Llegan a Almoguera 75 ucranianos "con mucho frío y llorando"

27/04/2022 - 14:54 D.Pizarro

El Ayuntamiento los ha alojado en el edificio construido hace años para albergar una residencia de ancianos.

La localidad de Almoguera acoge desde este martes a un total de 75 refugiados ucranianos en las instalaciones que se construyeron hace unos años para convertirse en residencia de mayores. Todo se ha gestionado a través de una ONG de Madrid, Acoge, tal y como explica el alcalde, Luis Padrino. “Inicialmente nos pusimos en contacto con Pueblos con Futuro, organización de Guadalajara, pero no fue posible, así que hemos firmado con convenio con esta otra ONG para colaborar en los gastos”. Según cuenta, Acoge se encarga de la alimentación y otros costes, mientras que el Ayuntamiento ha puesto a disposición la instalación y también colaborará con algunos gastos.

            Los 75 ucranianos, entre los que hay una decena de menores, salieron el lunes de Polonia a la 1.00 horas. Llegaron en avión a Madrid y allí realizaron diversos trámites hasta que a las 9.00 horas fueron trasladados en autobús doble a Almoguera. “Venían en muy mal estado, físico y mental. Con mucho frío, llorando. En cuando entraron a la residencia, con la calefacción, cambiaron totalmente. Sólo querían acostarse y descansar”, explica Padrino.

            El alcalde incide en que muchos niños vienen constipados, “algo normal teniendo en cuenta que llevan días o semanas durmiendo en el suelo”. Además, uno de los refugiados fue trasladado ayer al hospital por una infección en una pierna. “No sabemos si era una herida de guerra, pero parecía seria”.

            Dada que la instalación es municipal y no está ocupada, el alcalde subraya que los refugiados pueden quedarse el tiempo que necesiten. “Los nueve concejales que somos en el Ayuntamiento hemos dimos nuestra aprobación para que vinieran los ucranianos y pudieran usar este edificio que hemos construido y que, lamentablemente, no ha recibido aún la autorización para funcionar como residencia”.

            Igualmente, los vecinos se han volcado con los refugiados. “Las mujeres del pueblo están ayudando en todo lo que surja, así como el cura. Se ha recogido ropa, mantas… No falta de nada”.

            Con todo, el alcalde no descarta que, una vez que estas personas sean trasladas a viviendas particulares, la residencia se convierta en un punto de estancia temporal de los que huyen de la invasión rusa. “Desde aquí se podrían trasladar posteriormente a otros municipios”.