Las aristas de la educación

16/10/2022 - 10:22 Pedro Villaverde Martínez

El primer agente educativo ha de ser la familia, los padres. A ellos corresponde la obligación y les asiste el derecho. Después vendrán los profesores como personas a los que se les encarga algo tan importante. Y por último la sociedad representada en los poderes públicos. 

Todos estamos de acuerdo en que hay que recibir conocimientos para moverse en este vivir diario, que los conocimientos son muchos y muy diversos y que los hay unos más comunes y otros más específicos. Que los conocimientos necesarios para cualquier actividad deben ser muchos más cada vez es igualmente obvio. Pero hoy de lo que queremos tratar es de los agentes más importantes que participan en este más que complejo proceso. Siempre han sido estudiados y no tanto tenidos suficientemente en cuenta.

  El primer agente educativo ha de ser la familia, los padres. A ellos corresponde la obligación y les asiste el derecho. Después vendrán los profesores como personas a los que se les encarga algo tan importante. Y por último la sociedad representada en los poderes públicos. Sin una buena sinergia entre todos ellos el sistema cojeará, y esto es lo que venimos observando con demasiada frecuencia. Las estadísticas vendrán después y nos colocarán muy atrás en ellas respecto de otras naciones.

  La educación y la adquisición de instrumentos dependen a su vez de muchos factores, unos del propio educando y otros de los distintos educadores. Debe tenerse en cuenta la sociedad en la que estamos para obtener la educación que necesitamos. Los profesores también son fruto de esa sociedad, así como el alumno es fruto de sus circunstancias familiares y de su entorno social. Los dirigentes políticos no siempre aciertan en sus medidas para que este complejo de factores trabaje en esa buena  sinergia. Muchas veces hemos dicho que no es bueno que cada gobierno de turno cambie las leyes como este año en el que empieza a aplicarse otra nueva. Es necesario un pacto educativo entre todos los agentes intervinientes y los distintos partidos políticos. Hace falta paz y tranquilidad para el bien educar.