
Mecasolar generará 1.000 empleos cualificados en seguidores para captar la energía del sol
Rentemente implantada en Chiloeches, con proyectos de expansión en toda la región, la firma tiene en marcha instalaciones en todo el mundo. La empresa pondrá a disposición de la Junta su Aula de Formación que desarrolla de la mano de CEOE.
Mecasolar dispone desde 2005 de los sistema de seguimiento para la captación de la mayor energía solar posible en cada momento del día. “No podemos ir contra la ciencia, la fotovoltaica tiene que ser la energía del futuro”, recalca apasionadamente su director de Desarrollo de Negocio, Eloy Espada.
De los 5.000 MW que Meca Solar tiene entre su cartera de clientes en Castilla-La Mancha, 2.000 MW pertenecen a Guadalajara, casi la tercera parte, con los beneficios para el empleo que traerá consigo. Ello supondrá cerca de 1.000 puestos de trabajo en los próximos tres años. A día de hoy casi 25 personas ya desempeñan su función en el polígono de Albolleque, en Chiloeches, en lo que es el germen físico y de I+D del proyecto de una firma que tiene en funcionamiento sistemas de seguimiento del sol para captar la mayor energía posible a lo largo de todo el día en todo el mundo y cuyas instalaciones estarán finalizadas en el plazo de dos semanas.
No es la primera compañía que decide ‘bajarse’ a Guadalajara. La fábrica de electrolizadores Cummins decidió en mayo desarrollar su actividad en el Corredor del Henares guadalajareño, entre otras razones, porque, mientras que las ayudas en el País Vasco eran muy importantes, en Castilla-La Mancha la labor de acompañamiento institucional ha sido fundamental a la hora de tomar la decisión.
Mecasolar planea ofrecer hasta 1.000 puestos de trabajo sólo en la provincia en los próximos tres años. Tiene proyectos en distintas fases de desarrollo en Taracena, Cabanillas, Fontanar, Trillo, Zorita, Horche o Jadraque, entre otros muchos. En lo que respecta a Castilla-La Mancha, hay sobre la mesa 5 GW, en Albacete, Toledo, Cuenca, Minglanilla, Manzanares, etc.
“Tenemos muy buenas relaciones con Castilla-La Mancha y Guadalajara, con proveedores que son estratégicos, que están en la región y que nos proporcionan desde perfiles de acero, vigas así como una buena parte de los componentes que utilizamos para nuestra labor”, indican desde la dirección de la empresa.
Mecasolar comenzó su andadura en 2005 en Navarra y ahora se implanta en Guadalajara. Pretende aportar un valor añadido al concepto de empleo cualificado, más allá del negocio. David Cortés, director general, enmarca la iniciativa no sólo con un valor tecnológico y de servicio público, sino desde el ámbito sentimental: “Siempre hemos intentado empujar para traer cosas grandes a Guadalajara. Ya que somos guadalajareños, y de Castilla-La Mancha, buscamos firmas que pretendan crecer en la provincia gracias a su alto valor tecnológico, que no sea sólo logística, con todo el respeto del mundo”.
Por otra parte, la empresa destaca otra aportación importante al mercado de trabajo: “No solo tenemos a 25 empleados, sino que estamos contratando a personas con discapacidad”, afirma Eloy Espada, director de Desarrollo de Negocio.
Viabilidad
El plan de viabilidad que se presentó a los socios de Mecasolar se apoyaba en gran medida en la ubicación estratégica: a 20 minutos del aeropuerto, media hora de todos los clientes de Madrid y el AVE en Yebes. Además hay un desarrollo logístico muy importante. Todo lo que es mover equipos, porque nosotros nos desplazamos mucho, es para nosotros muy importante, ya que al final todos los camiones vuelven a casa, aquí pueden recoger y llevarlo, lo que nos da competitividad”, afirma Cortés.
I+D
Una parte importante de los recursos de Mecasolar van destinados a Investigación y Desarrollo. Mecasolar ha invertido una ingente cantidad de dinero en túneles de viento en Canadá y Estados Unidos “y todo ese conocimiento es un potente valor añadido de carácter técnico”, señala Cortés. Todos estos factores convierten a Mecasolar en una firma que genera un producto muy competitivo “que nos hace estar en precio y servicio tecnológico al cliente”.
Personas de Chiloeches, Horche y muchos de pueblos de alrededor ya han encontrado su hueco. “Pero además va a haber infinidad de empresas que se van a dedicar al montaje, lo que conlleva mano de obra de talleres próximos, cualificada, donde tiene que haber ingenieros o topógrafos, entre otros, lo que hace que la sociedad crezca un poco más y de forma más estable laboralmente hablando”, apunta el director de Desarrollo de Negocio, Eloy Espada.
La actividad de Mecasolar comenzó en el año 2005, en Navarra, gracias a la aportación de capital de tres socios. “De un germen pequeño crean una firma líder mundial en materia de seguidores para paneles solares a dos ejes”, señala Espada. Entonces tenían plantas en Australia, en Asia y en Estados Unidos. “Eran instalaciones muy pequeñas en potencia –recuerda- aquí la de más capacidad era de 20 MW, propiedad de Almaraz, sin embargo eran punteras para su tiempo y de gran capacidad para lo que había en la época”.
Expansión
La compañía fue creciendo paulatinamente hasta llegar a convertirse en líderes de ventas y tecnología punta. “Lo que pasa es que el mercado –apostilla- desarrolló otro seguidor, que no era a dos ejes, sino de un solo eje horizontal, más eficiente y económico, y la empresa se quedó en stand by”.
Los socios prosiguieron con otras empresas de su propiedad “y entonces es cuando entramos David -el director general- y yo en Mecasolar”. Vieron que el nombre de la empresa era muy familiar en el sector de las tecnologías renovables. “Se desarrolló el seguidor de eje horizontal y nos pusimos a venderlo, hasta que salió un buen proyecto para reflotar la compañía”, ilustra.
Eloy y David fueron los encargados de potenciar este nuevo área empresarial. “Planteamos a nuestros socios hacernos cargo de la expansión de la empresa y confiaron en nosotros plenamente desde el principio”.
Mecasolar en ese momento contaba con cinco trabajadores y ahí comenzó la expansión. “En 2018 nos vimos inmersos, tras innumerables gestiones, en el proyecto de implantación de una gigantesca instalación de 200 MW: El complejo fotovoltaico de Escatrón, en Zaragoza, es el más importante de toda Europa”, comenta Espada.
Para la evolución de este nuevo área de negocio la empresa se vio en la necesidad de contratar más gente. Una vez desarrollado en su totalidad “planteamos a los socios trasladar la compañía desde Navarra a Guadalajara, porque nosotros somos de aquí y ya veíamos las grandes posibilidades de expansión que tiene Castilla-La Mancha. Les convencimos”, indica Espada.
AULA DE FORMACIÓN
La empresa Mecasolar está desarrollando un Aula de Formación en la que va a enseñar a los futuros trabajadores cómo se montan los seguidores, máquinas que sujetan las placas solares y que sirven para que éstas, en cada momento de su actividad diurna, tengan la alineación perfecta con su fuente de suministro, el sol. “Pretendemos colaborar con la Delegación de Trabajo de la Junta para que nos envíe aquí gente que quiera capacitarse en el Aula de Formación que estamos desarrollando, en la que vamos a enseñar a los alumnos cómo se montan los seguidores”, indica Eloy Espada, director de Desarrollo de Negocio de Mecasolar.
El objetivo es que tengan una “facilidad enorme para encontrar trabajo en el sector de montaje industrial y mecánico de seguidores, no solo en nuestra empresa, sino que el certificado les sirva para demostrar que están cualificados en este sector”. Pronostica que, de aquí a tres años, va a haber pleno empleo en este campo.
Seguidores
Mecasolar se encarga del diseño, fabricación y montaje de lo que se conoce como tracker, es decir, un seguidor de la luz solar. “Se trata de una máquina que lo que hace es optimizar la producción de energía”, explica David Cortés, director general, con lo cual se aprovecha al máximo la rentabilidad de los equipos.
Estos seguidores, en una misma localización, aumentan la productividad energética. El dispositivo por la mañana busca el sol al este y va siguiéndolo todo el día hasta que se oculta, de una forma muy precisa, para producir el máximo de suministro.
Se trata de una estructura, capaz de soportar de 60 a 90 paneles solares fotovoltaicos, que contiene un motor en el centro que provoca el movimiento de seguimiento del sol.
Funcionamiento
Está monitorizada desde una unidad remota de control, con sus algoritmos y relojes astronómicos, que localizan la posición exacta del astro rey en cada momento al objeto de orientar la máquina en la posición exacta. De ahí su ventaja competitiva derivada de la eficiencia que tiene el seguidor.
El de dos ejes, aparte de hacer el seguimiento del sol este-oeste, incluía una corrección acimutal que optimizaba aún más la producción. “La placa, cuando más orientada esté al sol más produce, pero lo que sucedió es que eran muy costosos y además tenía mucha vela expuesta al viento”, indica Cortés. En cambio aún tienen desde 2005 seguidores de este tipo que siguen funcionando por todo el mundo, han soportado de forma sobresaliente las adversidades climatológicas.
Duración
Es por eso que el que hoy tienen en el mercado es el seguidor monofila, de un eje longitudinal paralelo al suelo, con seguimiento este-oeste. “Parecen instalaciones sencillas pero no lo son, porque el factor del viento juega un papel muy importante”. Una estructura liviana, pero hay que saber diseñar esta máquina para que aguante el viento durante el periodo estipulado de vida, que son 25 años.