Más de 130 sacerdotes despidieron en Sigüenza a Monseñor Atilano
La Diócesis de Sigüenza-Guadalajara ha celebrado en la catedral seguntina, en la capilla de San Pedro, el primero de los dos actos de homenaje y despedida a monseñor Atilano Rodríguez Martínez, el obispo diocesano de estos 12 últimos años. Mañana, en Guadalajara, la concatedral albergará el último de ellos.
A la cita acudieron representantes institucionales, como el delegado provincial de la Junta, José Luis Escudero; y la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, al frente de toda la Corporación Municipal, quién le entregó una placa de agradecimiento en nombre de la ciudad. Junto a ellos, un grupo de vecinos de todas las zonas de diócesis. La eucaristía contó con la presencia de 130 sacerdotes que conformaron el acto de despedida del clero en la primera sede diocesana, sita en la Ciudad del Doncel.
El respeto hacia su persona y todo lo que representa fue solemne y silencioso. La eucaristía comenzaba con la procesión de entrada al templo, desde la Sacristía de las Cabezas, hasta la parroquia de San Pedro, dentro de la Catedral. Los 130 sacerdotes desfilaron en rigurosa formación para posteriormente ocupar los lugares que tenían asignados.
En la misa, Monseñor Atilano Rodríguez llevó a cabo una acción de gracias a Dios y a las personas de la Diócesis, representación institucional (gobernantes de todo tipo), medios de comunicación, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y autoridades académicas y judiciales así como los que participan en distintas acciones pastorales en cada diócesis y parroquia.
Un almuerzo fraterno junto al obispo conformó el homenaje más íntimo, que contó con las palabras de un sacerdote mayor, otro joven, y el propio obispo, al final del cual le dieron un obsequio y se llevó a cabo una proyección sobre su acción pastoral en estos años.
Mañana, en Guadalajara, a las 19 horas, la concatedral, segunda sede diocesana, acogerá la segunda celebración, de carácter institucional.
El próximo 23 de diciembre, don Atilano Rodríguez Martínez concluirá su ministerio episcopal en Sigüenza-Guadalajara y se convertirá de facto en obispo emérito. Habrán discurrido 4.648 días, esto es, 12 años, 8 meses y 21 días. Habrá pasado el periodo probablemente más pleno y fecundo de su vida. “Un tiempo caracterizado por una entrega constante, generosa, cabal, serena, prudente, afectuosa, cercana, eficaz y sencilla a la grey que le fue confiada el 2 de abril de 2011, con nombramiento previo dos meses justos años”, valora el Deán de la Catedral seguntina, Jesús de las Heras Muela.
Durante un tiempo disfrutará de su retiro en Buenafuente del Sistal. “Llega la hora de la acción de gracias por su ministerio y por su persona. Llega la hora de seguir comprobando y haciendo realidad el fértil dinamismo interno y permanente de la Iglesia, sacramento de Jesucristo, mediante la gracia y la roca firme de la sucesión apostólica, que, en la historia global de nuestra diócesis, hizo de él el 96 de sus obispos históricamente documentados”, valora.
Monseñor Atilano Rodríguez Martínez nació el 25 octubre de 1946 en Trascastro, pueblo de la parroquia de Leitariegos (concejo/municipio de Cangas del Narcea, Asturias). Cursó estudios eclesiásticos en el seminario de Oviedo, recibiendo la ordenación sacerdotal en su parroquia natal de manos de monseñor Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, el 15 de agosto de 1970. Está licenciado en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia de Salamanca.
Desde octubre de 1970 y hasta agosto de 1973, sirvió sacerdotalmente en parroquias rurales, y de 1973 a 1977, en el seminario menor de Oviedo.
Solicitado por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Elías Yanes Álvarez, que fue obispo de Oviedo de 1970 a 1978, pasa a dirigir la secretaria particular del prelado zaragozano en aquella diócesis, desde el 1 de julio de 1977 hasta el 30 de noviembre de 1992, en que, retornado a su diócesis natal, recibe el nombramiento de moderador del equipo sacerdotal de la parroquia de El Buen Pastor de Gijón, cargo que desempeñaba en el momento de ser nombrado auxiliar de Oviedo.
Don Atilano fue arcipreste de Gijón-Sur, miembro del consejo presbiteral y miembro del colegio de consultores de la diócesis ovetense.