Redes sociales: riesgos reales


Es importante dar un apoyo especializado a los padres que se enfrentan a la tarea de educar a sus hijos en un mundo tecnológico e hiperconectado. Conocer las novedades y actualizaciones en estas áreas es imprescindible para educar en este tema.

Las redes sociales son una gran oportunidad para complementar el desarrollo personal y social de adolescentes y jóvenes. Es muy importante poder dar un apoyo especializado a los padres que se enfrentan a la tarea de educar a sus hijos en un mundo tecnológico e hiperconectado. Conocer las novedades y actualizaciones en estas áreas es imprescindible para educar a los menores en el uso positivo de la red. 

• España es el país europeo con más adicción adolescente a la red, el 21’3% la padecen.  A raíz del COVID 19, los menores pasan una media de 83 minutos al día en sus redes sociales. Viven para lograr la mejor foto que les consiga muchos likes.

• La cantidad de fotos y datos que se comparte en las redes da mucha información tanto a los depredadores como a las grandes corporaciones sobre los usuarios. Transmitamos que “en internet tu imagen es de todos”. Informar y explicar lo que es la intimidad y la privacidad, resulta esencial desde edades tempranas en las que se despierta el interés por internet. Concienciar sobre los riesgos más frecuentes al compartir información personal y sensible propia o de conocidos. No se dude en “el lado oscuro” no descansan para atraer a los más vulnerables. 

• Menores delante de las pantallas ya sea con su móvil, tableta u ordenador, dejan de lado otras obligaciones como los estudios, actividades esenciales como dormir, o incluso el socializar con sus amigos. La conciencia del mundo la viven a través de sus redes sociales.   

• Buscan (y a veces se la encuentran sin buscarla) información sexual, en portales pornográficos, asumiendo como normales prácticas en ocasiones violentas, y actitudes machistas que luego tratan de reproducir en sus relaciones. No se recomienda generar material íntimo, pues puede ser extraviado o robado de los dispositivos. La educación afectiva y sexual es un pilar fundamental para el correcto desarrollo de la infancia y la adolescencia. Los datos y nuestra experiencia nos dicen que un 40% del alumnado de primaria ha visto contenido sexual en internet sin querer, frente al 12 % que afirma que, en casa o en el colegio, le han hablado de sexo.

• Seamos pedagógicos con los niños desde su propia motivación audiovisual. No es admisible que los adultos disfruten de momentos de tranquilidad a costa de que los más pequeños estén «empantallados». En muchas ocasiones las familias hacen todo lo que estiman adecuado, pero sus hijos no les permiten ayudarlos o directamente los engañan.

• Se debe adecuar la realidad jurídica a los avances tecnológicos. Alentemos y dotemos la labor de las Fuerzas de Seguridad e impliquemos a las Empresas que se desempeñan en la red. Ante contenido inadecuado, es importante denunciarlo ante la autoridad competente.

• La supervisión supone al inicio estar muy cerca, después mantener un control de lo esencial. Los padres han de supervisar para saber si los hijos están en riesgo. Los progenitores han de ser activos en el ocio de sus hijos y dar buen ejemplo del uso tecnológico. Hay que incidir en que la vida es amplia en las posibilidades de piel con piel, de salir a la calle, de hablar, de leer, de contacto con la naturaleza.

• Los controles parentales pueden complementar la necesaria labor educativa de los adultos, pero nunca sustituirla.

• Contamos con una sentencia del Tribunal Supremo (10/12/2015. Ponente del Moral García) que indica que los padres no solo tienen derecho de indagar en las nuevas tecnologías de sus hijos, sino obligación, si sospechan que están siendo víctimas de un delito. 

• Las secuelas psicológicas del acoso escolar y ciberacoso son muy graves, afectando al desempeño escolar, a la autoestima, a las relaciones sociales y familiares, alcanzando el trastorno depresivo y las ideaciones suicidas.

• “La Comunidad de Madrid, y muy acertadamente, al inicio del curso escolar 2020/2021 ha prohibido el uso del teléfono móvil en los colegios”. En nuestro Centro Terapéutico Recurra Ginso no hay teléfonos ni ordenadores (salvo actividad educativa). 

• Las apuestas y los juegos de azar en línea incrementan los riesgos de adicción y la ludopatía entre nuestros jóvenes. Lo constatamos en Recurra Ginso. 

• Los padres deben estar informados correctamente y realizar elecciones con criterio, pues con frecuencia desde 10 años juegan a los juegos más famosos de +18. Es importante que limitemos el acceso a redes sociales a menores de 14 (exigir a los prestadores de servicios (¡por norma/ley!) de las redes sociales que comprueben mediante el certificado de identificación de edad (DNI)), y que acompañemos hasta los 16 años.

• Cuando un adolescente se comunica o intercambia información o material con otro usuario de la red, no puede estar seguro de saber ni quién es, ni qué edad tiene, ni qué intenciones tiene.

• Será importante conocer qué redes utilizan, para qué las utilizan y con quiénes se relacionan, para poder asesorarlos sobre los contenidos que puedan estar disponibles en estas redes, y mostrar los riesgos que pueden aparecer.

• El mal uso de redes sociales se asocia a niveles altos de ansiedad, a obsesión por la imagen corporal, pérdidas de gran cantidad de tiempo, radicalización de pensamientos e ideas, descuido de higiene, comparación constante con los demás, deterioro de la autoestima, desesperación, angustia, conductas violentas e ideaciones autolíticas y suicidas.

• Debido al momento de desarrollo, los niños, adolescentes y jóvenes son la población más vulnerable al utilizar las nuevas tecnologías. Determinadas características de personalidad y estados emocionales agravan los riesgos. 

• Es fundamental generar un diálogo fluido y permanente con los menores, estar muy atentos a sus comportamientos, actitudes y estado de ánimo, especialmente a los cambios bruscos y relevantes. Hay que hablar con ellos de forma constructiva y ver si podemos abordar y mejorar la situación desde al ámbito familiar o escolar, o si es necesario acudir a profesionales que nos puedan ayudar. Es importante que nos anticipemos a su curiosidad y les ofrezcamos respuestas y alternativas saludables y positivas para encontrar información.

• Desde la perspectiva de los adolescentes, la popularidad, la aceptación y el refuerzo del grupo de iguales y los retos o desafíos en sí mismos, son tan relevantes que pueden poner en peligro su vida o la de los demás.

• Las redes sociales premian con popularidad los materiales sorprendentes, escandalosos, extraños, ridículos y peligrosos, aumentando los riesgos y la difusión de estos retos.

• Cuando existe baja autoestima, se potencia la influencia de los mensajes externos y se facilita que puedan asumir determinadas actitudes y comportamientos nocivos.

• Algunos contenidos inadecuados fomentan el consumo de drogas, potencian las apuestas, inducen a las compras y gastos económicos en la red y facilitan la aparición de trastornos adictivos.

• Una guía como esta no sirve con leerla, hay que ponerla en práctica.