
“Somos personas de corazón ‘verde’, que sufrimos con lo que le pasa a la gente”
Cristina Moreno, natural de Madrid, tiene 49 años. El mes pasado cumplió su segundo aniversario al frente de la Comandancia de Guadalajara. En su haber tiene varios hitos, entre otros, primera mujer en ingresar en la Escala Superior de Oficiales de la Guardia Civil y primera en alcanzar el grado de teniente coronel de toda España.
FOTOS: RAFAEL MARTÍN SOLANO
Ella es una de las protagonistas de una gran efeméride: el 35 aniversario de la incorporación de la mujer a la Benemérita. Y será la primera jefe de la comandancia que viva un desfile por las calles de Guadalajara el próximo 12 de Octubre, con motivo de la Patrona. Posee infinidad de condecoraciones, entre medallas, títulos y premios. Sin embargo, para ella, la que le otorgó la Diputación provincial, como Hija Adoptiva de la Provincia, tiene un apartado especial reservado en su benemérito corazón. Por encima de su condición femenina, de su condición de ser humano -asegura- se considera una “profesional”. Y matiza: “Cuando nos quitamos el uniforme nuestro corazón verde sigue latiendo y sufrimos con las situaciones”. Cristina Moreno con todo el equipo de guardias asignados a la Comandancia de Guadalajara, ha sido la artífice de las grandes operaciones dentro del Plan MEL para reducir la delincuencia en el Corredor.
Suele decir que “mi sangre es de color verde”.
Cuando nací en 1974 las mujeres no podíamos ser guardias civiles. Sin embargo lo hice en una familia llena de guardias civiles, todos ellos hombres: mi padre, mi abuelo, mis primos, etc. Esto significa que, cuando empieza a gestarse en mi cabeza la idea, desde muy niña, de que quiero ser guardia civil, mis referentes eran hombres, pero nunca me planteé, como no veía ninguna mujer con tricornio, que no podría ser guardia civil. Siempre he dicho que nací con la sangre muy verde y no he querido ser otra cosa en esta vida.
Y eso, ¿cómo se interioriza?
Tú vives el ambiente cuartelero, castrense, en el que en tu casa se habla mucho del trabajo de tu padre y, sobre todo, de lo que conlleva ser guardia civil. Mi niñez se desarrolla en los años 80, cuando ETA estaba inmersa en su etapa de mayor intensidad. Viví cómo mataban guardias civiles todos los días. En ese ambiente me crié, y, a pesar de todo ello, lo que quiero ser es guardia civil. Veo que mi padre habla con pasión de su trabajo, de mi abuelo, porque fallece siendo muy niña, con ocho años; de los cuarteles en los que ha vivido. Al final todas esas historias me han ido calando y, cuando te quieres dar cuenta, de repente, tu dices: “yo quiero ser lo que es mi padre”.
Seguro que algún amigo de su padre habrá muerto a manos de ETA.
Muchos compañeros, amigos, familiares. Creo que eso es lo que precisamente ha hecho que muchos hijos de compañeros que mató ETA, algunos de mi promoción, quisiéramos ser los valientes que acabaran con esa lacra social que era ETA.
¿A qué edad se sabía el himno de la Guardia Civil?
A los seis años. Me lo aprendí a la vez que el Padrenuestro en Catequesis. Lo cantaba a todas horas.
¿Cómo reaccionó cuándo le dijo a su padre que quería ser Guardia Civil?
Reaccionó de una forma muy natural diciéndome que las mujeres no podíamos ser guardias civiles.
¿Usted se veía vestida de guardia civil?
Todos los días. Esas palabras de mi padre no me quitaron la idea. No lo acepté con desagrado. Simplemente seguí con mi vida, mi infancia. Disfrutando y estudiando. Fue mi propio padre, cuando tenía 14 años, el que me dijo, Real Decreto en mano: “Mira, ya podéis ser guardias civiles y militares”. Proseguí con mis estudios, hasta que llegó el gran momento”.
Da el primer paso y entra en la Academia General Militar de Zaragoza. Es la primera mujer aspirante a Guardia Civil.
Entro en Zaragoza, junto a seis mujeres más. Todas con 19 años, seis de ellas al Ejército de Tierra. En 1993 entro yo y me convierto en la primera joven que va a ser teniente de la Guardia Civil en los 150 años de existencia del Cuerpo. Llego a la Academia Especial de Aranjuez en 1995 y me encuentro con que soy la primera mujer. Éramos tres promociones pequeñas, de 25 ó 30 personas. Durante un año entero estoy sola, con 75 hombres, más las camareras y las mujeres que nos limpiaban las habitaciones, que era con las únicas que hablaba. Hay que tener en cuenta que sucedió hace 30 años. Por entonces había mucha incomprensión. Los compañeros que tengo ahora, a los que adoro, me quieren y aprecian, en su momento, con 19 años, no entendían que una mujer pudiera tener ese amor a la Patria, que quisiera ser Guardia Civil o que valiera para ser jefe. El valor era cosa de hombres. El que iba a la guerra era el hombre, el que defendía era el hombre. Entonces era difícil que hablaran cosas de hombres con una mujer delante o jugaran al fútbol, dando por sentado que tú no sabías jugar por el hecho de ser mujer. Era difícil integrarse, querías formar parte del grupo y te veías obligada a cambiar. Te masculinizas, contando chistes machistas, no te pones pendientes... Por la necesidad de decir “quiero ser parte del grupo”.
Tiene infinidad de distinciones. La última la del Día de la Provincia. ¿Qué mensaje quiere trasladar a la sociedad a través de ellas?
El mensaje de agradecimiento. Si la Diputación entiende que merezco ese distintivo es porque, al final, yo represento a la Guardia Civil, y entiende que la Benemérita lo está haciendo muy bien en la provincia, con lo cual, lo que me enorgullece muchísimo, es que la Institución provincial otorgue en mi persona una distinción a mis 600 guardias civiles. Me lo tomo como un agradecimiento de la sociedad civil a la Benemérita y eso es un orgullo para una teniente coronel de la Guardia Civil que está desempeñando su trabajo por los guadalajareños, junto a mis hombres y mujeres.
Ustedes devuelven con creces el agradecimiento, con nada menos que un desfile por las calles de la capital, el 12 de Octubre, día de su Patrona la Virgen del Pilar.
Ya lo hicimos en junio en Molina. Qué mejor sitio para hacer por primera vez un acto de la Guardia Civil en la calle para que todos los molineses disfrutaran. Con ello hemos querido mostrar a los molineses que no les olvidamos y que, mientras la Guardia Civil exista, estará en la comarca. He conseguido, además, que la Patrona salga a la calle en la capital. En Guadalajara trasladaremos también ese mensaje de cercanía.
¿Los vecinos pueden estar tranquilos, pese a los altibajos en la asignación de efectivos?
Guadalajara es una provincia de paso. Nos vienen los guardias civiles y, en cuanto pueden, se van. Tenemos épocas en la que somos muchos y en otras menos, pero siempre estamos ahí. La diferencia es que algunas veces tardamos algo más de lo que nosotros quisiéramos en resolver una incidencia y, en otras, un poco menos. Sin embargo siempre tenemos gente que está 24 horas al teléfono atendiendo las incidencias de todo el territorio. No obstante, para nosotros es muy frustrante, y nos llevamos esta frustración a casa, cuando no podemos llegar en el tiempo deseado a un sitio en el que una persona nos necesita. Somos personas con el corazón verde muy grande y sufrimos con lo que le pasa a la gente. El Guardia Civil cuando está trabajando deja a un lado ese corazón verde, para hacer bien su trabajo, pero cuando nos quitamos el uniforme, aparece la persona que sufre, siente, padece, se frustra y se enfada.
Un ejemplo de la eficacia del cuerpo policial ha sido el Plan MEL, que se ha plasmado en una espectacular reducción de los datos de delincuencia en el Corredor. ¿Cuál ha sido la clave del éxito?
Se trataba de una operación puntual ante una situación concreta de crecimiento de la delincuencia durante el año pasado, en el Corredor del Henares, incluido El Casar. La Guardia Civil incorporó medios ajenos a la Comandancia, con refuerzo de la Comandancia de Madrid y de unidades centrales, como la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS), el Servicio Aéreo, el servicio Cinológico, o la Jefatura de la Agrupación de Tráfico. Todo ello con la finalidad de establecer servicios en los que sobre todo lo que se viera era robustez uniformada, es decir, una combinación de agentes de uniforme intentando prevenir el delito con otros de paisano que realizaban tareas de investigación. Ahora estamos en unos índices de delincuencia en consonancia con la media nacional.
De todas las operaciones del Plan MEL, ¿cuál sería la más reveladora de la eficacia y coordinación de este mega despliegue?
Ha habido muchas, pero la operación de Almonacid de Zorita es uno de tantos ejemplos que le podría poner. En Madrid un grupo de delincuentes violentos secuestra a un ciudadano. La central COS de Madrid comunica a la de Guadalajara que le han subido en un coche y que le trasladan dirección a nuestra provincia. Se hacen averiguaciones en un tiempo record que nos permiten averiguar que la víctima tiene un domicilio en Almonacid de Zorita. Ese día teníamos el Plan MEL desplegado en la zona de Azuqueca de Henares. Desde allí lo que hicimos fue modificar todos los servicios en cuestión de minutos, de tal manera que todas las patrullas del GRS y de la propia Comandancia acudieron a la zona, detuvieron a los delincuentes y liberaron a la persona secuestrada, en cuestión de dos o tres horas. Las dos comandancias nos organizamos y coordinamos. Todo gracias a la actuación de cada uno de los efectivos desplegados en la provincia y a la labor del jefe del dispositivo, mi Capitán Salanueva. Se tuvo la flexibilidad suficiente para mover a todos esos efectivos donde eran necesarios.
Los últimos datos arrojan un fuerte crecimiento de la cibercriminalidad. ¿Cómo intentan combatirlo?
Primero, la Guardia Civil ha creado los equipos@. En todas las comandancias tenemos gente especializada, que no solo está investigando este tipo de delitos, sino que está formando al resto de guardias civiles en cómo hay que recoger una denuncia, qué tipo de información hay que solicitarle a la persona que ha sido estafada a través de Internet.... Segundo, estamos haciendo constantemente campañas de concienciación entre los ciudadanos de esta provincia, sobre todo a las personas mayores, a través del Plan Mayor de Seguridad. Nos reunimos con ellos en ayuntamientos y en centros sociales y les damos consejos de seguridad para evitar que sean víctimas de este tipo de robos y estafas. Concienciamos a los jóvenes a través de las charlas del Plan Director, inculcándoles un empleo seguro y responsable de internet. Y hay una tercera vertiente que es la concienciación del ciudadano, a través de notas de prensa, un pilar fundamental, porque llegamos de esta manera a toda la población.
¿Cuáles son las claves para garantizar la seguridad ciudadana?
La ecuación es muy fácil. Si incrementas efectivos, presencia uniformada en la calle, servicios de prevención de la delincuencia, reduces delincuencia. El Plan MEL supuso un volumen importante de agentes uniformados y así nos lo ha demostrado. Así mismo la colaboración ciudadana sigue siendo fundamental. Siempre agradecemos a los ciudadanos su implicación, cuando por ejemplo, gracias a su colaboración se consigue la detención de un delincuente, o como cuando una persona llama al 062 y nos facilita información sobre cualquier hecho. Y más en provincias como la nuestra, con su dispersión geográfica, con pequeños pueblos con pocos vecinos, nos permite prevenir el delito y evitar los que se puedan cometer en un entorno muy próximo y en un espacio de tiempo cercano.