Que mayo ha venido

08/05/2021 - 12:48 Pedro Villaverde Martínez

Los mayos son una tradición de gran enraizamiento en muchos de nuestros pueblos. Manifestación, sin duda, de la lírica más tradicional de nuestra literatura.

El tiempo considerado como la sucesión de fracciones medibles del mismo es algo que todos entendemos fácilmente. A éste nos referimos cuando titulamos nuestro comentario. La coplilla primera de los mayos que yo aprendiera de pequeño en mi Huertapelayo  natal, decía más o menos aquello de /Ya estamos a treinta del abril cumplido, alegraos, damas, que mayo ha venido. Los mayos son una tradición de gran enraizamiento en muchos de nuestros pueblos. Manifestación, sin duda, de la lírica más tradicional de nuestra literatura. Mayos a la Virgen, mayos a las mozas...Distintas formas de cantar esa lírica, e incluso de celebrarla por muchos rincones de nuestra provincia. La primavera muestra ya por este tiempo sus mejores galas. Nuestros campos se han cubierto de policromados colores. Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor... dice en su comienzo el romance del prisionero para expresar después, de manera sencilla y bella, los más hondos y líricos sentimientos de amor, de tristeza...

  Las tradiciones que por nuestra provincia se celebran con motivo de la llegada del mes de mayo van desde las más religiosas, como esos cantares a la Virgen en el mes de las flores, o ese sentimiento emotivo de celebrar el día también de nuestra madre terrenal... al más pagano tal vez de cantar al amor que  muchos de nuestros clásicos llaman el amor carnal... Es mayo para muchos el que tiene la llave del año según nuestro refranero... Todos exclaman igualmente lo de “...como agua de mayo”. Es sin duda mayo un mes con atractivos suficientes por salir casi definitivamente del oscuro invierno, por ver cercanas las siempre esperadas vacaciones de verano. Podríamos seguir hablando de este maravilloso mes.  Son días deseados, pero también de nervios para los estudiantes. Recordamos aquello de “aquí yace quien no tembló, al que un estudiante agregó: porque no se examinó. Sabemos que hay que pasar por los exámenes finales y por otros muchos problemas que el vivir cotidiano conllevan. No es el momento de recordarlos, aunque estén muy presentes sobre todo para los más afectados. Hoy tan sólo es un brindis a estos preludios de buen tiempo y con los mejores deseos.