Las Cortes aprueban por unanimidad la nueva Ley de Impacto Ambiental, novena ley de la actual legislatura con amplio consenso social

07/02/2020 - 17:26 Redacción

“La evaluación ambiental es una herramienta indispensable para la protección del medio ambiente, siendo además una Ley que ha sido aprobada por la unanimidad de todas las fuerzas políticas, lo que le otorga una enorme fuerza”, ha resumido Torrecilla.

El portavoz de Agua del grupo parlamentario socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Pérez Torrecilla, ha explicado hoy en rueda de prensa el proceso de creación y las consecuencias que traerá la nueva Ley de Evaluación Ambiental de Castilla-La Mancha, la cual “persigue, como fin, contribuir al desarrollo sostenible incorporando criterios de sostenibilidad en la toma de decisiones estratégicas, a través de la evaluación de los planes y programas, a la vez que se simplifica la tramitación de los expedientes de impacto ambiental favoreciendo al tejido económico de la región”.

“La evaluación ambiental es una herramienta indispensable para la protección del medio ambiente, siendo además una Ley que ha sido aprobada por la unanimidad de todas las fuerzas políticas, lo que le otorga una enorme fuerza”, ha resumido Torrecilla, recordando que es la novena ley que se aprueba en la presente legislatura en menos de un año, siendo la segunda en el actual periodo de sesiones iniciado en enero.

A su juicio, “estamos ante una ley muy necesaria para Castilla-La Mancha, que cuenta y ha contado durante todo su proceso de tramitación con una muy amplia participación ciudadana, y de todos los colectivos interesados e implicados, garantizando un elevado nivel de protección ambiental” en toda Castilla-La Mancha, con el fin de promover un desarrollo sostenible. En definitiva, “esta nueva ley pone a Castilla-La Mancha a la vanguardia en la generación de energía renovable, uno de los ejes prioritarios del Gobierno de Emiliano García-Page”.

 

Constitución de la Mesa del Agua de Castilla-La Mancha

Pérez Torrecilla también ha valorado la reciente jornada de constitución de la nueva Mesa del Agua de Castilla-La Mancha, la cual celebró su primera sesión el pasado viernes en Albacete, reuniendo a más de medio centenar de representantes de particos políticos, mancomunidades, empresarios, sindicatos, organizaciones agrarias, ecologistas y cooperativas, estando presidida por el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.

Como expresidente de los municipios Ribereños y actual representante de Castilla-La Mancha en la Comisión de Explotación del Trasvase, Torrecilla ha calificado la creación de la Mesa del Agua como “todo un acierto del Gobierno del presidente Page, que no es algo que acabe de llegar, porque su Gobierno lleva más de dos años intentando acercar las posturas de los distintos colectivos para que esta reunión se pueda celebrar, siendo un éxito de participación y una herramienta que logre aunar las distintas sensibilidades que existen en Castilla-La Mancha en torno al agua”.

El objetivo de la Mesa del Agua será la elaboración de un documento único en el que se plasme la posición de toda la región sobre el agua, “algo que hicieron en el Levante hace cuatro décadas y que aquí seguimos teniendo pendiente. Yo soy optimista y creo que lo acabaremos logrando, igual que conseguimos hacerlo los municipios Ribereños hace un tiempo después de muchos años peleando cada uno por sus intereses”.

“Nosotros como ribereños lo que necesitamos ahora es que los embalses tengan un nivel de agua aceptable para nuestro desarrollo, pero también para que el río Tajo tenga una vida propia que ahora no tiene. Esto es algo que entra en contradicción con lo que los regantes de otras zonas de la región puedan pretender, sobre todo ahora con la mala gestión que se hace de la explotación del trasvase, pero para eso hemos venido a esta Mesa, para alcanzar acuerdos”, ha explicado Torrecilla, que ha señalado la gran diversidad de opiniones manifestadas en esta primera sesión de la Mesa del Agua, siendo el objetivo “dialogar, consensuar, ceder, porque todas las partes tendremos que ceder, para alcanzar un acuerdo unánime que nos ayude a conseguir una posición común respecto al agua”.