Torija acierta adelantando su Fiesta de la Historia y reúne a 4.000 personas
El trasiego de visitantes fue constante y alargaron su estancia hasta la media noche.
Ya lo dijo su alcalde, Álvaro Murillo, “cuando organizamos cualquier evento, la gente se vuelca”. Y así fue, Torija despertaba este 25 de mayo con una estampa única. Pendones, escudos heráldicos y banderas de otros tiempos se mezclaban con los balcones floridos y fachadas perfectamente engalanadas. Como sacadas del Medievo, sus angostas calles recibían a las visitantes mientras juglares, trovadores, bailarinas y caballeros paseaban con alegría.
Los vecinos dejaron su ropa de calle por suntuosos trajes y vestidos de hace siglos para honrar la memoria de sus antepasados. La plaza de la iglesia se convertía en escenario perfecto para que los actores de Gentes de Guadalajara interpretaran pasajes medievales. “También estuvieron frente a la entrada del castillo y en la puerta del Ayuntamientos, que son edificios muy singulares y la verdad es que gustó mucho, a ellos, y a todos los que disfrutamos de verlos”, subrayaba el alcalde, que destaca el “gran acierto” del cambio de fecha. Dos meses antes, evitando ese calor de verano. “El trasiego de gente fue constante durante todo el día. Calculamos que se mantuvieron unas 4.000 personas, desde primera hora hasta que terminó el grupo de rock, que pasaban las doce de la noche”, explicaba satisfecho, después de quitarse el atuendo de caballero templario que lució el sábado.
Artesanos de oficios casi desaparecidos exhibían sus destrezas en el mercado artesano, no cabía un alfiler. Había medio centenar de paradas y alguno echaba de menos que hubiera más espacio para poder visitarlos cómodamente y dirigirlos hacia otras localizaciones que tuvieron animación este sábado. “Tendremos que ampliar espacio, no tendremos problema”, reconocía el alcalde. Impresionantes fueron los vuelos cetreros con el castillo de fondo.
Las exhibiciones de elementos de tortura medievales dejaron atónicos a mayores y pequeños.
Los niños disfrutaron mucho de la búsqueda del tesoro medieval por la localidad torijana, escenario perfecto para hacerse sentir auténticos caballeros, aunque también había algún que otro villano.
La actuación de Triquel fue todo un acierto, con su rock celta cautivó a centenares de personas que no quisieron perderse un anochecer veraniego la villa alcarreña. El grupo vallisoletano ha conservado intacta la esencia del rock celta, componiendo canciones que invitan a reflexionar con sus letras, tan elaboradas como divertidas y reivindicativas.
Todo un espectáculo el que brindaron Carlos Ayuso (gaita y whistle), Floro Cañibano (bajo, armónica y coros), Juan José Cartón (guitarra eléctrica y acústica, whistle y voz principal), Cristina Casado (violín), Álvaro García Sanz - “Pichu” (batería), Iván San José (sintetizador y coros) y Sonia del Val (flauta travesera y coros).
“Estamos muy contentos de cómo ha transcurrido esta Fiesta de la Historia. El cambio de fecha, las novedades que se han incluido y la implicación de todo el pueblo han hecho que fuera un rotundo éxito”.
Álvaro Murillo quería agradecer la colaboración vecinal, voluntarios, artesanos, grupos, a Gentes de Guadalajara y todo los que participaron en la animación de esta cita su “entrega y profesionalidad” para hacer de esta Fiesta de la Historia “algo tan especial”.