Te contamos el desenlace del intento de suicidio ocurrido el sábado en Guadalajara
Hacia las 10.15 horas de la noche de ayer, un varón, de 27 años de edad, amenazaba con lanzarse desde la cubierta de la torres del número 13 de la calle Alcalá de Henares de la capital ante la mirada atónita e inquieta de numerosos vecinos de la zona. Ellos, así como el concejal de Seguridad, Chema Antón, siguieron el suceso muy de cerca. Este último, en estrecho contacto con el jefe del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Guadalajara. Unos hechos que los mantuvieron despiertos hasta bien pasadas las cuatro de la madrugada.
Según confirma el Chema Antón, “el individuo se encontraba muy alterado y tenía intenciones de lanzarse al vacío”. Mientras agentes del Cuerpo Nacional de Policía intentaban hablar con el joven, los bomberos desplegaban sus recursos, entre los que se encontraban una autoescala.
Pasados unos minutos llegó un especialista en negociación de la Policía Nacional, que estuvo con él varias horas, disuadiéndole de su intención, de la misma forma que el padre y un hermano que llegaron al lugar de los hechos.
Tras lograr con éxito su objetivo, el muchacho bajó acompañado por con su familia y agentes de la Policía Nacional. Pasadas las 4:00 de la madrugada efectivos del Sescam lo trasladaron en una ambulancia al Hospital Universitario de Guadalajara, donde recibió el oportuno tratamiento. “Estaba bastante alterado”, resalta el edil de Seguridad, Chema Antón, que quiere reseñar “la gran actuación de los tres cuerpos desplazados, así como las gestiones de negociación del Cuerpo Nacional de Policía y bomberos de Guadalajara".
Violencia en el ámbito familiar
Fuentes consultadas por Nueva Alcarria de toda solvencia remarcan que el joven amenazó con suicidarse ayer por la noche, al ver que la Policía Nacional acudía a su domicilio ante un presunto caso de violencia en el ámbito familiar, subió a la azotea. “A partir de ahí fue cuando se desarrolló todo”, describen. En el barrio se comenta que “él lo montó todo para huir”.
Esta persona es reincidente, remarcan otras fuentes. En estos momentos se encuentra en atención psicológica en el Hospital de Guadalajara.
Una de las vecinas, Maite Parrilla, fue testigo directo del suceso. “El chico, que, entre frase y frase, hablaba en árabe, lanzaba en español todo tipo de amenazas; decía que quería morirse; no sabíamos qué pasaba”.
Maite, al igual que el resto de vecinos, en su mayoría asomados a sus terrazas, oía cómo diversos objetos chocaban contra el suelo. “Los oíamos, pero no los veíamos”, apunta. “Esta mañana pude comprobar que eran tejas y lozas, entre otros materiales”, matiza.
“Estábamos aterrorizados ante la posibilidad de que llevara a cabo sus amenazas”, ilustra.