Me cano en todo
España es un país de himnos y, aunque los más jóvenes se hayan entregado al trap y al reggeaton, casi siempre recordamos las mismas canciones de un año para otro. Si la canción de este 2024 ha sido La Potra Salvaje de Isabel Aaíun, cierto es que no puede rivalizar en estos días de Navidad con la atemporal sonata de los hermanos Cano y Ana Torroja coincidiendo con la caída del carrillón y las 12 uvas de la suerte. La Puerta del Sol como centro neurálgico de los buenos deseos para el siguiente año de turno, en este caso, con rima consonante. Tiempo de cavilaciones y de propósitos para un año más. En estos días, donde nuestras plazas se llenan de almas que recuerdan sus orígenes y se juntan en torno a la mesa para compartir un langostino, el cuñadismo patrio se llena de argumentos y termina reflexionando lo siguiente:
“¿Cómo es posible que hayan subido los impuestos sin parar en los últimos años y a cualquier sitio que vas todo el mundo se queja que no funcionan los servicios públicos?”. Pues, a lo mejor, aunque le pierdan las formas, ese familiar escondido al término de la mesa tiene razón en el fondo. Al final el club de los humildes se convirtió en el blues del esclavo.
Aparte del aumento del IVA de los servicios básicos, la adecuación del IPC para el nuevo ejercicio (un 2,8% provisional a finales de diciembre) y la concebida subida de los precios públicos, se une la triple subida de las cotizaciones sociales que desde anteayer conviven con empresas y con trabajadores. Cruz de Navajas por una pensión, brillos mortales despuntan con el Baby Boom. La primera es el aumento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) hasta el 0,8% del salario bruto, repartido entre el empleador (0,67%) y el currito (0,13%), se emplea a dotar el fondo de reserva, se aplica a todos los sueldos con independencia de su nivel, no genera ningún derecho para la pensión y también tienen que pagarla los autónomos. La segunda es la nueva cuota de solidaridad, que gravará los salarios que superen la base máxima de cotización (4.909,50€ en 2025) aplicándose en tres tramos. Un 0,92% por el exceso hasta el 10% de esa base máxima; un 1% entre el 10% y el 50%, y todo lo que supere un 50% adicional irá al 1,17%. La tercera es el destope de la base máxima, que crece un 4% (IPC +1,2%) pero que solo irá acompañado de un aumento de la pensión máxima 10 veces inferior (IPC+0,115%). Si estas tres cruces se quedaran aquí, entonces el esfuerzo sería único para este ejercicio, pero el MEI subirá en 2029 hasta el 1,2% (1% para la patrón y 0,2% para el asalariado) o un 50% más que ahora y el “atraco solidario” en 2045 será entre el 5,5% y el 7%, más de 6,5 veces más que ahora. Al final, en este año, se recaudarán 5.000 millones de euros, a priori destinados para las pensiones del mañana, maquillaje, pero el mensaje que se lanza a la población es bastante desalentador. Como una resaca de fin de año, hoy no me puedo levantar y no, no es la fuerza del destino, es camuflar como cotización un impuesto puro y duro. Nos falta aire.
El Gobierno está considerando como clase alta a cualquier persona que gane cerca de 3.000 netos al mes en 14 pagas, cantidad jugosita, pero adscrita a la de cualquier trabajador de clase media de una gran capital como puede ser un quédate en Madrid, Barcelona o Málaga. Los costes laborales suben más y más sin contraprestación para ninguna de las partes y cada vez es más difícil explicar la diferencia entre lo que se recibe y lo que se paga. Estamos contemplando la muerte de la clase media. No es serio este cementerio. Al final de bruces, esas tres cruces. Una en la frente (cuestionando su inteligencia), la que más dolió. Otra en el pecho (la cartera), la que le mató. Y otra miente en el noticiero: “Dos ministros en plena ansiedad, roban y matan al empresario Postigo, mientras el Ejecutivo es testigo desde el portal”. Me cuesta tanto olvidarme de la realidad ya que solo soy una persona normal que solo nos quedar felicitarles por un dos mil veinticinco provechoso. Con esta perspectiva recaudatoria tan solo les diré que Me-Cano en todo lo mecanable y que Hawaii-Bombay son dos paraísos donde se pagan menos impuestos.