Ritmos celtas y orientales, folk castellano y bailes regionales llenaron el 'Solsticio Folk'
Esta tradicional cita cultural estival recuperó su ubicación tradicional, el merendero de San Roque.
Folk para todos los públicos, magia y rock a ritmo de violín. El Solsticio Folk se celebró este fin de semana en la ciudad de Guadalajara en su ubicación original, el merendero de San Roque, tras año y medio de pandemia.
La percusionista Vanessa Muela inauguró la programación con música tradicional de Castilla y León: jotas, romances, charros, charradas, fandangos, seguidillas… y una veintena de instrumentos tradicionales: guitarra, rabel, pandereta, pandero cuadrado, conchas, criba, carajillo o zambomba y utensilios de cocina. Le tomaron el relevo alumnos del grupo de bailes de La Cotilla, en total, 22 personas entre músicos y bailarines, que pusieron en valor todo el trabajo realizado durante el año. Por la tarde fue le turno del músico multiinstrumentalista, mago y compositor musical, Pepín Banzo, donde la interpretación, la magia y la sorpresa se dieron la mano en un espectáculo único.
Por la noche llegó la actuación del grupo Novolution, de El Casar, con una mezcla de ritmos celtas y voces de soul; ritmos orientales con folk irlandés y funk . El espectáculo ‘Sueños para una noche de verano’ del artista de Guadalajara, Juan Martínez, el ‘Hombre Led’, puso sobre el escenario magia, danza y malabares.
Por último, la conquense Judith Mateo y su rock a ritmo de violín, pasando por el pop y sus influencias folk, cerraron la jornada.
