Recuerdo de Huertapelayo

31/07/2021 - 15:30 Pedro Villaverde Martínez

La no celebración de fiestas como tal no evita que hoy, en el primer domingo de agosto, recordemos el pueblo que nos vio nacer y crecer. 

Termina julio y agosto celebra su primer domingo. Nuestro Huertapelayo natal, que como otros muchos pueblos tuvo que ir cambiando la fiesta de su Patrona acorde los tiempos para mejor participar en su celebración, debería estar en fiestas. El año pasado no hubo, salvo la misa de la patrona, en la plaza, y este año ignoramos si habrá algo más, pues limitada fue también la celebración de San Antonio, de gran tradición en el pueblo, y los tiempos no permiten las grandes verbenas que aquí, como en otros tantos lugares, se celebran. Ello no nos impide tener el recuerdo en esta fecha al pueblo que nos vio nacer, crecer y al que en tantas ocasiones hemos vuelto, aunque sea unos días con motivo del reencuentro en torno a Santa María Magdalena. La fiesta comienza con la tradicional Ronda en la puerta de la Iglesia en honor a la patrona, a las doce en punto de la noche con participación de todos. A continuación desde el balcón del Ayuntamiento, el pregón, y a lo largo del fin de semana los más pequeños y mayores gozan de la música callejera de una charanga-orquesta, a modo de diana, que ameniza el despertar en un paisaje inimaginable. El acto central es la misa mayor y posterior procesión. El baile, las reuniones familiares, los concursos y juegos son- o eran- y seguro volverán a ser abundantes en estas fechas.

Huertapelayo, como ya hemos escrito y también lo han hecho otros escritores provinciales, está situado en un enclave o lugar privilegiado del llamado Alto Tajo. Cuenta con una excelente carretera de acceso gracias a los planes provinciales de la Diputación y rutas señalizadas para hacer senderismo y disfrutar de los bellos parajes.

No podemos resistirnos a la tentación de mencionar el muy bello retablo que preside y adorna su Iglesia, bastante deteriorado hasta que hace unos años con el patrocinio de una familia del lugar fue restaurado, y ahora muestra una belleza digna de ser contemplada y como alguien dijo convirtiéndose en un motivo más para acercarse a este bello rincón. También otras familias contribuyen a que ese magnífico retablo muestre toda su belleza. Varios libros, entre ellos el de Marta Embid y Salvador Herraiz, sin olvidar los centenares de artículos en este periódico de Salvador Embid, recogen bien la historia y muchas curiosidades de este lugar que hoy conmemora a su patrona, Santa María Magdalena.