Las mujeres de Guadalajara salen a la calle
Alrededor de un millar de mujeres se han manifestado esta mañana convocadas por la Red Feminista de Guadalajara. Todas ellas partieron a las 12.00 del mediodía desde la plaza de Santo Domingo, recorriendo el paseo Fernández Iparraguirre, calle Sigüenza, avenida de Castilla hasta finalizar en el cruce de esta última con la calle Toledo. FOTOS: RAFAEL MARTÍN
La comitiva recorría las calles de Guadalajara en hora punta, bajo la atenta mirada de los viandantes. "No nos mires, únete", se dirigían a ellos. El tono fue festivo. Los mensajes nítidamente reivindicativos. "No es un caso aislado, se llama patriarcado", coreaban todas ellas, muchas de ellas ataviadas de personajes de El Cuento de la criada, escrito por Margaret Adwood en 1985. Las jóvenes criadas, vestidas de rojo, tenían una única misión en un futuro distópico: soportar violaciones sistemáticas y ritualizadas por sus amos para quedar embarazadas y darles hijos a las élites familiares.
Ocurría en un mundo en el que la pervivencia peligraba debido a la baja natalidad. Un grito contra el patriarcado que una parte de las presentes plasmó a través de una performance al finalizar el acto.
Pero antes no cesaron los lemas coreados por cientos de ellas, de todas las edades. Uno de los objetivos fueron los políticos, locales y nacionales. Otros, los hombres, clientes de la prostitución. "Putero pagando, también estás violando", gritaban. "Aquí estamos, nosotras no violamos", proseguían, no sin olvidar "los 70 prostíbulos de la provincia de Guadalajara".
Aplaudían, saltaban y se quedaban en el suelo: "Una sentada por cada asesinada".
Y había cantos extremadamente radicales: "Machista muerto, para mi huerto", para dar paso a la solidaridad con las que sufren el maltrato masculino: "Ni una menos, vivas nos queremos". Un "grito global" contra una "violencia machista" que empodera un reivindicativo feminismo basado en aquel clásico lema: "Nosotras parimos, nosotras decidimos", pero actualizado a los tiempos que corren: "Ni vientre, ni vagina, ni se compra, ni se alquila".
"Aquí estamos las feministas", clamaban dejando claro una cosa: Las reivindicaciones van a continuar hasta que se llegue a la igualdad plena y la completa erradicación de la violencia de género.