memoria, el recuerdo y las vivencias de quienes un día vinieron aquí buscando remedio a sus dolencias. También se puede disfrutar de la pesca en el embalse de La Cabezuela, o de escapadas de senderismo por tierras de origen volcánico como el volcán de Cerro Gordo en Granátula de Calatrava o el volcán de Mesnera en Moral de Calatrava, o de un recorrido por la historia como el Castillo de Mudela, el Castillo de Calatrava La Nueva o el Castillo de la Estrella en Montiel.
El río Jabalón es uno de los afluentes más importantes del Guadiana, recorriendo la zona de producción de la Denominación de Origen Valdepeñas de Este a Oeste. A él se unen otros pequeños arroyos como la rambla de Santa Cruz. Antiguamente su cauce albergaba tres molinos de agua, de los cuales sólo se conservan los restos de uno de ellos, conocido como molino de Santiago, cercano a la ermita de San Blas en Moral de Calatrava.



Saboreando el maridaje perfecto: ruta enoturística y platos exquisitos
La Ruta del Vino de Valdepeñas es un recorrido que nos lleva a través de los campos de viñedos, bodegas centenarias y pintorescos pueblos de la provincia de Ciudad Real. Pero no solo es un viaje para los amantes del vino, sino también para aquellos que disfrutan de la buena mesa. La gastronomía tradicional de esta región es una parte fundamental de su identidad, y aquí se pueden saborear platos que han sido transmitidos de generación en generación.
Uno de los platos más emblemáticos de la provincia es el pisto manchego, un delicioso guiso elaborado con verduras, tomate y pimiento, servido típicamente con un huevo frito en la parte superior. Otro plato que no debe faltar en la mesa es el atascaburras, una receta arraigada en la tradición de los pastores, compuesta por bacalao desmigado, patatas, ajo, huevo duro y aceite de oliva. El resultado es un plato sabroso y sustancioso. La Ruta del Vino de Valdepeñas también destaca por sus quesos locales y la caza, con abundantes poblaciones de liebres, perdices y conejos que se preparan de diversas maneras. La perdiz en escabeche es un plato típico de la región. 
A lo largo de esta ruta, los visitantes tendrán la oportunidad de explorar museos enológicos, bodegas modernas y bodegas tradicionales. Uno de los lugares destacados es el Museo del Vino, ubicado en el corazón de Valdepeñas. Este museo ofrece una visión completa de la historia del vino en la región, desde la antigüedad hasta la actualidad. A través de exhibiciones interactivas y una colección impresionante de herramientas vinícolas, los visitantes pueden aprender sobre las técnicas de producción, las variedades de uva y la importancia cultural del vino en Valdepeñas. El Museo del Vino se encuentra alzado sobre la antigua bodega de Leocadio Morales, originaria de 1901 y una de las bodegas que más intensamente vivió el auge comercializador y exportador de los vinos de Valdepeñas a comienzos del siglo pasado. Su estructura de estilo funcionalista, enclavada en la típica bodega valdepeñera, refleja la transición hacia la calidad que comenzó en la década de 1970 y ha desembocado en la nueva generación de los vinos de Valdepeñas. 
El encanto de la Ruta del Vino de Valdepeñas radica en las bodegas tradicionales con sus cuevas subterráneas, donde los vinos envejecen en barricas de roble, creando sabores únicos.