Más de 1.500 personas piden más seguridad en los pueblos de Sierra Ministra

08/12/2018 - 15:23 J. PASTRANA

En torno a un millar y medio de personas se manifestaron esta mañana frente al antiguo cuartel de la Guardia Civil de Alcolea para reivindicar más seguridad en los pueblos de Sierra Ministra. El motivo, los numerosos robos que han sufrido, especialmente durante los últimos seis meses y algunos de ellos en domicilios particulares estando los propietarios dentro de la vivienda. Más allá de las pérdidas, su llamada de atención dirigía el foco hacia el miedo de una población envejecida y residente en una de las zonas más despobladas de Europa, como bien ilustró el triste cuento narrado por Concha Márquez, en el que en un anciano que había visto marchitarse su pueblo perdía la vida en un asalto nocturno por apenas 50 euros junto a la única compañía que le quedaba, su perro. Una historia que no ha ocurrido, pero que en la zona temen que termine sucediendo.

 

Durante los últimos meses, la lista de incidentes registrados en la zona se sitúa en torno al medio centenar: en Anguita los ladrones han entrado en un bar, el teleclub, el supermercado, el campamento, una vivienda con los dueños dentro y han intentado robar en la oficina de La Caixa. En Aguilar de Anguita han robado en siete casas. En Alcolea del Pinar han pasado por la ITV, la oficina de IberCaja, cuatro casas, dos con los dueños dentro; la iglesia y se llevaron un vehículo además de intentar robar otro. En Villaverde del Ducado el balance es de un vehículo desaparecido y el intento de robo de otro más. En Estriégana, han visitado el ayuntamiento, el local de la asociación tres veces y se han llevado un vehículo. En Saúca la lista incluye una nave agrícola, dos gallineros, el ayuntamiento, el depósito del agua, tres bares, los tres con los dueños dentro; dos casas, un de ellas dos veces; y leña de una era, unos 5.000kg, un robo que debieron perpetrar con un camión. En Jodra del Pinar asaltaron el centro social, dos veces. En Anquela del Ducado, dos naves agrícolas y un gallinero. En Ciruelos del Pinar han contabilizado tres intentos de robo en tres viviendas  y en el teleclub y tres viviendas robadas. “Hablamos de 50 robos en nueve pueblos en seis meses”, indicó Eduardo Álvarez, alcalde de Saúca. “Si todo eso lo dividimos en vecinos como hacen las autoridades, tocaríamos a una barbaridad de robos por vecino”.

 

No es de extrañar que ante esta situación, más de una treintena de municipio hayan respondido a la convocatoria. “Es que los pueblos que todavía no han tocado o que han tocado hace más tiempo, en algún momento nos tocará”, indicaba Javier López, de Luzón. Conscientes de ello, a la cita acudieron representantes de Ablanque, alcolea del Pinar, Cortes de Tajuña, Garbajosa, Tortonda, Villaverde del Ducado, Anguita, Aguilar de Anguita, Santa María del Espino, Padilla del Ducado, Vilarejo de Medina, Ciruelos del Pinar, Estriuégana, Iniéstola, Luzaga, Luzón, Maranchón, Códex, Clares, Balbacid, Turmiel, Mazarete, Mirabueno, Riba de Saelices, Saelices de la Sal, Saúca, Jodra del Pinar, Hortezuela de Océn, Sotodosos, Bujarrabal, Olmeda de Cobeta y Abanades.  “Quienes han convocado, vuestros alcaldes y concejales, son la mejor gente que tenemos en esta zona, independientemente de por qué siglas se hayan presentado”, recordó López a los asistentes. “Son los únicos políticos que conocemos que están siempre a disposición de sus vecinos, a cualquier hora (…)Estoy seguro de que todos secundaréis las iniciativas que tomen vuestros alcaldes y concejales, porque son los mejores y los únicos en los que podéis confiar”, señaló ligando el éxito de la convocatoria, un éxito que sobre pasó las expectativas iniciales, al futuro de la lucha. “Esto es el principio. Nos queda tiempo, muchos meses, de hoy para mañana no se va a solucionar, pero sí podemos conseguir que el lunes o el martes empiecen a tener más dotaciones en los cuarteles de la Guardia Civil. Esa es la única medida inmediata que van a exigir vuestro alcaldes y concejales”.

En este sentido, tanto José Luis Sastre, alcalde de Maranchón, como Carmen Rojo, primera edil de Alcolea del Pinar, pusieron sobre la mesa algunas alternativas.  Sastre pidió el retorno de los coches camuflados, que dificultan a los delincuentes saber en qué pueblos hay una patrulla y cuáles están desprotegidos. Rojo, por su parte, reclamo “de forma inmediata, el aumento de las dotaciones. Nos da igual si nos ponen Guardia Civil, Policía Nacional o Seguridad Privada. Nos da igual, pero alguna solución nos tienen que dar”.  Además, al ser una zona despoblada, pidió incentivos económicos para los agentes destinados a esta parte de la provincia. “Si estamos en una zona despoblada a la que le faltan los medios básicos, como sanidad y protección, al final los pueblos se acaban”. Y de igual forma, pidió cambios en la Ley de Protección de Datos que faciliten la instalación de cámaras de seguridad a la entrada de cada municipio. “Por lo menos, si pasa algo en un pueblo, se podría saber quién ha pasado por allí”.    

 

Otra de las voces que se dejaron oír en el acto fue la de Javier Urra, quien aseguró en nombre de todos los asistentes que “No  nos  van  a  callar. Vamos  a  defender nuestra tierra,  nuestros  pueblos, nuestras  casas”. Por eso piden “que cambien  las  prioridades, que no se  cierren cuarteles, que manden  más  efectivos  y  que  estos  no  sean  para  recaudar. Que no gasten  nuestros  recursos en modernísimos  coches pertrechados de radares. Queremos  coches, sólo coches, y  agentes circulando por  la  provincia, velando  por  nuestra  seguridad y la  de  nuestros  mayores”.

 

Tras denunciar el abandono sufrido por parte de las instituciones, “tal  vez porque, aunque  paguemos  impuestos, aportamos  poquitos votos”, señaló que  “ahora resulta  que nos  hemos  hecho  rentables para  los  chorizos . Para  ellos  sí, para  ellos  somos  rentables  porque  las  autoridades , con el  cierre  de  los  cuarteles y  la  retirada  de  efectivos, les  han  dado  permiso  para  campar libremente por  nuestras calles(…) Nuestros mayores  son  asaltados, privados  de  la  intimidad  de  su  casa. Hoy nuestros  mayores temen la  noche, la  lógica  soledad  de  las  calles, el  silencio”, motivo por el que exigen un aumento de la seguridad.