LLámame Buen Amor (Y II)

14/07/2019 - 12:19 Ciriaco Morón Arroyo

El Libro de buen amor, en la cuidada edición de Jacques Joset (Madrid, Espasa, 1972), catedrático de la Universidad de Lieja, consta de 1709 estrofas de cuatro versos.

Comienzo recordando a nuestro admirado amigo Manuel Criado de Val, fundador del Festival de Hita en 1961. Para describir el esfuerzo entusiasmado que Manolo (así le llamábamos los amigos) ponía en la celebración de los festivales no encuentro mejores palabras que las de nuestro ilustre historiador Herrera Casado, escritas en 2017 al conmemorar el centenario del nacimiento del profesor Criado: “Nace así el Festival Medieval de Hita, que él alienta durante largos años y que afortunadamente sigue vivo todavía. Con su esfuerzo, su pasión sus saberes. Escribiendo los textos de las piezas de teatro que se representan. Convenciendo a músicos para que creen el sonido medieval que corresponde. Llevando sillas de un lado a otro. Contándoselo a cientos, a miles de profesores norteamericanos… El Festival medieval de Hita es la obra—titánica—de un hombre con fe, con ganas, con voluntad modélica”. 

El Libro de buen amor, en la cuidada edición de Jacques Joset (Madrid, Espasa, 1972), catedrático de la Universidad de Lieja, consta de 1709 estrofas de cuatro versos. Es una compilación de poemas escritos en distintas ocasiones, pero hay cuatro núcleos que conforman la estructura básica de la obra: primero, los pecados capitales, que para el arcipreste son ocho en vez de siete; el primer es la codicia, traducción de la palabra latina cupiditas, que es el núcleo y base de los siete pecados transmitidos en el catecismo tradicional. El autor, despechado por tres fracasos amorosos, lanza una invectiva contra el amor como la causa de todos los pecados a los que llama “mortales”. A los insultos del arcipreste responde el amor aconsejándole mesura, sobriedad y los medios de conquistar con éxito. Uno de esos medios es buscar la alcahueta apropiada (estrofas 181-575). 

El segundo núcleo es la historia de don Melón y doña Endrina con el papel mediador de Trotaconventos, conocido precedente de Celestina (estrofas 576-891). Siguen unas estrofas sobe los nombres de la alcahueta y las coplas de serrana (892-1066) y el cuarto bloque estructural es la serie de conmemoraciones del año litúrgico: “La pelea que ovo don Carnal con la cuaresma” (“Del río Henares veníen los camarones”, est. 1107c) y la vuelta del expulsado al llegar la Pascua (1067-1314). Lo cuatro bloques descritos están enmarcados en una serie de poemas introductorios, unos religiosos y otros de sabiduría secular. Uno de los fragmentos más famosos y graciosos es una supuesta carta mandada por el cardenal Gil de Albornoz contra los clérigos amancebados de Talavera, y las quejas de los afectados.

Algunos fragmentos son la lucida muestra del virtuosismo del arcipreste en el manejo de la lengua. Entre ellos cabe citar el de “los nombres de la alcahueta”, a la que aplica no menos cuarebta y uno. Ella se ofende y le contesta: “Nunca digas nombre malo nin de fealdat/ llamatme buen amor e faré yo lealtat/ ca de buena palabra pagase la vecindat/ el buen decir non cuesta más que la nescedat. Por amor de la vieja e por decir razón, Buen amor dixe al libro e alla toda sazón” (932-933). El libro de buen amor es el manual del trato agradable, contrario a todo insulto. Buen amor es el amor cortés y sincero, aunque el autor en su ironía sabe que en algunos momentos se impone el atractivo sexual, y entonces el amor puro de la buena intención se convierte en “amor loco”. En julio de 2019 en España, el lema que debiera figurar en todos los despachos de los políticos es: “El buen decir non cuesta más que la nescedat”.