Sigüenza cultural

09/08/2020 - 13:59 Pedro Villaverde Martínez

Dos atractivos se unen este verano a la ciudad del Doncel. La exposición de obras del Museo del Prado en las calles y la muestra de Emilio Fernández Galiano.

Sobre Sigüenza se ha escrito tanto, incluso nosotros cada verano por pasar aquí gran parte del mismo, que poco podemos decir de nuevo, salvo nuestra adhesión a esa solicitud de que sea declarada Patrimonio de la Humanidad, pues motivos le sobran y no solo por detalles concretos sino por todo su conjunto. La muy bella ciudad tiene múltiples encantos para ser visitada y pasar en ella unas horas,  días… y unas vacaciones. Tiene Historia en cada rincón que podamos visitar, que son muchos, a los que se añade ahora la iglesia de Santiago. Los historiadores dan fe de ello como es el caso de la cronista de la ciudad Pilar Martínez Taboada, hija del que fuese médico, primer alcalde de la democracia y antecesor en ese cargo, el siempre recordado Juan Antonio Martínez Gómez Gordo. Confesamos que no somos muy adictos a cantar y contar las excelencias de los lugares, pues son muchos los libros que las recogen, pero afirmamos sin duda que Sigüenza puede ser considerada como ciudad que atesora paisajes, monumentos, clima y gastronomía.

    La ciudad del Doncel merece ser visitada por muchas razones, como la propia escultura funeraria, y en este atípico verano dos son sus atractivos adicionales, la exposición en las calles de las obras del Museo del Prado y la recientemente inaugurada de nuestro buen amigo y excelente pintor Emilio Fernández Galiano, que por si sola justifica un viaje. Pero además se puede contemplar mucho y buen arte tanto en su Catedral como en iglesias, conventos, travesañas o arcos. Este año no habrá fiestas, no disfrutaremos de la  procesión de Los Faroles, aunque si de actos religiosos en honor a la Virgen de la Mayor, ni de la alegría de las peñas, los toros o las verbenas, ni podremos visitar el taller del cincelador Mariano Canfranc, pero si asistir a actos culturales en la calle, además de las citadas exposiciones, porque nuestro ayuntamiento no quiere quedarse quieto. Es un año distinto, condicionado por la pandemia, pero sobran razones para una escapada desde la prudencia debida. La columna no da para más pero nuestro reconocimiento hacia esta Sigüenza es tan grande quizá como hacia estos amigos artistas que siguen haciéndola grande incluso en tiempos difíciles como los actuales.