Lucha por la vida

21/10/2018 - 13:11 Redacción

 Tener dificultades no es excusa para bajar los brazos y Apadrina un Árbol se centró en esa tarea tan suya de enseñar a amar lo que todavía existía.

Han pasado ya 13 años desde el incendio de 2005. Han pasado 13 años y aún hay quien se estremece con los recuerdos de pinares ardiendo, corzos envueltos en llamas y vidas humanas calcinadas. Son ya 13 años los que nos separan de aquel incendio y todavía duelen las quemaduras en el alma. Y sin embargo, hay que seguir luchando contra ellas como sólo se lucha contra lo que ya es inevitable. Las llamas vencieron aquel día. Ahora le toca ganar a la vida. Fundación Apadrina un Árbol nació con un objetivo claro: ayudar a curar las heridas, la del monte, la de los animales... y la de una comarca que lleva más de una vida luchando contra la despoblación. Porque hay que seguir luchando y eso es precisamente lo que ha hecho Fundación Apadrina un Árbol desde el mismo momento en que fue creada. Lo hizo justo después del incendio, cuando todas las administraciones cerraron filas en torno a la tragedia. Y lo hizo también después, durante la crisis, cuando la economía hizo olvidar las buenas intenciones. Cambiaron los gobiernos y el PP decidió abandonar la semilla de aquel sueño que se había plantado en la Finca de Solanillos. Las administraciones se fueron, pero Apadrina un Árbol no. Plegó velas, redujo ambiciones, pero se negó a morir. Le debía algo a aquella tierra, algo tan sencillo como seguir luchando. Porque, por si aún no ha quedado claro, hay que luchar, contra el fuego, con más y mejores medios, como ha hecho el Gobierno regional; contra la despoblación, como hacen cada día quienes aún se aferran a cualquier excusa para no abandonar la tierra; y contra el terreno quemado. Tener dificultades no es excusa para bajar los brazos y Apadrina un Árbol se centró en esa tarea tan suya de enseñar a amar lo que todavía existía... y en animar a cualquiera que quisiera escucharles a que echaran una mano, a que plantaran aunque sólo fuera un par de pinos. Los pinares volverían a dar sombra. El dinero no podía acabar con el sueño. Y la lucha nos trae hasta la actualidad. Ahora los sueños vuelven a ser importantes y un nuevo Gobierno regional acepta el compromiso moral que otro olvidó. Gracias. Darán cobijo a los animales heridos, empleo a la zona e impulso a la recuperación de los montes. Muchas gracias por seguir luchando.