Los valores de la Navidad

21/12/2018 - 14:08 Redacción

La Navidad conmueve, duele al hacer más visible las ausencias, lleva a la nostalgia. A nadie deja indiferente. Es vida y sentimiento.

El solsticio de invierno, el 21 de diciembre, día más corto del año, supone un cambio de estación que comienza con las calles iluminadas y comercios y casas adornadas con los motivos propios de las fiestas navideñas, tan arraigadas en la cultura occidental desde hace más de veinte siglos. Conmemoran el nacimiento de Cristo, un personaje que cambió la historia, incluso la medición del tiempo en el mundo marcando un antes y un después. La tradición cristiana sigue fijando el devenir de la sociedad aunque no sea confesión oficial.Miles de personas llenan los templos estos días, sentimiento compartido por muchos guadalajareños. La Navidad, además de su origen y significado, debe ser querida por los valores que aporta a la sociedad. Los principales, la solidaridad y sensibilidad con los más desfavorecidos. Son centenares las iniciativas que se desarrollan en cada pueblo para recaudar fondos para quienes más lo necesitan, para que ningún niño quede sin juguete o ninguna persona sin un plato de comida en estas fechas. Navidad es generosidad, compartir ilusiones a un número de lotería, desear lo mejor a los demás, disfrutar de la familia y de los amigos, hacer felices a los más pequeños de la casa con la magia de los regalos, sonreír y querer. Ayuda a construir una sociedad mejor, más justa, más humana, que apuesta por la conciliación, la paz, el entendimiento. Lamentablemente el espíritu no perdura en el tiempo, pero quedan, al menos, los beneficios económicos que suponen estos días de vacaciones, motivo por si solo suficiente para potenciar su celebración. Muchas personas encuentran empleo, aunque sea estacional, el comercio, la hostelería y el turismo, principalmente, mejoran sus cuentas de resultados, el aumento del consumo y el movimiento del dinero mejora la economía. Tampoco olvidemos el aspecto cultural, la importancia del mantenimiento de las tradiciones transmitidas de generación en generación y que en la provincia se mantienen vivas gracias a las rondas y rondallas que interpretan, con instrumentos clásicos, villancicos y canciones populares con siglos de historia,  que también se cantan en los hogares. La Navidad conmueve, duele al hacer más visible las ausencias, lleva a la nostalgia. A nadie deja indiferente. Es vida y sentimiento, especialmente intenso en Nochebuena y el día 25 que deseamos muy felices a nuestros lectores.