Robo en Tien 21: “Ahora ha sido a plena luz, pero lo han hecho de todos los colores”

30/01/2025 - 19:25 Paco Campos

Hipólito Fernández lleva 32 años regentando el negocio de Tien 21 de la calle Virgen del Amparo. En este tiempo no ha faltado nunca a su cita con el cliente. Él ha restado tiempo de convivencia con su familia y amigos para sacar adelante el sueño que se hizo realidad en 1993. Desde entonces no han sido pocos los robos que ha sufrido por la noche. Pero del que les vamos a hablar ha sido a plena luz del día, a las 11 de esta mañana.

Hipólito había subido el cierre de su comercio hacía una hora y media. Aparentemente era una mañana tranquila, sin sobresaltos. Tan tranquila como la forma en que se produjo el suceso, con premeditación y alevosía, con las puertas abiertas. Uno llevaba una gorra de lana de invierno y el otro con una capucha. Ambos portaban mascarillas negras, de tal forma que las cámaras y el personal no les pudieran identificar. “Su aspecto y acento era magrebí”, según detalla. La apacible y fría mañana se convirtió en más gélida aún cuando, profiriendo insultos y amenazas, exigieron que Hipólito les diera los cuatro móviles de gama nueva que tenían en los expositores. “Nos dijeron que iban a cortar el cuello al que se moviera”, relata Hipólito. “En ningún momento me planteé negarme, porque no me creía lo que estaba viendo, no me imaginaba que nos podían robar, no sentía ni miedo, ni nervios, ni nada. Es una sensación muy rara”, describe. “Ellos sabían dónde estaban los teléfonos, entraron sin decir nada; el segundo llegó pegando voces”. Critica que “a mí lo que más rabia me da es que cuando se iba uno de ellos lo hizo insultándonos, creo que por todo el odio que tenía”.

Hipólito cree que, al margen de la procedencia, ese tipo de personas “no tienen escrúpulos, ninguna clase de valor hacia la vida, ni hacia nada (…); viene la policía, se juegan el físico, porque afortunadamente tenemos unos cuerpos súper buenos, para que luego, a los dos días o al día siguiente, les dejen en la calle. Estamos perdidos”, lamenta.

Hipólito acaba de localizar los cuatro números de serie de los teléfonos y mañana por la mañana irá sin falta a la comisaría a presentar una denuncia.

“A nosotros nos han robado de todos los colores, siempre por la noche; el año pasado nos rompieron la reja, nos han roto la cerradura de la puerta y nos han hecho butrones…, nos han hecho de todo. Por desgracia ya estoy acostumbrado y es que tenemos la guerra perdida”, asume.

“Entre todos los impuestos que nos están poniendo, nos están haciendo la vida imposible. Ya no puedes trabajar a gusto, ya no es que pagues, sino es que estamos expuestos a toda esta clase de gente. A ver, ¿y qué hacemos? ¿Qué tenemos que hacer si encima les protegemos?”, concluye.