Los okupas de la plaza del Cívico no son “personas vulnerables”

27/06/2017 - 13:24

Banco Sabadell, el propietario del edificio, ya ha denunciado por vía judicial para intentar solucionar la situación, que ha generado múltiples problemas de convivencia en la zona.

Banco Sabadell, propietario de la práctica totalidad del edificio de viviendas ubicado en la plaza del Concejo de la capital ha interpuesto una demanda por vía judicial para solucionar el problema de ocupación que afecta a estas casas desde aproximadamente el mes de abril, cuando unos individuos rompieron las puertas de acceso para empezar a ocupar progresivamente las viviendas. Tres de las casas pertenecen a una empresa de Guadalajara.

Jorge Fernández Ovejero, director de Comunicación Externa para la Territorial Centro que incluye Castilla-La Mancha, ha indicado a este medio que “ahora está en manos del juzgado y estamos a la expectativa de que se implementen las medidas judiciales. Esperemos que los trámites se agilicen lo máximo posible para que se solucione el problema”. Además, desde Banco Sabadell tienen claro que en este caso no se van a ofrecer alternativas habitacionales “ya que se comprobó que las personas que están ocupando el edificio no cumplen con los requisitos de perfil de personas vulnerables”.

Hay que recordar que los vecinos se han constituido en plataforma para promover acciones conjuntas con las que defender o denunciar una situación que, según cuentan, va a más, ya que al principio los okupas eran pocos y no ocasionaban problemas de convivencia pero ahora tienen la sospecha de que pueda tratarse de una organización que alquila las propias casas.   

La Policía Local, así como la Policía Nacional, han intervenido siempre que se les ha requerido, especialmente con temas de cortes de luz, agua o problemas entre los propios okupas o con otros vecinos. “Los meses de mayo y junio han sido los que más se han producido”, explica el intendente jefe de la Policía Local, Julio Establés. “El problema es que no haya denuncia judicial”, argumenta, puesto que así “no se puede actuar”. En este mismo sentido se expresaba el alcalde capitalino, Antonio Román, que aseguró que “el Ayuntamiento conoce este asunto y lleva varios meses trabajando en él”. “El alcalde está preocupado y ocupado en la alteración de la convivencia entre vecinos que ocasiona la ocupación en distintos puntos de España y también en varios puntos de Guadalajara”. El alcalde señaló que “hay que respetar la propiedad privada” y, a la vez, “hay que posibilitar vivienda digna, pero por otros cauces”. Además, apuntó que en el ámbito municipal “hay que respetar las reglas del juego y las ordenanzas, la de convivencia, la de limpieza, la de abastecimiento de agua… y hay que cumplir como cualquier otro ciudadano”. “Comparto plenamente, por tanto, la preocupación que tienen los vecinos”, indica. Además se reunió con vecinos y okupas y aseguró que “si es gente que necesita un alquiler social habrá que trabajarlo, pero por otra vía”, aseveró.

Además, el Ayuntamiento está “identificando a estas personas y atendiendo a las llamadas que hay y emitiendo los expedientes por ruidos, botellón, limpieza, etc”. Hasta la fecha se han realizado 17 actuaciones, además de las de oficio que realiza la Policía Local. Por otra parte, la presencia en la zona de la Policía, tanto de uniforme como de paisano, es continua aunque no permanente.  

Precisamente para seguir avanzando en la resolución de este problema este mismo martes se ha celebrado una reunión entre Ayuntamiento y plataforma de vecinos. Éstos sugieren que, aunque el Ayuntamiento no pueda actuar de otra manera, haga cumplir las conductas de civismo, seguridad y salubridad que debe existir en una convivencia ciudadana. De hecho, los vecinos se han referido a ruidos producidos por los okupas, residuos lanzados a un solar cercano, objetos sustraídos del interior de las viviendas, destrozos, etc.

El edificio es una promoción de viviendas, locales y garajes, todavía sin estrenar, cuyas obras terminaron alrededor de 2012.

Despoblación

La despoblación y abandono de viviendas en el casco histórico de Guadalajara propicia, tal y como se ha debatido en diversos foros públicos sobre el casco urbano, que se ocupen viviendas vacías. Además, se presume que el efecto llamada pueda acrecentar este fenómeno en las calles o núcleos residenciales más abandonados. Otros casos de ocupación que también preocupan a sus vecinos se producen, desde hace más de un año, en la calle Cuba de la capital, donde los problemas de convivencia también son importantes pero las gestiones “están más avanzadas”, según indicó el alcalde de Guadalajara.