“¿Por qué yo?, todavía estoy intentando aterrizar, no me entra en la cabeza”

20/06/2021 - 09:46 Redacción

La cantante guadalajareña Natividad Baldominos, que trabajó activamente en favor de los niños con discapacidad o autismo durante los momentos más duros de la pandemia, recibe la Medalla de la Orden del Mérito Civil.

 

 

La cantante guadalajareña, Natividad Baldominos, creadora y alma de la asociación Mi  voz por tu sonrisa, que apoya y recauda fondos para niños con discapacidad o autismo, entre otros, recogió el pasado viernes en el Palacio Real la Medalla de la Orden del Mérito Civil, de manos del Rey Felipe VI. El acto estuvo presidido por los Sus Majestades, acompañados de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, con motivo del séptimo aniversario de la Proclamación del Rey Felipe VI.

La cara de Baldominos lucía esplendor y felicidad. Visiblemente emocionada, ataviada convenientemente para la ocasión con un traje realizado por el diseñador de Guadalajara, Juan Carlos Pajares, recibió un galardón que supone un reconocimiento de la Corona “a quienes desarrollan su vida y labor profesional ordinaria de manera ejemplar, al servicio de la sociedad”. En esta ocasión, de manera muy especial, por su contribución ante el Covid 19. “Quienes ahora son reconocidos con la Medalla de la Orden del Mérito Civil son el reflejo de la situación vivida por millones de personas en el tiempo marcado por la pandemia y sus consecuencias”, señalan fuentes del Servicio de Prensa y Protocolo de Palacio Real.

Ella acudió en representación de Castilla-La Mancha, entre las distinciones otorgadas a distinguidas personalidades que representaron a las 17 Comunidades Autónomas y las dos Ciudades Autónomas. “Todavía estoy intentando aterrizar, no me entra en la cabeza”. Éstas fueron las primeras palabras que pronunció a Nueva Alcarria tras la recogida del premio, delante, nada menos, de la Familia Real, como si de un cuadro de Velázquez se tratara. “Me pregunto por qué yo, siento una emoción y un honor inmenso; mi agradecimiento es infinito”, así valoró una condecoración que extrapola a todos los que están desarrollando tareas solidarias que constituyen “una aportación imprescindible a la sociedad”, como las que ella personalmente realiza a través de su colectivo, Mi voz por tu sonrisa.

Natividad Baldominos, de 54 años, vive a caballo entre la capital alcarreña y Pozo de Guadalajara. Siempre –presume- ha estado muy vinculada a Adoratrices, desde que era una estudiante. “Fui además profesora de extraescolares y titular de inglés y música”, añade. “Cuando me llamaron de la Casa Real no me lo creía, pensé que era una broma, así que les dije que me lo comunicaran por mail, ya que era un asunto muy serio y fue entonces cuando me mandaron la acreditación”, señala.

A partir de ese momento tuvo que ir en dos ocasiones al Palacio Real para ensayar el protocolo: “El primer día entré por la Puerta del Príncipe, el otro por el Patio de Artillería, aún no salgo de mi asombro, dije: ¡Oh Dios mío, es inmenso!, pero el personal de protocolo me hizo sentir en familia”.

A través de distintas iniciativas artísticas, la plataforma solidaria Mi voz por tu sonrisa, gracias a los conciertos benéficos y discos que ofrece Baldominos, recauda fondos para otras entidades de su misma índole o para la realización de actividades de musicoterapia y pictoterapia para niños y niñas con enfermedades diversas o discapacidad. Acaba de lanzar un CD que, bajo el título Mi mundo interior, pone su voz al servicio de todos estos colectivos, que abarca, entre otros, a personas con autismo, Síndrome de Down, parálisis cerebral, asociaciones que trabajan con la exclusión social, esclerosis múltiple, enfermedades raras, duplicación mecp2 o problemas cognitivos.

“Intenté entregar tres de mis discos a la Familia Real, pero la Reina sólo me cogió uno porque dijo que el resto lo iba a necesitar para la causa que estamos desarrollando”, comentó, a la par que alabó la actitud de Doña Letizia y de toda la Familia Real que, recordaba, se quedó hasta el final con su familia comentando los pormenores de su labor en torno a la cual “estaban muy informados, destacaron y alabaron el valor de lo que hacía, interesándose por mi enfermedad”.

La vida de Natividad dio un giro en el año 2000 como consecuencia de una enfermedad rara, que le apartó de sus actividades docentes en el colegio Adoratrices. Durante la pandemia se preocupó por mantener activo el sector cultural y por animar a los niños en los tiempos difíciles. Grabó fragmentos de video-relato con niños y niñas confinados. Después editó y publicó un video-relato adaptado con motivo del día del libro. La cultura es un extraordinario alimento del espíritu y un antídoto frente a la adversidad y así se ha puesto de manifiesto en la crisis sanitaria: “España es una potencia cultural y, Natividad es un ejemplo de que la acción y la creación cultural no han cesado en la pandemia y de que son un importante instrumento de valor social” destacan desde Protocolo de la Casa Real.

En 2020 había 42 niños y niñas beneficiándose de estas actividades. Además, impulsa actividades de recaudación para proyectos de otras entidades como la Asociación Española contra el Cáncer, Manos Unidas o la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer.