Migraciones


Si echamos la vista a atrás, observaremos que siempre hubo expulsiones históricas. No fue la mejor solución, pero el hecho de invadir, que se puede producir en las dos direcciones, implica estas consecuencias.

Las aves y peces también han practicado desde siempre movimientos   migratorios,  pero nunca han tenido tantos problemas como nosotros, salvo los inscritos en su código, pues se guían por un impulso natural, y cuando crían sus alas o sus aletas peregrinas, viajan a otros lugares más o menos cálidos, y luego retornan sin mayores dificultades. Sin embargo, los humanos estamos orientados por otros múltiples y graves referentes discriminatorios: raza, religión, y diversas circunstancias civiles, que tienen su origen en la libertad.

A pesar de las fechas dedicadas en el año promover la diversidad cultural y a evocar los desastres derivados de nuestro mal comportamiento, no paramos de conculcar los Derechos Humanos, que obviamente son de TODOS. Uno puede hacer fortuna con el sudor de su frente o con el sudor del de enfrente. Decía M. Gandhi: “la Tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no su codicia”. Y Jean Ziegler lo está defendiendo hoy en la ONU. Hay individuos parásitos a los que, en su egoísmo exacerbado, no les basta lo suyo, (“eso que no me lo toquen”), sino que ocupan e invaden lo de los otros, y así no queda otra salida que la subsistencia de los refugiados, sin techo, y sin horizonte. ACNUR tiene todos los datos.

Si echamos la vista a atrás, observaremos que siempre hubo expulsiones históricas. No fue la mejor solución, pero el hecho de invadir, que se puede producir en las dos direcciones, implica estas consecuencias. Ahora, en plena globalización, estamos asistiendo a un cambio de época, y esto comporta gravísimos riesgos para conseguir la estabilidad y la paz.

Si miramos a África, por ejemplo, podemos observar un continente desastrosamente empobrecido, porque están pagando una factura demasiado cara por el maltrato del Planeta que está ejerciendo el mundo desarrollado. Los que más padecen sus efectos, suelen ser los que menos lo ensucian y deterioran. El bienestar de la Humanidad depende, en gran medida, de la salud medioambiental y de las políticas consiguientes. Además, muchos países africanos (también americanos) sufren una desestructuración y descapitalización a la que han contribuido países ajenos, al explotar sus recursos. No se trata de eximir de su responsabilidad a algunos de sus inmaduros y malvados dirigentes, cuando no han hecho nada por evitarlo y defender el honor de sus pueblos.

Por otra parte, hay una delincuencia bien organizada, así como mafias, milicias y traficantes unidos para hacer todo lo que les venga en gana. A las puertas de Europa tenemos ya muchos bárbaros y demasiados mendigos. Y ante todo este empuje brutal se responde con una gran dosis de pasividad y falta de empatía. Hay seres humanos sin escrúpulos que pretenden seguir medrando mientras guardan la equidistancia debida, que es tanto como decir esa maldad que es el silencio cobarde, cómplice al fin de un estado de cosas. Se trata siempre de omisión y de mirar para otro lado.

Una consecuencia directa de la avaricia y de la voracidad es la pobreza, que reclama un grito por una cierta igualdad. A veces no queda ni una pizca de dignidad. Se puede ser pobre con dignidad; pero sin trabajo (que es un derecho… y un deber) no puede existir aquella. Y una consecuencia -entre otras muchas- de la pobreza es el hambre, la mayor pandemia que pueda ocurrir en la vida y que nunca se contagia. Debemos ser más leales y contagiar solidaridad, que es, justo lo contrario de la hipocresía o la doble moral.

Y, por supuesto, tampoco puede haber dignidad mientras exista la apropiación de los recursos naturales mediante la imposición del poder, que se hace violando, no sólo los derechos humanos, sino también los atribuibles a la Naturaleza, y que son universales. 

Claro está que es harto difícil dar a cada uno lo suyo y que el mundo sea un paraíso, pero se podría lograr que el mundo no sea un infierno. Habrá que intentarlo entre todos los que estamos simplemente mirando.