Paseo por las nubes del paraíso de la Sierra Norte de Guadalajara
A caballo entre La Campiña, La Alcarria y a los pies de la Sierra Norte de Guadalajara se encuentra el Aeródromo de Taragudo, un pequeño pero significativo punto de acceso a la aviación ligera y al turismo aéreo. A tan solo 500 metros del pueblo, ofrece una oportunidad única para explorar el entorno desde el aire, brindando una nueva perspectiva de los paisajes que caracterizan la Sierra Norte de la provincia.
La empresa gestionada por Benito Baldominos, Mydair, organiza vuelos panorámicos y formación de pilotos. Sin necesidad de ser un experto, cualquier persona puede aprovechar los vuelos para sobrevolar algunos de los parajes más impresionantes. Las rutas incluyen recorridos por montañas, valles, pueblos históricos y embalses, todo desde una perspectiva única.
Vista aérea de la localidad de Hita.
Uno de los vuelos más destacados es el que sobrevuela el emblemático Pico Ocejón. Este trayecto permite disfrutar de las vistas panorámicas de la sierra y las áreas circundantes. “Volar sobre el Ocejón es una experiencia única, una oportunidad para observar la majestuosidad del paisaje montañoso de esta parte de la provincia”, comenta Baldominos. Desde el aire, se pueden apreciar los vastos bosques, los valles verdes y los pequeños pueblos dispersos, ofreciendo una sensación de libertad y asombro.
Para quienes prefieren vuelos más cortos, existen rutas de media hora que permiten sobrevolar localidades cercanas. Pueblos como Hita, Jadraque, Cogolludo y Espinosa de Henares forman parte de estos recorridos, mostrando la arquitectura tradicional y los paisajes rurales. “Sobrevolar estos pueblos ofrece una visión distinta, un vínculo entre la naturaleza y las construcciones humanas que han perdurado a lo largo del tiempo”, añade Baldominos.
La experiencia de sobrevolar el Ocejón es inigualable.
Los vuelos sobre los embalses de Entrepeñas y Buendía son también muy solicitados. Estos grandes cuerpos de agua, rodeados de montañas e islotes, ofrecen una panorámica impresionante que cambia con las estaciones. Los vuelos de una hora permiten disfrutar de una vista única de la zona lacustre, destacando la serenidad del agua y la belleza de los paisajes circundantes.
Además de los vuelos estándar, Baldominos ofrece rutas personalizadas, permitiendo a los pasajeros diseñar su propio itinerario. Se pueden incluir zonas de interés como el Barranco de la Hoz. “La posibilidad de personalizar el recorrido hace que cada vuelo sea una experiencia única”, explica Baldominos.
Benito Baldominos posa junto a uno de sus modelos.
Las aeronaves son biplaza, lo que garantiza comodidad y seguridad. Benito Baldominos, con su amplia experiencia, guía a los viajeros durante el vuelo, explicando conceptos sobre aviación y permitiendo que los acompañantes tomen los controles bajo su supervisión. “Esta interacción hace que el vuelo sea atractivo tanto para principiantes como para quienes desean involucrarse más en la experiencia”, explica.
La seguridad es una prioridad en todos los vuelos. “Mi objetivo es asegurar que cada vuelo se realice con la máxima seguridad y confort para los pasajeros”, señala Baldominos. Su experiencia en aviación y el cuidado que pone en cada vuelo garantizan una vivencia confiable.
Baldominos realiza directamente las tareas de monitor y da la oportunidad de disfrutar de la experiencia de pilotar un avión, eso sí, una vez que haya pasado el despegue.
El Aeródromo de Taragudo también ofrece formación para quienes desean obtener la licencia de piloto. Autorizada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la empresa imparte cursos teóricos y prácticos. “Nuestra formación es completa y rigurosa, preparada para aquellos que desean comenzar en la aviación o seguir una carrera profesional”, asegura Baldominos.
El vínculo con el pueblo es otro de los aspectos. Benito Baldominos, originario de Guadalajara, ha mantenido una relación cercana con los habitantes de Taragudo, colaborando en actividades y mejorando las instalaciones del aeródromo. “La próxima apertura de un bar-cafetería hará del aeródromo un lugar ideal para que los visitantes disfruten después de su vuelo, convirtiéndolo en un punto de encuentro para todos”, afirma Baldominos. Esta iniciativa contribuye a que el aeródromo se convierta en un lugar de disfrute tanto para locales como para turistas, fusionando la aviación con la vida cotidiana de la provincia.