Muchos primeros pasos

Dolor, rabia, sentimiento de injusticia, miedo al futuro o, mejor dicho, a la falta de él... Todo esto es lo que habrán sentido muchos vecinos de los municipios que, verano tras verano, veían cómo dependían de los camiones cisterna de la Diputación provincial para abastecerse de agua. Pues ésta ha sido la realidad durante muchos años, aunque, como todas las pesadillas, hay una mañana en la que te despiertas y la situación es muy distinta. Al menos será así a partir de ahora para los vecinos de Chillarón y Córcoles, gracias a las infraestructuras hidráulicas que se han construido. Sin duda es sólo un primer paso, uno muy importante, hacia la justicia para una zona afectada cruelmente por el déficit hídrico que sufre este país. Y como en un inesperado Día de Reyes, este regalo no ha venido solo, sino acompañado de otra señal de que los tiempos están cambiando para bien. Se trata de la aprobación de las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, que a grandes rasgos significa que saldrá menos agua de los embalses de cabecera hacia el Levante cuando nos encontremos en Nivel 2: pasará de 38 a 27 hectómetros cúbicos de trasvase mensual. Claro que no es suficiente para las aspiraciones castellano-manchegas y todos aquellos que defienden un mayor respeto del medio ambiente y mayores oportunidades de desarrollo en la zona ribereña. Pero, nuevamente, es un primer paso. Después vendrán los segundos, terceros y cuartos pasos. Y cuando menos nos demos cuenta, el Tajo volverá a ser lo que era. Por tanto, dejadnos aplaudir, sentirnos satisfechos y soñar con ese futuro. Porque si nos venimos abajo cuando avanzamos un poquito, no tendremos fuerzas para continuar caminando. Así que  es momento de celebrar lo conseguido y, eso sí, seguir luchando en las instituciones por mayores láminas estables de agua, porque un río sin agua no es un río.